Sobre la expansión de la escritura y la alfabetización, su difusión social, y su interiorización, tanto en la cultura y en la historia como en la experiencia personal que recapitula esa experiencia y esa historia colectiva. Un párrafo de El infinito en un junco: La invención de los libros en el mundo antiguo, de Irene Vallejo:
Tú, que lees este libro, has vivido durante algunos años en un mundo oral. Desde tus balbuceos con lengua de trapo hasta que aprendiste a leer, las palabras solo existían en la voz. Encontrabas por todas partes los dibujos mudos de las letras, pero no significaban nada para ti. Los adultos que controlaban el mundo, ellos sí, leían y escribían. Tú no entendías bien qué era eso, ni te importaba demasiado porque te bastaba hablar. Los primeros relatos de tu vida entraron por las caracolas de tus orejas; tus ojos aún no sabían escuchar. Luego llegó el colegio: los palotes, los redondeles, las letras, las sílabas. En ti se ha cumplido a pequeña escala el mismo tránsito que hizo la humanidad desde la oralidad a la escritura. (§33)
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