domingo, 3 de marzo de 2019

Retropost (3 de marzo de 2009): Docencia e investigación en Filología (J. M. Blecua)

Docencia e investigación en Filología

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Asistí ayer a a esta lección de José Manuel Blecua Perdices, miembro de la Real Academia, en una serie de jornadas sobre docencia e investigación en las diferentes disciplinas, en el ICE de Zaragoza.  Comienza el acto con una presentación larga, divertida y entrañable por parte de Agustín Ubieto, director del ICE y antiguo compañero de José Manuel Blecua.

En la lección de Blecua se ejemplifican los problemas de la filología, el tipo de conocimientos que necesitará un filólogo, ahora o dentro de cuarenta años—mediante un comentario del prólogo a la Biblia de Ferrara. Primero, nos presenta el texto objeto de comentario en facsímil de su edición original (Ferrara, 1553). Aquí ponemos la transcripción literal:



Al letor

Escriue Tullio (prudentissimo letor) e[n] sus Officios que ninguna cosa tiene tanta fuerça a mouernos como ver alguna manera o especie de prouecho:el qual tanto mas se deue estimar quanto es menos particular:porque el proprio vtil buscanlo todos y procurar el del comun hazenlo muy pocos. Por lo qual, queriendo complazer a mi deseo que siempre fue amigo del vniuersal prouecho (aunq[ue] algunos diran que del mio : de cuyas lenguas no pretende defenderme, pues para mi tengo que no me offenden) hize trasladar la Biblia en nuestro Español, pues las otras nasciones no se pueden en este beneficio quexar de sus naturales. Porque Ytalia, Fra[n]cia, Flandes, Alemaña y Ynglaterra no carescen della : y aun en Cataluña, en nuestra España, se traslado y ymprimio e[n] la misma lengua catalana. Y como en todas las prouincias de Europa o de las mas la le[n]gua Española es la mas copiosa y tenida e[n] mayor precio: assi procuree que esta nuestra Biblia, por ser en lengua Castellana, fuesse la mas llegada a la verdad Hebrayca que ser pudiesse (como fuente y verdadera origen do todos sacaron) hazie[n]do seguir pero en todo lo posible la trasladacion del Pagnino y su Thesauro de la lengua Sancta, por ser de verbo a verbo tan conforme a la letra Hebrayca y tan acepta y estimada e[n] la Curia Romana : aun que para esta no faltaron todas las trasladaciones antiguas y modernas, y de las Hebraycas las mas antiguas que de mano se pudieron hallar : y tambien para ello procuree siempre muy sabios y experimentados letrados en la misma lengua assi Hebrayca como Latina: y aun que a algunos paresca el lenguaje della barbaro y muy differente del polido que en nuestros tiempos se vsa: no se pudo hazer otro por que queriendo seguir verbo a verbo y no declarar vn vocablo por dos (lo que es muy dificultoso) ni anteponer ni posponer vno a otro, fue forçado seguir el lenguaje que los antiguos Hebreos Españoles vsaron: q[ue] aun que en algo estraña, bien considerando hallaran tener la propiedad del vocablo Hebrayco : y alla tiene su grauedad que la antiguedad suele tener. Quanto mas que a dezir la realidad de la verdad como todas las lenguas tengan su estilo y phrasis no se puede negar que la Hebrayca tenga la suya que es la que aqui enesta trasladacion se vera: la qual no se dexo por otra por no quitar a cada vno lo suyo. Y no piense ninguno que la lectura della es como la delos otros libros que de vna o dos vezes se entienden:por que segun dizen los sabios que toda lection se deue leer diez vezes primero q[ue] se diga que se leyo : que se leyo dize y no que se entienda quanto mas la sagrada escriptura ado tiene el que fuere sabio necessidad de desuelarse enella para penetrar algo de las muy altas sentencias y ocultos misterios que en ella se encierran _ lo que para muy pocos o quasi ninguno sera : q[ue] la escriptura sagrada tiene pocas palabras muchas sentencias y muy dulces y prouechosas doctrinas: y tanto conforme a lo que dize el Señor por boca de Yehosuah cap. .j. No se tire libro dela ley esta de tu boca y leeras enel de dia y denoche para que guardes y hagas como todo lo que escrito enel que entonces prosperaras tu carrera y entonces entenderas. Leala cadavno para el efecto que quisiere que las palabras del Señor nunca lo truxero[n] malo : en lo de mas yo quedo seguro (si con verdad lo puedo dezir) dela confusion que juizios diuersos pueden sembrar, pues la obra no puede tener defecto en si : y los de la traduccio[n] no son tales que los discretos lo reprehendan en ninguno, pues —como ya dixe— el phrasis es de la misma lengua y los ladinos tan antiguos y sentenciosos y entre los Hebreos ya conuertidos como en naturaleza. De do nascio que algunos que presumen de polidos quisieron desenquietar y hazer tornar atrás este tan prouechoso trabajo diziendo sonarian mal en las orejas de los cortesanos y sotiles yngenios : pero estimando sus pareceres como de personas maleuolas y detractoras la hize sacar a la aluza sometiendo siempre los yerros y fatas a la correction de los que mas saben. Y es de notar que en los lugares en los que se viere esta estrella * es señal que ay duda en la declaracion del vocablo y alguna vez diuersos pareceres : los quales aun q[ue] tiren a vn fin han querido siempre seguir el parecer de lo que mejor asentaua la letra y mas co[n]forme a nuestra lengua : los quales espero juntamente salgan a la luz con los Apocriphos que no son del Canone Hebrayco, sintiendo este mi trabajo ser agradable. Y donde hallaren estos medios circulos ( ) notaran que lo de dentro dellos es fuera de la letra Hebrayca : mas empero es traydo por los sabios para declaracion del sensu. Y hallaran tambien una .A. con dos puntos, el qual es señal del Santo nombre del Señor Tetragrámaton.

