Vaya película tan desagradable. Bueno, no digo que no sea como la vida misma, pero vaya si es desagradable. Asunto básico: lesbiana sexagenaria (Barbara, Judi Dench), amargada profesora de instituto cuya agenda social es un "desierto ártico", se hace amiga siniestra de una colega novata (Sheba, Cate Blanchett). Decide apropiársela como araña a mariposa; la telaraña se la proporciona la propia novata, cuando descerebradamente se enrolla con un alumno y es descubierta por Barbara. La cosa es complicada en términos legales, y más porque Sheba es casada, tiene un marido mayor (antiguo profesor suyo) y una parejita de hijos, niña en la edad del pavo y un niño con síndrome de Down muy cargante. Aunque ellos lo llevan esto del Down con buen humor y soltura, al final... down down down. Peta la madre de familia bajo presiones psicológicas y frustraciones inconfesas, sueña con recuperar su vida donde la dejó cuando la sedujo su profesor (Bill Nighy) que también era casado... A esto se suman las frustraciones profesionales, con estudiantes extremadamente multirraciales en ambiente tenso, drogas, nulo pero nulo interés por el estudio... así que sin saber cómo se ve la pobre o la tonta enrollándose con un quinceañero muy hormonado que le tira los tejos. No se presenta esto como una historia de amor, sólo como una válvula de escape sexual para la tensión interna acumulada, pero menuda válvula que crea más tensión... Como se ve, la novelista y el guionista gustan de recrearse en las fragilidades o incoherencias humanas, y no es precisamente para apiadarse de ellas, sino para mostrar cómo interactúan. Su plato fuerte es, naturalmente, la solterona Barbara, que al descubrir al affair de su "amiga" le va apretando las tuercas, amenazándola con denunciarla a la vez que se le va aproximando, haciéndose imprescindible, haciendo manitas... y lo más incoherente de la película (aunque ni se puede decir esto con seguridad, tan descoyuntados internamente están los personajes) es que Sheba responde a la chantajista favorablemente, casi echándosele en los brazos, a la vez que guarda la distancia, claro, porque las fantasías de amistad lesbiana a lo Virginia Woolf son todo pajas mentales de Barbara. Esta narra voz en off, porque lleva un diario, desprecia a todos, es sarcástica, agresiva, y a la vez románticamente tonta como esas niñas de doce años con amiga favorita, pero se ha arrugado y amargado... Como se supondrá, Judi Dench ha trabajado su cara durante toda la vida para llegar a este personaje, y lo hace a la perfección (como los demás actores principales, por otra parte). Al sentirse minusvalorada, desata Barbara el escándalo haciendo correr un rumor. Significativamente, elige insinuárselo a uno de los muchos profesores a quienes se les cae la baba por la bella Sheba... al más vil, envidioso y rastrero. Que será naturalmente el que tire la primera piedra, aunque él era el primero que quería sondear a ver si Sheba estaba disponible para un rollete... Y así todo. Bajezas humanas, vilezas, y no me refiero precisamente al affair entre la profe y el niño (implausible gran amante, por cierto). Este pecado venial es voceado por la familia, los colegas, la prensa nacional, el poder judicial: hordas de reporteros van siguiendo a Sheba cuando su marido la echa de casa; decididamente algo va mal con la hipocresía ambiente de un país cuando semejante asunto se convierte en sensación mediática. Loud Rumour. Sheba es sólo un chivo expiatorio, porque estos casos no son precisamente raros. Ahora bien, una de las cosas más curiosas de la película es que ni juzga esto ni deja de juzgarlo ni lo relativiza: sólo lo utiliza como su medio ambiente para análisis de caracteres y relaciones envenenados. Vaya, si al final resulta que hasta me habrá gustado la película. Pero no, algo falla: es desagradable. Creo que la película es tan mezquina y asfixiante, a su manera, como los personajes que retrata; por ahí va la cosa. A veces cae, sintomáticamente, en el melodrama más mezquino y la caricatura (o la alegoría—con deciros que se llama Covett la chupóptera moral...). El espectáculo, sin embargo, es educativo. Si Barbara es una narradora no fiable en su diario-voz en off, resulta que tampoco es mucho más fiable ningún otro personaje, ni el guionista, ni el compositor, y menos que nadie el director— y eso nos deja sin muchos puntos de referencia; la vida vista a través de esta película es una tragicomedia grotesca y absurda. Y además, a todos nos interesa el escándalo: si no no la iríamos a ver. Así que pasen y vean, y salgan con mal sabor de boca.
Notes on a Scandal. Dir: Richard Eyre. Screenplay by Patrick Marber, based on the novel by Zoë Heller. Cast: Judi Dench, Andrew Simpson, Bill Nighy, Cate Blanchett. UK, 2006.
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