Marina Garcés defiende a los golpistas en el juicio del 1-O

Marina Garcés defendiendo la desobediencia civil en el juicio a los golpistas del 1-O.

10. Siguiente. Marina Garcés. Profesora de filosofía. Arranca con un comentario sobre Cuixart: "Tenemos un café pendiente desde hace año y medio pero está siendo un poco difícil…"

El Día Más Largo de Marchena. pic.twitter.com/MLxeM03mTL

— Matthew Bennett (@matthewbennett) 14 de mayo de 2019

Ella con su discurso lazi antisistema de que la ley no se puede imponer mediante la violencia, y Marchena cortando el rollo.

Vox y la abogada del Estado pasan de preguntarle nada a la Marina. Total, para que les diga que son fascistas y demás. 

La sustancia del razonamiento de esta "filósofa" es que las leyes las puedes desobedecer cuando quieras, y que la violencia de la policía imponiendo el cumplimiento de la ley a quien la desobedece es inaceptable e ilegítima.  Y con eso, a hacer carrera, a doctorarse y a colocarse en la Universidad, a enseñar ética de los cuidados y de la desobediencia.

Esta majadera antisistema, ejemplo terminal de la izquierda caviar  pro-okupa barcelonesa, y antiespañola visceral, ha sido profesora titular de Filosofía en la Universidad de Zaragoza. Por suerte ya ha derivado hacia Cataluña, donde sin duda estará más en su ambiente.

Marchena, a un testigo: «Usted no viene aquí a explicar al tribunal su grado de alucinación ni su estado febril» https://t.co/wRT0hwnc3E

— Cristina Seguí (@CristinaSegui_) 14 de mayo de 2019

A mi entender, el juez Marchena hace mal pastoreando tanto a las defensas y a los testigos, y amenazando tanto con consecuencias disciplinarias y penales por cuestiones de mero procedimiento. Eso es una actuación de chupatintas formalista, que pierde de vista el fondo del asunto. Debería dejar el tribunal que se explayen los testigos a su gusto, y luego imputarlos abriéndoles causa aparte por colaboración con el golpe de Estado. Sobre todo a personas de cierta relevancia pública que han pastoreado al rebaño lazi, y más en particular a funcionarios españoles como esta profesora Garcés,  que tienen obligación de cumplir y de hacer cumplir la ley, y que con pleno conocimiento de causa se han opuesto directamente a las órdenes del Tribunal Constitucional y todos los tribunales que les han precedido, y además hacen gala de desobediencia y la promueven. ¿Lo va a hacer Marchena, con toda su fama de duro y de rigorista? No padre. 

Y así va la cosa en España, y así seguirá yendo.

Y a la Marina enseguida la tienen de catedrática, verán.

Enfermedades morales de la mente

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