Para la comprensión de los textos es crucial tener un conocimiento de la oposición entre oralidad y escritura, y del desarrollo de la cultura escrita. Ong y Havelock retoman el debate entre Abercrombie y T. S. Eliot sobre la diferencia entre el lenguaje oral y escrito.
 

Ong distingue  oralidad primaria (la de las culturas sin escritura) y secundaria (la que coexiste con le escritura y está en interacción con ella). Introduce el concepto de grafolectos, lenguas mediadas por la escritura (así, el inglés escrito no es lo mismo que el inglés hablado). Hay sólo 106 lenguas con escritura, sólo 78 con literatura. El universo oral crea contenidos adaptados a la oralidad (mitos, etc.).

Havelock, La musa aprende a escribir. La escritura es considerada como habla almacenada. Se pregunta, ¿por qué Platón destierra a los poetas? Por conservadores y acríticos: la oralidad es conservadora, no puede volver críticamente sobre los textos. Puede cambiar la tradición pero de modo acrítico. La revolución de la escritura abre la posibilidad del pensamiento crítico y abstracto (filosofía, etc.).  (Sobre todas estas cuestiones también hablamos en este blog en la reseña del libro de McLuhan La Galaxia Gutenberg).


La oralidad sigue reapareciendo a través de la escritura (Havelock), e.g. las parábolas, dichos, en la Biblia… o las genealogías del Génesis, asociadas todavía a una mnemotecnia de la oralidad.

Otra cuestión, además de la cultura de la escritura: conviene a los estudiantes conocer cómo ha sido la historia de la educación. Cómo se ha enseñado a leer, a escribir, a hablar… E.g. los libros de Marrou, o Delgado Criado (Historia de la Educación en España). Hasta 1885 no cambió en líneas generales el enfoque tradicional a la educación basado en la formación clásica. La enseñanza se basaba en la declamación de las lecciones, la repetición, pasando luego el estudio de los clásicos, y a partir de allí el comentario de texto, clave de la educación clásica, incluyendo la lectura expresiva con fijación del texto, la explicación literal del sentido, la literaria, y por fin el juicio valorativo sobre el texto.


