domingo, 21 de febrero de 2021

Carta de Mena a Zapatero (Expediente Royuela)


ACODAP
Nota de prensa
 
ACODAP DENUNCIA la tremenda carta del ex fiscal Mena a Zapatero
 
Zapatero estaba al corriente de los asesinatos pergeñados por el ex fiscal Mena y su banda. Le informó él mismo.
 
Se sospecha que el accidente del helicóptero de Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre fue un atentado
 
Las notas manuscritas y firmadas que se atribuirían a los ex fiscales Mena y Villarejo dejan claro que Rodríguez Zapatero estaría al corriente de los “encargos” despachados por la trama criminal. A pesar del tiempo transcurrido, nadie ha puesto en duda la veracidad de las notas cuyo contenido transcrito reproducimos a continuación.
Los terribles documentos originales y manuscritos que exponen estos gravísimos hechos han sido debidamente peritados La transcripción exacta que aparece más adelante tiene por objeto facilitar su lectura.
¿Por qué eran manuscritos? se preguntará el lector. La respuesta es sencilla, para que quien los recibía supiera que realmente los escribía quien decía ser. El Mena de los manuscritos era un psicópata, y exigía que le fueran devueltos firmados para confirmar que habían sido inconfundiblemente recibidos por su destinatario.
 
Los documentos forman parte de un archivo monumental del que resulta que, el entonces fiscal jefe Superior de Cataluña, José María Mena Álvarez, sería sospechoso de haber organizado con cargo a los fondos reservados del Estado una supuesta trama mafiosa al margen de los GAL. La trama se habría dedicado en principio a la eliminación física de determinados adversarios políticos. La “eficiente” organización se transformaría posteriormente en una gran maquinaria lucrativa que asesinaba por encargo a cambio de precio (lo que se conoce como “sicarios”.)
 
En ese macro archivo quedan documentados asuntos gravísimos en una enorme montaña de manuscritos firmados por quienes serían los autores de la barbarie. Mena aparece reflejado en los documentos como un asesino despiadado y psicópata, inductor de la mayor matanza en tiempos de paz que se habría fraguado en España con cargo a los fondos reservados del Estado. Asimismo aparece su lugarteniente, el sargento Rafael García “Ruiz” de la Guardia Civil, que es dibujado en sus propias narraciones como un sicario vil y sanguinario, verdugo y ejecutor de las órdenes dadas directamente por Mena.
 
Son precisamente dos de esas cartas manuscritas de Mena las que, según ACODAP, la Asociación contra la Corrupción y en Defensa de la Acción Pública liderada por el ex juez decano de Talavera de la Reina, Fernando Presencia, incriminarían directamente al entonces ex presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero. Mena no tiene el menor empacho en dejar claro en estos documentos que resulta imprescindible que Zapatero les cubra las espaldas.
La primera de las cartas, manuscrita y firmada de puño y letra por el entonces todavía fiscal jefe de Cataluña, fue dirigida directamente a Zapatero, y en ella se reconocería entre otras barbaridades que el accidente del helicóptero de Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre (y Esteban Parro) fue en realidad un atentado.
 
Seguidamente reproducimos su contenido íntegro:
 
