Kind of kind
Publicado en Departamento. com. José Ángel García Landa
Ayer
estuvimos en una ocasión memorable: la despedida de un compañero
nuestro que se jubila, Tim Bozman. Es la primera vez que se hace una
comida para todo el departamento (grupitos siempre hay) desde hace
años... desde la jubilación de la catedrática Carmen Olivares, que si
mal no recuerdo debió ser el milenio pasado. Y en cuanto a quedar todos
en un restaurante fuera de la Universidad, bueno, pues la última cena de
empresa debió ser hace doce años. Lo cierto, se lo comentaba ayer a
Carmen Olivares, es que desde que se retiró ella ha decaído el espíritu
festivo del departamento, y nos hemos quedado con el lado tanático del
trabajo nada más. Cuando ella era directora había hasta Comisión de
Festejos (extraoficial, claro, como corresponde). A ver si va retornando
la costumbre de convocar comidas y fiestas si se tercia, aunque sea por
normativa de la Dirección. Desde luego si las convoco yo el fracaso
está asegurado. Ayer me decía una compañera "si en realidad nos lo
pasamos bien cuando quedamos, y luego además podemos volvernos a sacar
los ojos en el trabajo, no pasa nada".
Pues
en realidad no fui a la comida por una mala organización (transporte de
nenes al cole, etc.) pero nos acercamos con la colega al café, y a la
hora de los discursos. Fue todo muy emocionante, y había más de una con
la lagrimilla haciendo equilibrios. No es para menos, casi todos
habíamos sido alumnos de Tim, antes de ser colegas. Y ya sabes: cuando
las barbas. Tim se despidió a su manera siempre un tanto original e
inconformista (es que siempre ha tenido mucha retranca, además de mucha
honestidad)—por ejemplo, en sus agradecimientos destacó sobre todo a un
ausente incómodo para muchos, el catedrático anterior que tan mal
recuerdo les dejó a muchos de la primera generación de profesores del
departamento, la generación de Tim, y de la segunda. Y en cuanto a
mensajes y consejos, nos dejó uno de Philip Larkin (otro que tal): Be kind to one another, while there is time.
Bueno, Tim siempre ha sido kind, desde luego, —kind of, al menos, porque como digo, usa una buena dosis de dark sarcasm
que desde luego evita que su amabilidad sea para nada empalagosa. Más
bien peligrosa, uno nunca sabe si está a salvo de su ojo crítico;
probablemente no. Ha logrado desarrollar una mezcla extraña y muy
personal de ironía británica y plain dealing aragonés...
bueno, supongo que era de esperar, después de llevar aquí, como nos
dijo, media vida, pero no deja de ser una obra de arte conseguir esa
mezcla. ¿La llevaría ya desde siempre en su potencial? Yo desde luego
siempre lo he conocido así. De hecho, fue el primer profesor del
Departamento del que oí hablar, porque le tenía mucha simpatía mi
profesora de Filosofía en el instituto de Sabiñánigo, hace... treinta
años. Buf.
Hasta ahora las
jubilaciones han sido muy raras en este departamento (la profesión es
joven de media aún), pero lo cierto es que luego vendrán por oleadas,
promociones enteras se jubilarán simultáneamente cada año, tenemos una
estructura descompensada en este sentido. En fin, aunque no fue todo el
mundo, ni siquiera la mitad de los ciento y pico, fue buena ocasión para
ver a Tim este curso, y esperemos que hasta la próxima celebración. Y
que no sea la próxima jubilación... Y también para ver a algunos de los
profesores que se habían jubilado antes, como a Carmen. O a Benno
Hübner, que lejos de convertirse en un hombre de-proyectado tras la
jubilación, ha estrenado una segunda carrera dando conferencias y
lecciones por Rusia. Otros colegas ya iban hablando de jubilaciones, y
de prejubilaciones. Vaya, prejubilados ya somos todos, en cierto
sentido. Ya lo celebraremos por partes. Rejoice, rejoice, there is no
choice—iubilate. A Tim todos le deseamos que la jubilación le vaya bien, y que haya world enough and time.
(Ps: Me acabo de enterar de que inaugura blog otra colega que se fue para no volver, Monica Stacconi).
—oOo—
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: