Acabo de hacerme seguidor de Steven Pinker en
Academia.edu.
Allí pueden leerse muchos de sus escritos, entre ellos este artículo
sobre la indirección en el lenguaje, "The
Logic of Indirect Speech"—que
trata de manera algo más técnica (e in collaboration) algunas de las
propuestas más interesantes que desarrollaba en Pinker en The Stuff
of Thought. De Pinker y su teoría de los actos de habla indirectos hablé antes aquí: Teoría de la mente, indirección y negabilidad. Más grafico se ve en esta animación (literalmente digo que es gráfico y se ve). Y en esta conferencia repasa Pinker algunas de las principales cuestiones de The Stuff of Thought.
Ahora termino el repaso a The Stuff of Thought con algunas
notas sobre su último capítulo, "Escaping the Cave", que viene a
sintetizar las observaciones cognitivistas sobre el lenguaje hechas en
los capítulos precedentes. La perspectiva cognitiva sobre el lenguaje
revela que no es una herramienta neutra, sino la herramienta de una
especie que tiene maneras particulares de pensar, sentir e interactuar:
"Humans
construct an understanding of the world that is very different from the
analogue flow of sensation the world presents to them. They package
their experience into objects and events. They assemble these objects
and events into propositions, which they take to be characterizations
of real and possible worlds. The characterizations are highly
schematic: they pick out some aspects of a situation and ignore others,
allowing the same situation to be construed in multiple ways. People
thereby can disagree about what a given situation really is even when
they agree on how matter has moved through space.
Human characterizations of reality are built out of a recognizable
inventory of thoughts. The inventory begins with some basic units, like
events, states, things, substances, places, and goals. It specifies the
basic ways in which these units can do things: acting, going, changing,
being, having. One event may be seen as impinging on another, by
causing or enabling or preventing it. An action can be initiated with a
goal in mind, in particular the destination of a motion (as in loading
hay) or the state resulting from a change (as in loading a wagon).
Objects are differentiated by whether they are human or nonhuman,
animate or inanimate, solid or aggretage, and how they are laid out
along the three dimensions of space. Events are conceived as taking up
stretches of time and as being ordered with respect to one another."
(428).
Un buen resumen éste, aunque se echa de ver que aquí Pinker es en
cierto modo el man without qualities—
se echan en falta no sólo adjetivos y adverbios, en su retrato del
lenguaje (aunque comprendo que pueden verse como cuestiones adjetivas a
la parte más sustantiva)—pero también las valoraciones que introducimos
a cada paso a la hora de representar acontecimientos; no sólo
organizamos la realidad con cuestiones de perspectiva (como su ojo
golpeó mi codo)
sino con toda una colección de tintas evaluativas añadidas a
sustantivos, verbos, adjetivos y al posicionamiento de las entidades en
el discurso. Luego (432) habla Pinker de cómo todas las relaciones y
acciones adquieren una coloración emoicional, basada en la interacción
social y en la imagen ("face") que cada uno de nosotros proyecta y
quiere mantener en esa interacción. Como somos picajosos sobre nuestro
rostro social y relaciones, lo protegemos mediante la indirección (ver
arriba): para negociar o actuar, los humanos arriesgan su rostro, "As a
result they engage in hypocrisy and taboo, designed to preserve the
mutual knowledge that maintains a relationship even as they transact
business inconsistent with it" (432).
Pinker señala cómo nuestras propensiones cognitivas afectan a la forma
de categorizar individuos, de individualizarlos, de contarlos y
numerarlos, de concebirlos como agente o no agentes; y a las acciones
por su manera física de transformar los objetos o de actuar sobre ellos
de una u otra manera.
Me hace remitirme a la Metafísica de Aristóteles, que yo
siempre he creído (bueno, siempre... recuerdo oírme hacer en voz
alta esta observación sobre Aristóteles hace más de veinte años) que
era, sin saberlo, un tratado de semántica; Aristóteles hablaba del
lenguaje y de su manera de estructurar la realidad, cuando creía estar
hablando de la realidad misma. Es un importante predecesor de Pinker,
sin embargo, aunque no fuese plenamente consciente de que hacía
lingüística cognitiva. También me hace pensar en Bühler y otros
lingüistas que han sido conscientes de la importancia de los marcos de
referencia y de la interacción comunicativa a la hora de dar forma al
lenguaje y de organizar sus sistemas semióticos. Por ejemplo,
antes que los cognitivistas, fue
Bühler quien hablaba en los años 30 de
los marcos de referencia y coordenadas que orientan la representación
lingüística. Pinker lo expresa, claro, de modo mucho más plástico e
integrador. Para Pinker, por ejemplo,
"Humans
can align a reference frame with the earth, their bodies, or a
prominent object, and can mentally flip among these frames, allowing
them to reason about a figure's location in multiple ways. The
reference frames distinguish up from down and front from back, but are
unreliable in distinguishing left from right. (...)
Spatial
thinking is tailored to the demands of manipulating things, so it is
not defined by geometry alone, but to an intuitive physics of fitting,
supporting, containing, covering, and other ways that humans put
objects to use. (429-30)
Lakoff y Johnson, etc., y su idea de metáforas basadas en el cuerpo y
proyectadas al mundo no andan lejos. Y bueno, si ni la Metafísica
ni la Sprachtheorie
aparecen entre las referencias de Pinker, pero sin duda han inspirado
siquiera sea remotamente parte de la bibliografía considerable que éste
trasiega. Más me extraña que no cite más a Fauconnier y a Turner,
altamente relevantes para toda esta cuestión.
