Expresa su sopresa John Campbell por la silenciosa "epidemia de cardiopatías" que viene aquejando a todas las naciones (occidentales al menos) coincidiendo "misteriosamente" con los planes de vacunación masiva contra el Covid.
Un desinterés activo que sólo puede obedecer a una razón: la voluntad de seguir encubriendo los efectos adversos de las vacunas Covid, que a estas alturas ni siquiera se han retirado del mercado, por contratos corruptos e inconfesables.
La implicación de las autoridades políticas y sanitarias es un caso de corrupción terminal, que a estas alturas ya va unido a la necesidad de eludir responsabilidades por esta "sanidad" criminal.
Pero los medios de comunicación tienen aún menos excusa. Aunque en realidad han sido partícipes y responsables también, y como mínimo les va a tocar desdecirse de muchas cosas.
Lo más importante ahora es hacer reaccionar al borreguno público, y DENUNCIAR ESTAS VACUNAS TÓXICAS Y ESTOS SANITARIOS POLITIZADOS Y CORROMPIDOS, dos caras de la misma moneda.
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FDA Can Withhold Key COVID Vaccine Safety Records for Now.
— Steve Kirsch (@stkirsch) January 23, 2024
No more FOIA requests while the killing continues.
It is best that you don't see the data. It would only deeply disturb you if you knew the truth.https://t.co/kown5AVZHH via @epochtimes
We anonymised the record level data leaked from NZ and according to world leading statistician @profnfenton, the odds of the excess deaths not being down to the experimental 'vaccines' was one in 100 billion!
— Andrew Bridgen MP (@ABridgen) January 23, 2024
No wonder the government won’t order the UKHSA to release the UK… https://t.co/dautfYNHzN
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