[Contexto: En pleno Proceso de Paz de ZP, el juez Grande Marlaska, recién entrevistado en El País tras su matrimonio homosexual, ordena la detención de unos etarras que transportaban los ingresos de la extorsión mafiosa, llamada "impuesto revolucionario" en círculos nacional-socialistas.]
-
¡Alfredo! ¿Y
ahora qué decimos?
- Mm…
- Igual lo
mejor es no decir nada. Yo hoy no voy al Congreso.
- Ya, pero
mira cómo está el patio. Estamos un poco pillaos.
- Pues
entonces sal tú. Tú sales y dices algo.
- Ya, un
momento, deja que piense. A ver. "El proceso de paz no se detiene". Eso
seguro.
- Hombre,
eso seguro. La gente quiere paz. Pero ¿Y las verificaciones? Ahí nos
han pillado bien, Alfredo.
- Bueno,
de eso… "La policía sigue actuando". Y "la judicatura". Oye, mira, no
hay mal que por bien no venga. Casi nos viene a huevo con lo de
Chapote. Unas detenciones ahora. Eso. Sí, ya lo tengo, mira, esto que
va al País: La dirección ha dado órdenes de parar, pero venían cobrando
con retraso. Lo que tenían encargado ya de antes. Cosas viejas. Los que
no están aún al día del proceso. A esos los detenemos. Por seriedad.
"La policía y los jueces siguen actuando. El proceso continúa". Oye, y
que cada palo aguante su vela.
- Ya, la
judicatura. La judicatura podría ser más comprensiva.
- Deja,
que nos viene a huevo. Con la judicatura, Federico pierde los
papeles.Ya le dimos soga con la entrevista del País, pues ahora que se
ahorque. Con estos temas no controla. Y la francesa masona, bueno, ni
te digo. Tranquilo que por ahí patinan.
- Sí, eso,
que se ahorque. Ah, a
Marlaska lo felicité, ¿sabes? Por su valor.
- No me
jodas.
- No,
hombre, por lo del matrimonio. Creo que me entendió. Oye, pues muy
bien, creo, lo de que eran cosas viejas. Así casi tenemos a Marlaska con nosotros,
y como que estábamos al loro de todo, y Eta de garante, vigilando. Todo
controlado. Vale, creo que por ahí sí puede ir bien.
- Bueno,
pues entonces salgo y digo eso.
- Oye, ¿Y
Otegi? Es que no sé si tragará. ¿Qué les decimos, cuando conversemos?
- Mira,
hay que tirar palante. Esta semana la necesitamos. Una semana mínimo.
Nosotros palante con decisión y deprisa, y el que pueda arrear que
arree. Por las cuentas que les trae. Oye, y si no le gusta el proceso
ni a Otegi, por mí que pete, a mí ya me la suda.
- Vale,
vale, pues nada, a aguantar el chaparrón y a correr. La semana que
viene ya hablamos.
- Sí, ahí
ya escampa, y seguimos. Voy a salir ahora.
-
¿Felicitas a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado?
- Hombre,
no, no te pases. Una cosa discreta. Que también iba a cantar demasiado.
—oOo—
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