No me refiero sólo a Junqueras o Quintorra —que también— sino sobre todo al Tribunal Supremo, que hoy ha rechazado todos los recursos contra su estúpida sentencia del Prusés.
Europa Press. "El Supremo rechaza anular la sentencia
del 'procès' al desestimar todos los incidentes planteados por las defensas y
Vox." Europa Press 29 Jan.
2020.*
2020
Ha rechazado todos los recursos de los condenados—muy bien hecho, naturalmente— pero ha rechazado también el recurso de Vox, que le ofrecía la oportunidad de reparar el error de bulto cometido en la sentencia (error o delito, vamos) al tipificar un golpe planificado y organizado dirigido contra la existencia misma de la nación, como un mero delito de sedición o de desórdenes públicos.
También se ha negado el Supremo a establecer un mínimo de cumplimiento de pena—siempre minando la justicia desde arriba, que las leyes en su recto sentido las sabe aplicar todo el mundo, no hace falta ser magistrado de campanillas para eso, pero pervertirlas es privilegio de los que ascienden al Supremo o al Constitucional.
Todo un capote fue la sentencia a los golpistas, que como se vio ayer ya están con un pie fuera de la cárcel. Y con su resolución de hoy el Supremo sigue navegando de perfil entre los defensores de España (me refiero a Vox, por si alguien no cae), y entre los golpistas y los otros egipcios de perfil izquierdo, los que tenemos en el gobierno de Unidas PSOEmos—mucho más próximos éstos a Esquerra Republicana que a Vox, pues quién puede dudar con quién está su corazoncito rojo y multicolor.
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