Min. 1.05.00 etc. Dar por buena la alianza de Aznar, Bush & Blair en la guerra del Golfo, por "entrar en la política de placas" es arbitrario, tan arbitrario como fue el ataque de EE.UU. a Iraq con sus falsas justificaciones. Fue una decisión necia por parte de Bush, y necio fue unirse a ellos—como ha quedado demostrado ampliamente por la desestabilización tremenda de la región. No fue mucho más sabio que la decisión de unirse a la guerra de Argelia que minutos más tarde se da por necia. La Realpolitik de los bloques se tiene que basar en intereses bien sopesados de las naciones, no en políticas erráticas guiadas por intereses espurios de una casta dirigente corrupta.
De igual manera, la pasión del conferenciante por la guerra y el reconocimiento de su necesidad lo lleva a distorsiones como la de criticar el aislamiento de España sin participar en la I Guerra Mundial. Ese aislamiento, si vino de la falta de potencia internacional, fue en este caso un gran beneficio colateral de esa falta de potencia. Como fue una prueba de la inmensa corrupción de los dirigentes europeos de esa época el embarcar a sus países en guerras innecesarias y destructivas, en lugar de resolver sus problemas de manera más inteligente y constructiva.
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