En la Ferrara del siglo XVI se da el encuentro de dos tradiciones: la retórica clásica, la tradición escolar, y la cristiana. 


Praeexercitamenta: La narratio procede del ámbito judicial. Se enseñaba a hablar y a escribir el latín a la vez, con ejercicios prácticos.

La Biblia de Ferrara cuyo prólogo comentamos fue cambiando a lo largo de la tirada de su edición. Hay que tener consciencia de la puntuación original, que es diferente tal como se aprecia en el facsímil: el origen de los dos puntos (colon) es marcar las principales secciones del período (marcado por puntos), subdivididas luego partes menores separadas por coma. (En un ejemplo que proporciona el conferenciante, de Fray Luis de León, se aprecia la estructura organizada de la frase periodica: cada una  de las frases es un colon, y cada inciso menor va marcado por una coma). Gutenberg utiliza los dos puntos de esta manera en su Biblia, y Nebrija en su gramática.


Se subrayaba la misión didáctica del escritor, tradicional en la enseñanza clásica (tal como se aprecia en el prólogo a la Biblia de Ferrara).


La doble vocal que se aprecia en el texto representa en la tradición judaica la vocal acentuada. (Subraya Blecua la importancia formativa para estudiantes, y también para el investigador, de conocer la grafía original, y de apreciar el facsímil). Cf. la referencia que se hace a "la verdad Hebrayca" (un concepto de la teoría traductológica de San Jerónimo).  Subraya el autor la importancia de traducir de verbo a verbo, traducción literal (algo muy difícil de hacer bien), tradición ésta mantenida hasta 1900. Hay una alusión a los criterios de la Curia Romana… Se aprecia aquí un intento curioso de ponerse a resguardo de la Inquisición y salvaguardar el libro (Jovellanos tuvo un ejemplar de esta Biblia, y se conservan muchos de esta Biblia de Ferrara de 1553). (Ver Margherita Morreale, "Biblia romanceada y diccionario histórico", un artículo en forma de carta que estudia las traducciones bíblicas renacentistas).


Los criterios sobre la traducción recuerdan a San Jerónimo: se traduce conservando hasta el número de palabras y el orden —"Porque el orden trae misterio", que es un criterio de San Jerónimo. (Aquí se refiere sin duda a la cualidad especial de la escritura de la Biblia como texto sagrado que significa de un modo propio y contiene revelaciones que otros textos no contienen). La propiedad es el significado preciso, También habla el autor de la "gravedad" de los textos clásicos conservada en la traducción. Se intentan conservar los usos idomáticos del hebreo, su fraseología, sin traducir por frases equivalentes. Y se justifica el uso de "los ladinos": las construcciones sintácticas típicas de la lengua de los judíos españoles.


Va firmado el texto por dos personas que cambian de nombre a lo largo de la edición: Jerónimo Vargas y Duarte Pinel, de origen judío portugués y español respectivamente. Llama la atención Blecua sobre algun variante fundamental en la tirada, así en la traducción de Isaías 7.14: "alma": se traduce por "moza", según la tradición judía, y por "virgen" según la tradición cristiana. Los libros van dedicados a dos personas distintas. En la edición lujosa, dedicado a Dª Gracia Nasi, una gran dama de la aristocracia de Ferrara, figura "moza" evitando el término "virgen".


Sugiere Blecua también mostrar un ejemplo de concordancia bíblica, de los textos auxiliares que acompañaban a la Biblia. (Una concordancia es un desmenuzamiento sistemático del texto que ya era posible, con mucho trabajo, antes del ordenador).


Importancia de estudiar los impresores: Abraham Usque (también judío, por supuesto) imprimía libros dedicados a Dña Gracia Nasi (estudiados por Bataillon, "¿Melancolía renacentista o melancolía judía?")". Poemas, novelas sentimentales, etc. Bataillon parte de la hipótesis de Américo Castro, que los judíos conversos habían buscado en el mundo de la novela sentimental una huída de su desagradables circunstancias. Los Usque están también en una constelación de tradiciones: los conversos, traductores huídos seguramente de la Inquisisión establecida en Portugal en los 1550. Vemos a través de este prólogo el contexto histórico a través de sus referencias y lenguaje. Esta biblia fue muy leída en especial en el contexto de la diáspora judía, y podemos comentar a través de este prólogo cuestiones propias de la tradición hebraica, como la referencia al nombre de Dios que no se debe pronunciar.


