Me pagan las clases
Publicado en Universidad. com. José Ángel García Landa
Algo es algo. No, quiero decir que únicamente me pagan las clases, las horas efectivas en las que estoy dentro del aula. No me pagan ni las horas de preparación de clases, ni las reuniones y papeleos, etc., ni por supuesto la investigación...
Eso suponiendo que tenga un sueldo de dentista, claro. Qué menos, no, un profesor doctor en la Universidad, que cobre como un dentista. Y cobro como un dentista, en efecto... suponiendo que me paguen únicamente las horas de clase, y a mitad de precio las tutorías. Pongamos 48 horas al mes, a una media de 50 euros la hora.
Hoy mi dentista me ha cobrado más de 400 euros por tres horas (cortas) de trabajo. O sea que sale, descontando un tanto para material... a unos 100 euros la hora. Pongamos 25 para cada una de las dos enfermeras y 50 para el dentista, por hora. Corto se lo fío.
50 euros de sueldo de dentista por hora efectiva, multiplicado por 48 horas de un mes, dan 2400 euros. Que es, efectivamente, mi sueldo mensual, todos complementos incluidos.
Es decir, que no sólo cobro como un dentista, sino que tengo un horario privilegiado, que ya lo querría un dentista: sólo trabajo unas 12 horas por semana, lo dicho, 48 horas al mes. A cambio, el dentista, si trabaja pongamos 25 horas semanales, se saca cinco mil euros al mes, eso sí.
O sea, que trabajo como un dentista pero sólo doce horas por semana, y el resto de mi supuesto horario de trabajo, hasta 36 horas semanales, pongamos, yo me estoy tocando la barriga. Otras doce horas debería estarlas dedicando supuestamente a preparación de clases, y otras doce a investigación... por redondear. Pero de eso nada. Yo en las clases improviso, suelto lo primero que se me pasa por la cabeza, o leo del libro de texto. E investigar, ja, aquí investigan quienes tienen proyecto. Bueno, a mi nivel, quienes son directores de proyecto; porque en la oposición que me suspendieron me afearon NO que no tuviese participación en proyectos de investigación (que tenía, y mucha) sino que no hubiese dirigido ninguno. Ácabáramos. Quienes no dirigimos proyecto no investigamos, en realidad. Y en cualquier caso, todo lo que publiquemos no tiene validez si no va acompañado por el marchamo de la investigación oficial: "este trabajo forma parte del proyecto bla bla bla, subvencionado por la DGYCIT, con código PSF2006-48". Investigación-ficción la que no va subvencionada, hombre. Entretenimientos de cada cual; como si me da por hacer blogs. ¿Que invierto ese tiempo en prepararme y acumular méritos para la siguiente oposición? Vale, pues eso que llevo por delante. Pero es cosa mía, un pasatiempo útil, o a lo más algo que si se encuentra aprovechable puede ser compensado con una zanahoria para que lo siga haciendo... un complemento salarial, que me sale como si me pagasen seis horas extra al mes. A sueldo de dentista, digo... ay, no, que ya he dicho que ya lo he incluido en los cálculos del sueldo; habría que revisar mis cuentas a la baja. No cobro como un dentista, pues. Y desde luego le echo más de seis horas al mes, no sé si me explico.
Esto de que me pagan únicamente las clases, a sueldo de dentista (o de fontanero, que tampoco es malo), hace comprensibles algunas cosas que si no serían muy anómalas. Por ejemplo, la absoluta prioridad dada a las clases sobre cualquier otra actividad—no queda duda de para qué te contrata la institución. Aunque se hable mucho de la investigación, etc., lo que va a misa en la universidad y hace que todo gire a su alrededor es el Plan de Ordenación Docente. Lo demás, gaseosa y retórica. Se espera que estés como un clavo en las clases, y (con un poco más de flexibilidad) en las tutorías; pero de lo que hagas el resto del tiempo no hay control institucional alguno. Y cómo lo iba a haber, si en realidad es tu tiempo libre, que no está pagado.
También así se entiende que aunque la universidad supuestamente me contrata para labores de docencia e investigación, en realidad no destina ninguna partida fija a investigación... ni un duro, pues yo sólo tengo un presupuesto fijo (y muy escaso) de gastos de docencia. Quien quiera investigar, lo dicho: que se pida proyecto y entonces sí investiga. Si no, no: lo han contratado para dar clases, y que se dé con una piedra en los dientes, que en Argentina los profesores dan las clases gratis. Bastante favor nos hacen con dejarnos presumir de profesores universitarios... a unos mileuristas añosos y con ínfulas (pues mileurista soy de sueldo, si descuento los complementos). A unos tíos que no llegamos ni a fontaneros... ya nos vale.
(PS: La que se ha montado en Francia cuando han cogido a la candidata Ségolène Royal, dejándose grabar en público diciendo que quiere hacer fichar 35 horas semanales a los profesores en sus centros... vía Loïc Le Meur ).
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