sábado, 6 de marzo de 2010
Sigo millonario en Bing
Hoy he estado en Biescas, con mi padre que está flojillo, y viendo el desfile de hermanos que pasan cada uno con nuestro rollo. Bertita estaba, que hemos coincidido unas horas antes de que se volviese a Amsterdam con Franca y Nolan puestos. Antes he tenido ocasión de ir a llevar al pequeño Nolan, con su casco y su monopatín y sus primos (Victor el Poeta incluido), a la ex-piscina de Biescas, ahora pista de skate, a hacer unas probatinas. Bueno, Oscar que no tiene mucho equilibrio se ha pegado un culetazo. Ivo mientras practicaba tiro con un arco casero. Por cierto, hoy es su cumpleaños: le han caído, además de once, unas zapatillas de los tíos, "¡Gracias!" y se ha ido corriendo a zancadas con la caja bajo el brazo. Un personaje, Ivo.
Bien, que un momento que he tenido para curiosear en uno de los ordenadores que andan allí por las esquinas tirados, me he autogugleado o autobingeado en Bing, y veo que sigo teniendo una cantidad inexplicable de resultados de búsqueda: pasan del millón—en concreto, un millón setenta mil resultados de búsqueda. Sigue siendo versión beta, pero no sé si es suficiente explicación. Algunos catedráticos tienen menos resultados (XD).
E inesperadamente, la vecina me ha invitado a pasar a ver su piso, que yo estuve en un tris de comprar hace unos meses, porque caía al lado del de mis padres y quizá lo hubiera hecho... de no ser porque soy millonario sólo en resultados de Bing. Viendo el piso, valía la pena. Una lástima, pero como no reoriente mejor mis resultados, también la siguiente ocasión será una lástima. Creo que a este paso me quedo sin piso en mi pueblo, emigrante definitivo.
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