“Presidente
Soy José María Mena y aunque no nos conocemos personalmente, hemos establecido contacto en varias ocasiones por causas diversas, hallando siempre en Ud. una mano tendida, lo que es de agradecer dado su rango político.
Sin embargo, y aunque nunca he tenido queja de su respuesta en las cuestiones que he podido plantearle, lo cierto es que como tampoco Vd. puede tener queja de mí y de mis hombres, en esta ocasión, ante la inminencia de mi jubilación, necesito más que nunca su colaboración y su mediación ante quien o quienes sea preciso para que una mosca cojo… de nombre Alberto Royuela (los dos sabemos de su fijación por mi persona y las perniciosas consecuencias que podría acarrearle a su partido si alguien llegará a hacer caso de sus denuncias) no pueda influir para nada en las instancias a las que acuda en busca de apoyo legal por un lado y cobertura mediática por otro.
Ambos sabemos que eso sería desastroso para nuestros intereses por cuanto a mi me afectaría directamente tanto desde un punto de vista profesional tras dilatados años de carrera como judicial y a Vd. como presidente del partido que gobierna y aspira a seguir haciéndolo en la próxima legislatura, por cuanto sus denuncias supondrían un total descredito para el PSOE y pondrían en serio peligro su continuidad al frente del ejecutivo.
Los dos sabemos, pues, que es preciso redoblar el esfuerzo y conseguir que nadie preste atención a las denuncias de ese loco fascista, neutralizando también con ello a su íntimo colaborador, un tal Juan Martínez Grasa, un periodista que a decir verdad no sé qué pinta al lado de Alberto Royuela pues sus artículos y tinte marcadamente izquierdista, relacionándole, a raíz de su detención en 1996, con la estructura de los GAL y la asesoría de un conocido ministro de su partido.
Y si bien los dos, tanto por separado como individualmente, cada uno en su parcela, han dado muestras de su peligrosidad, quien más me preocupa, como ya he dicho, porque lo considero una de las bestias más vengativas de este país, e incido en lo de bestia en todos los sentidos, es Alberto Royuela.
En cierta medida entiendo su virulencia por la muerte de uno de sus hijos, Javier, en la que no tuve nada que ver directamente pero que tuve que tapar por razones obvias, al estar implicados miembros del equipo que trabajaba para mí. Pero puedo entenderle, pero de ahí a permitir que su cruzada llegue a buen puerto va un abismo. Se ha pasado de la raya, ha cruzado todos los límites y, como no he podido pararlo mientras tenía poder y medios para ello-y le garantizo que lo he intentado en varias ocasiones- ahora que tengo la jubilación encima y no podré manejar los hilos como quisiera, necesito de todo su apoyo y confío en obtenerlo.
Soy consciente de que he cometido un buen número de eliminaciones que no serían comprendidas por la opinión pública ni por la profesión a la que he dedicado tantos años de mi vida. Pero gracias a mis decisiones el país se ha librado de cientos de delincuentes que, de no ser por mí, hoy estarían delinquiendo libremente por las calles, y también gracias a mí, no lo olvide, su partido y Vd. están hoy donde están porque les he resuelto más de un problema de la forma más expeditiva. Prueba de ello es la desaparición física de líderes sociales que amenazaban su política educativa, militares que podían poner patas arriba el estado democrático, algún que otro periodista incomodo….
Concluyendo, las eliminaciones por encargo de sus hombres pueden contarse por decenas. Cierto que se falló con el tema del helicóptero, pero, admitámoslo, la perfección no existe.
De ahí que me tome la libertad, quid pro quo, de dirigirme a Ud. para pedirle que mueva lo que tenga que mover para que cualquier intento de Royuela y su banda de divulgar su mensaje no encuentre acomodo en ninguna instancia judicial ni en ningún medio de comunicación. Y sé que pondrá empeño en que ello sea así porque el efecto dominó no es bueno para ninguno de los dos, ni para Ud. ni para mí.
Saludos
José Mª Mena Álvarez
En la segunda carta, dirigida esta vez al entonces fiscal jefe anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, para que se entrevistara con Zapatero, se mencionan expresamente las fosas comunes (“chalés” en la jerga de Mena) en la que serían enterrados los casi 400 sicarios (“inquilinos”) que sirvieron a la banda para ejecutar los crímenes (“eliminaciones”) que se describen en miles de manuscritos:
Carlos
Te dije hace unos días que ya le había enviado a Zapatero la carta en los términos que me dijiste, exponiéndole la situación en que iba a quedar todo por aquí después de mí jubilación que, como sabemos, está a la vuelta de la esquina.
Más o menos se lo expuse con toda crudeza, pero no le mencioné nada sobre los chalets de (localidad 1, localidad 2) y Mequinenza. Y ahí podemos tener un grave problema si no lo dejamos todo bien atado.
Y aunque Ruiz asegura que todo se hizo correctamente y es del todo improbable que puedan surgir contratiempos, ambos sabemos que el tiempo es experto en procurar traiciones.
Pero como yo ya me dirigí a él hace unos días, creo sinceramente que lo más acertado, dada la importancia del asunto, es que seas tú quien contacte con Zapatero en esta ocasión para exponerle el tema de las fosas y de todo lo que contienen.
En este caso creo que hacer prevalecer tu rango en la interlocución es lo más acertado.
Sé que si Zapatero mueve los hilos el tema jamás verá la luz.
Dile a Ruiz lo que piensas y devuélveme la nota, por favor.
 
 
CONCLUSIÓN
 
En la colección de misivas quedaría manifiestamente clara la enorme preocupación y empeño de Mena por conseguir las complicidad, protección y colaboración del entonces mandamás del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo silencio le involucraría directamente en los crímenes de Mena. Es por tanto el ex-presidente del gobierno quien debe aclarar este obscuro asunto. Por ello que ACODAP no le queda otra opción que denunciar públicamente estos graves asuntos. 
 
No siendo Zapatero ya aforado, y dada la gravedad de las pruebas manuscritas, esta denuncia obliga a la Justicia a investigar a fondo. No les queda otra opción, a la luz de lo que ordena la Directiva UE 2019/1937 sobre informantes de infracciones del Derecho de la Unión.
 
 
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