Para Blecua, en el comentario de texto "el texto va hablando solo, sólo hay que dejarlo que hable". Y así se aproxima la investigación a la docencia: conocimiento de las técnicas de la escritura, de la traducción, y ver cómo se construye el texto. A partir de allí llegamos al texto como cosa viva, planteándose problemas teóricos (como decía Claudio Guillén) que nos llevan a su contexto histórico y a la experiencia vivida de las personas que lo escribieron. Es crucial que el estudiante vea cómo cada aspecto del comentario de texto nos puede llevar a plantearnos esos problemas teóricos, que también surgen para el investigador. 


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REFERENCIAS 


Álvarez, Manuel M., M. Ariza, and J. Mendoza. "La lengua castellana de la Biblia de Ferrara." En Introducción a la Biblia de Ferrara: Actas del Simposio Internacional, Sevilla, noviembre de 1991. Ed. Iacob M. Hassán. Madrid: Universidad de Sevilla / CSIC, 1994. 205-524.
Bataillon, Marcel. "¿Melancolía renacentista o melancolía judía?" En Varia lección de clásicos españoles. Madrid: Gredos, 1964. 39-54.

Biblia de Ferrara. Facsímil de la ed. de 1553. Madrid: Sociedad Estatal del V Centenario, 1992.
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Blecua Teijeiro, José Manuel. "Notas para la historia de la puntuación en España hasta el Renacimiento." En Homenaje a Julián Marías. Madrid: Espasa-Calpe, 1984. 119-30.

Cayuela, Anne. Le paratexte au Siècle d’Or: Prose romanesque, livre et lecteurs en Espagne au XVII siècle. Genève: Droz, 1996.

Concordantiae Bibliorum Sacrorum Emedatae. Sacrarum Bibliorum Vulgatae Editionis. Venecia, 1758.
Delgado Criado, Buenaventura, ed. Historia de la Educación en España y América, II: La educación en la España moderna (siglos XVI-XVIII). Madrid: Fundación Santa María / Ediciones SM / Ediciones Morata, 1993.

Goode, Helen Dill. La prosa retórica de Fray Luis de León en LOS NOMBRES DE CRISTO: Aportación al estudio de un estilista del Renacimiento español. Madrid: Gredos, 1969.

Frenk, Margit. Entre la voz y el silencio (La lectura en tiempos de Cervantes). Alcalá de Henares: Biblioteca de Estudios Cervantinos, 1997.

Garin, Eugenio. La educación en Europa, 1400-1600. Barcelona: Crítica, 1987.

Hassán, Iacob M., ed. Introducción a la Biblia de Ferrara: Actas del Simposio Internacional, Sevilla, noviembre de 1991. Madrid: Universidad de Sevilla / CSIC, 1994.

_____. "Dos introducciones de la Biblia de Ferrara." En Introducción a la Biblia de Ferrara: Actas del Simposio Internacional, Sevilla, noviembre de 1991. Ed. Iacob M. Hassán. Madrid: Universidad de Sevilla / CSIC, 1994. 13-66.

Havelock, Eric A. La musa aprende a escribir: Reflexiones sobre oralidad y escritura desde la Antigüedad hasta el presente. 1986. (Paidós Studio 114). Barcelona: Paidós, 1996.

Lavid, Julia. Lenguaje y nuevas tecnologías: Nuevas perspectivas, métodos y herramientas para el lingüista del siglo XXI. Madrid: Cátedra, 2005.

Lausberg, Heinrich. Manual de retórica literaria: Fundamentos de una ciencia de la literatura. Trans. José Pérez Riesco. Madrid: Gredos, 1966.

Marrou, Henri-Irénée. Historia de la educación en la Antigüedad. Madrid: Akal, 1985.

