sábado, 5 de diciembre de 2009

Justificando esfuerzos (Dinámica de la zanahoria)


Más sobre la disonancia cognitiva según Cooper, Scher y Mirabile.

"¿Qué consecuencias tiene el que la gente trabaje duro—a veces hasta sufriendo—por alcanzar un objetivo? La teoría de la disonancia predeciría que cuanto más haya sufrido la gente por alcanzar las cosas, más les gustarán esas cosas. Imagínate que estás intentando que te admitan a un club, una fraternity, a una residencia masculina o femenina en la universidad. Te ves abocado a un complejo periodo de prueba lleno de diversas actividades difíciles o sonrojantes. El comportamiento, que requiere esfuerzo, es inconsistente con las actitudes generales que tiene la gente hacia el hacer cosas desagradables. Además, suponte que el club tuviera determinadas características auténticamente desagradables (por ej. los otros miembros son aburridos, la comida es mala, las fiestas son mediocres). ¿Cómo puedes responder a la disonancia producida entre el sufrimiento de la puesta a prueba, la actitud de que a uno no le gusta sufrir, y las características nada atractivas del grupo? Una manera de tratar con la disonancia es alterar tu percepción del grupo de modo que, para tus ojos, se convierte en el mejor club del mundo. El sufrimiento tendría sentido si se soportase para tener acceso al mejor grupo social del mundo" (68).

Aplicado a la Universidad, esto puede llamarse la dinámica de la zanahoria, visible en diversos ámbitos, pero que rige especialmente los desaforados anhelos por obtener un sexenio de investigación, o por ocupar una cátedra, aunque requiera orientar toda la actividad y vida profesional para convertirlas período de pruebas de estas fraternities, hipotecando otras prioridades. Quizá de ahí deriva en su mayor parte el poder simbólico de los catedráticos, en el proceso de selección para la fraternity, pues la diferencia de sueldo con los demás no es tanta, y en cuanto a capacitaciones docentes o investigadoras son básicamente las mismas que las de un profesor titular. La diferencia tiende a ser imaginaria; por eso son casos casi puros de la dinámica de la zanahoria—éste y el de la anxiety of sexenia. O los doctorados, fuera del ámbito en que los necesitas como requisito para tener una plaza.

El principio de la disonancia cognitiva explica cómo con muy poco coste se pueden movilizar esfuerzos notables, con sólo vender la moto correctamente... y castigar lo suficiente al personal por el camino hacia la zanahoria. Una vez obtenida ésta, será el fruto más delicioso y objeto de codicia de todos los que están sometidos a prueba—retroalimentando así la circulación de energías en el proceso. Deduzco que el castigo y apretura de tuercas son ventajosos en cierto modo, y sobre todo económicamente rentables. Pero hay un pero, claro. Lo malo es, precisamente, la manera en que se enfoca la atención hacia un objetivo que por definición no merece la pena, y genera unas dinámicas circulares bastante perjudiciales en un ámbito en el que la atención debería dedicarse a otros fines más interesantes y valiosos.

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