Emiten el Gobierno y sus medios adláteres, 24 horas al día, una voluntad desmedida de inflar la sensación de peligro pandémico SIN BASE EN LOS DATOS DE VÍCTIMAS, con una monserga cotidiana sobre el virus a ritmo continuo 7 días a la semana. Eso mientras el país se va desintegrando por otras razones muy distintas—entre ellas, esta ola inducida de borreguismo público.
Se aprecia en el gobierno y en las diversas autoridades sanitarias autonómicas, en enero, febrero y la primera semana de marzo, una voluntad desmedida de desoír las advertencias sobre una posible pandemia, que efectivamente llegó desde China y desde Italia en marzo y llevó a un confinamiento brutal y desmedido, que al parecer fue el causante directo de gran parte de las víctimas, por abandono y dejación.
Y se aprecia igualmente en el gobierno y en las diversas autoridades sanitarias, a partir del fin del confinamiento obligatorio, un movimiento en sentido absolutamente contrario que ha desorientado totalmente al país: a saber, una voluntad desmedida de inflar la sensación de peligro, con una monserga cotidiana sobre la pandemia 24 horas al día 7 días a la semana en los medios, y con medidas de manipulación de la opinión pública tan abyectas y nauseabundas (y tan bien aceptadas por la ovejuna población) como obligar a todo el mundo a llevar mascarillas al aire libre incluso en soledad. Con imposición administrativa y policial de la medida.
Es ésta una medida, me refiero a la obligatoriedad ubicua de la mascarilla en espacios públicos, cuya magnitud totalitaria y abusiva parece que se le escapa al 99% de la población. Intervenir de esta manera en el rostro público de la ciudadanía puede que no tenga efectos epidemiológicos positivos, y puede que no se base en ninguna recomendación de la OMS tampoco, pero a cambio es un atentado directo al bienestar de los individuos y a su salud respiratoria, y tiene una dimensión simbólica en la manipulación de la opinión pública, a nivel de psicología social, que es de una dimensión auténticamente monstruosa y muy descuidada por nuestros especialistas en pensamiento crítico.
No me quiero enrollar y les dejo nada más los datos oficiales sobre la pandemia artificial que se nos impone y que quiere justificar encierros, confinamientos y asolamiento deliberado de la economía. Habrá hoy en día muchos "positivos", y muchos "casos", manipulables estadísticamente, pero no hay una pandemia que cause una mortalidad anómala como sí hubo una ola de mortalidad anómala en marzo y abril. Estos son los datos oficiales del Instituto de Salud Carlos III, difundidos por el propio Gobierno. Que no se diga que no nos engañan delante de nuestras propias narices, y dándonos los datos.
Hago un llamamiento a la responsabilidad de los universitarios y a su criterio (que hasta ahora se han echado mucho en falta) para resistir esta ola de manipulación e histeria inducida, desde las autoridades y los medios, que va está derivando en una crisis económica de una gravedad sin precedentes. Y en un nivel igualmente desmedido de manipulación de la opinión pública. Allí ya estamos.
Y ustedes sigan con la boquita tapada, y disculpen si me pongo borde.
Fuente de los datos: ISCIII, Informes MoMo 2020. https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/MoMo/Documents/informesMoMo2020/MoMo_Situacion%20a%206%20de%20octubre_CNE.pdf
PS. En Reino Unido, lo mismo:
Time to overwhelm social media with a single message. PCR test is not only being faked, with false results. Even true results are 94% false positive and previous innactive infections in too. It means both case numbers and deaths are huge lie. #befreenow https://t.co/jMO0MdUmed
— Truth will set you free #befreenow (@JasonTyldesley) October 24, 2020
Contra el Enmascarado Solitario
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