domingo, 3 de enero de 2010
National Geographic
Mi padre me suscribió a la revista de National Geographic allá por los años 70—y tenemos la casa suya, y la mía, empapelada con números antiguos, que sería un crimen tirarlos. La revista ha destacado siempre por las fotografías, y algunas de las mejores se ven en el sitio en red de National Geographic por el que pasaba ahora. Todo ocupa menos sitio en la red, y sale más barato. Pero si hubiésemos tenido que esperar a Internet en 1974...
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