Hoy pasan a vernos unos amigos de Francia, Patricia y Abdel, y nos dejan unos días a su hija mayor, Myriam, hasta que nos vayamos de vacaciones. También hay quien viene a Zaragoza de vacaciones, también. Nosotros mismos, todo el mes de agosto está previsto que andemos por aquí, aunque pasaremos unos días en las playas de la Ultima Thule hispana.
Pero entretanto lo que queda de julio es movidito. Acabo de sacar las últimas notas, hasta en sábado había gente por el departamento moviendo papeles. La semana que viene hay consejo, para repartir la docencia del año que viene, y también promete ser polémica la reunión, visto que la normativa utilizada por el Departamento está anulada por el Rector, pero el Departamento tiene intención de seguirla utilizando.
Eso el martes. Pero el lunes aún empezamos con plato más fuerte, con un juicio en el juzgado Contencioso/Administrativo, José Ángel García Landa contra Universidad de Zaragoza, cito: "contra la siguiente actuación: Desestimación Recurso Alzada formulado el 14.11.05 contra resolución de 07.02.03 de la Comisión Juzgadora del proceso selectivo para la cobertura de una plaza del Cuerpo de Catedráticos de la Universidad de Zaragoza". Vamos, el juicio de la famosa oposición de cátedra plagada de irregularidades, y que el Rectorado se negó a investigar (o, al menos, se negó a poner por escrito el resultado de sus investigaciones). Es que, semejante cúmulo de irregularidades... mejor suponer que no pasó nada, que si no la cosa es muy complicada. Así que silencio administrativo que te clavo—más fácil eso que intentar responder a las cuestiones planteadas en mis recursos, claro, que mala respuesta tenían. Y así la cosa ha llegado a contencioso administrativo.
José Angel García Landa contra Universidad de Zaragoza... ¿Hay apuestas a que gana la Universidad de Zaragoza?
Y es que el proceso llega tocado, claro; con los retrasos y silencios del Rectorado, haría falta mucha voluntad investigadora por parte del juez para abrir el expediente a ver qué hay dentro. La cosa se resolverá con preliminares técnicos sobre plazos, interpretación sobre qué es una respuesta y qué no, etc.
Porque ya me ha avisado mi abogada: los jueces, parecido al Rector. El fajo de recursos que he enviado, detallando múltiples irregularidades, es incluso contraproducente: no anima a investigarlo. Ante semejante complejidad, y consecuencias complicadas en caso de fallarse que el tribunal actuó mal, el juzgado tiene la misma tentación que el Rector: tirar por la vía más fácil, y resolver el expediente en cinco minutos, por el atajo legal más directo. Y caso cerrado. Yo desde luego me espero cualquier cosa, sin más. Ya se sabe que en España, dependiendo del juez que te toque, son o noventa años de carcel, o salida a hombros con banda de música, o cualquier cosa entre medias.
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