Morreale, Margherita. "La Biblia de Ferrara y los romanceamientos medievales: 2SM y PS 182." En Introducción a la Biblia de Ferrara: Actas del Simposio Internacional, Sevilla, noviembre de 1991. Ed. Iacob M. Hassán. Madrid: Universidad de Sevilla / CSIC, 1994. 69-139.

Ong, Walter. Oralidad y escritura: Tecnologías de la palabra. México: FCE, 1987. Rpt. 1996.

Santiago, Ramón. "Apuntes para una historia de la puntuación en los siglos XVI y XVII." En Estudios de grafemática en el dominio hispánico. Ed. José Manuel Blecua, Juan Gutiérrez and Lidia Sala. Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca. 243-80.

Sebastián, Fidel. Puntuación, humanismo e imprenta en el Siglo de Oro. Vigo: Academia del Hispanismo, 2007.


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En la sesión de preguntas, las Dras. Lacarra y Egido hacen algunas observaciones sobre la adecuación de la modalidad de transcripción que se haga del texto, con vistas al estudiante, o a la edición del texto, el tipo de edición.... los editores desde luego no suelen ser muy favorables a una transcripción fidedigna, prefiriendo las modernizaciones.


Por mi parte, yo pregunto al Dr. Blecua siguiendo mi propia línea de preocupaciones. 


Si los problemas teóricos que es deseable que surjan y se planteen como objeto de estudio y formación para el filólogo van apareciendo a través del trabajo sobre el texto, quiere decir que en cierto modo "no estaban" antes de que llegasen a verse. Al igual que cada maestrillo tiene su librillo, cada investigador verá sugeridos en el texto sus propios problemas (por supuesto referidos al texto, contexto, etc.), problemas que quizá los estudiantes u otros investigadores no hayan llegado a plantearse—problemas por tanto que están y no están en el texto. Pues bien, ¿cuál es el límite de esto, cuál es el alcance de los problemas de que se puede ocupar la Filología como tal Filología? Porque Blecua ha tratado de cuestiones "propiamente filológicas", pero un mismo texto podría sugerir a alguien otras cuestiones que escapan al ámbito tradicional de la Filología.

Blecua responde admitiendo que desde luego cada investigador puede ver sugeridas en el texto cuestiones de muy diversa índole, filológicas o no filológicas, y que él admite plenamente la validez de esas cuestiones.


Entonces, me pregunto y le pregunto, ¿Cómo compromete eso a la coherencia o unidad de la Filología en tanto que disciplina? ¿Habría que concebirla con límites borrosos, en direcciones diversas según cuál sea el filólogo en cuestión que se ocupe de un texto?

Me hacía pensar en estas cuestiones una definición de Filología muy bonita que cito a veces en clase, la del Diccionario de Autoridades, que reza así:



PHILOLOGIA. s.f. Ciencia compuesta y adornada de la Gramática, Rhetórica, Historia, Poesía, Antigüedades, Interpretación de Autores, y generalmente de la Crítica, con especulación general de todas las demás Ciencias. Es voz Griega. Lat. Philologia.

—Es esa especulación general de todas las demás Ciencias la que a la vez "adorna" a la Filología y compromete su coherencia.

Quizá la respuesta a esta cuestión esté en ya en el planteamiento que ha hecho Blecua desde el principio sobre el tema de la conferencia, docencia e investigación en Filología, poniendo el énfasis en cuestiones propiamente filológicas, o tradicionalmente filológicas, que luego pueden servir de base a otros excursos interpretativos. Y, sobre todo, en esas dos cuestiones que ha subrayado: la semiótica de la oralidad y la escritura—las tecnologías de la palabra—por una parte, y, por otra, el conocimiento de la propia tradición educativa (universitaria, crítica, filológica, etc.) y de su transformación histórica. Quizá la Filología deba estar estudiándose continuamente a sí misma, a su núcleo central, a su tradición, y a sus innovaciones recientes—manteniendo así su coherencia a la vez que se abre a la especulación general de todas las demás Ciencias.









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