La representación del tiempo como espacio es otra de esas metáforas
básicas:
"Though
a continuous flow of time is the medium of our consciousness, that is
not how time is treated within the division of thought connected to
language. In that division, time is treated like a dimension of space,
and humans think of events as material laid along it. Time may be
thought of as a road on which we march, or as a parade that marches
past us. It is not measured with a stopwatch or calendar but divided
into discrete regions. (....) And like the mental tape measure, the
mental stopwatch is calibrated to human purposes. It runs differently
when an act is seen as voluntarily enacted and when it is seen as just
occurring, and it starts when actors exert their wills and stops when
they consummate their goals". (430)
Tiempo como espacio, pues, pero también tiempo como el espacio al
que da forma y estructura la acción humana, o "lo que pasa", pues
"Humans see some things as just happening and others as being caused"
(431), y así la causalidad es una importante perspectiva impuesta (o
sobrevenida) a las representaciones.
El lenguaje es un artefacto mental heredado que nos amuebla desde
dentro y nos condiciona—las palabras recibidas de otros:
"Every
human is both a producer and a consumer of these artifacts, most
notably when naming a child, and humans are ambivalent about their
roles in this network of influence, torn between desires to fit in and
to stand out" (431).
La perspectiva de Pinker es consistente con un enfoque
evolucionista y sociobiológico sobre la naturaleza humana, y por tanto
es un tanto "desmitificadora" e incluso desilusionante. Como E. O.
Wilson, participa Pinker de un empeño en lograr la consiliencia de las
ciencias humanas y de las naturales, y para ello parte de ubicar la
naturaleza humana en la naturaleza—comienza, de hecho, por argüir que
(frente a las tesis postmodernistas radicales que afirman la
plasticidad absoluta de la naturaleza humana, ésta existe, es
determinable y arrastra una historia. En palabras de E. O. Wilson,
"Human nature exists, and it is bot deep and highly structured" (Consilience,
p. 216). La naturaleza humana no es indeterminada o infinitamente
plástica o inagotable: es la que es, y puede delimitársela, perpectiva
para algunos potencialmente deprimente:
"Any
inventory of human nature is bound to cause some apprehension in
hopeful people, because it would seem to set limits on the ways we can
think, feel, and interact. 'Is that all there is?' one is tempted to
ask. 'Are we doomed to picking our thinkable thoughts, our feelable
feelings, our possible moves in the game of life, from a short menu of
options?" (432)
La angustia se remonta al mito de la Caverna en Platón: nos
podríamos cegar con la realidad de las cosas, más allá de las
representaciones en que vivimos "felizmente" aprisionados.
"In
these pages I have tried to lay out the major kinds of thoughts,
feelings, and social relationships that go into the meaning and use of
language. Are they the shadows on the wall of a cave in which our minds
are forever trapped? Many of the book's discussions raise this fear,
because they suggest that the machinery of conceptual semantics makes
us permanently vulnerable to fallacies in reasoning and to corruption
in our institutions." (433)
Pinker se sitúa así, según lo veo, en una honrosa tradición de
crítica al lenguaje y a los mitos aceptados, no sólo desde Platón sino
más específicamente desde Bacon en su crítica a los diversos ídolos de
la tribu, de la caverna, del mercado y del teatro.
Algunas falacias comunes del pensamiento y la conceptualización:
"People
are apt to think of an entity holistically, making them confuse
statistical differences between groups with absolute superiority of one
over the other. They think of possessions as physical commodities that
can be in only one place at a time, rendering them ill-equipped to
regulate a new marketplace of digital media. They conceive of motion as
being powered by an impetus transferred from an antagonist to an
agonist, leading them to misunderstand elementary physics (thinking,
for example, that a ball in flight has a force pushing it along).(1)
Their grasp of evolution is just as tenuous; even people who profess to
believe in Darwin's theory think that organisms change their traits in
response to a need (as if they were agents pursuing a goal) and that
all the members of a population evolve in lockstep (as if the species
had an essence that changed holistically). They think that human actors
are uncaused causes, and bring about effects with the immediacy of
billiard balls, with the result that a better understanding of causes
inside the brain, and a closer examination of the circuitious causal
structure of the world, can leave judges and juries befuddled. (433-34).
_____
(1). Esto es física aristotélica. Como observaba antes, Aristóteles es
un semantista naïf nato.
Pinker cree sin embargo que podemos susperar las limitaciones
inherentes a nuestras propensiones cognitivas, precisamente mediante el
uso creativo del lenguaje. En la perspectiva cognitiva, la metáfora (ya
hablaba Vico del pensamiento poético)
es una herramienta que permite a la cognición trabajar sobre sí misma:
"The metaphors are not just literary tropes but can capture deep
equivalences in causal networks, and perople use them not just to talk
but to reason" (435), y "the combinatorial nature of language and
thought allows us to entertain an explosion of ideas even though we are
equipped with a finite inventory of concepts and relations" (436).
Lejos de vernos supeditados al lenguaje en nuestra manera de pensar,
según suponía la teoría de Sapir-Whorf, esto asegura una flexibilidad y
multiplicidad de perspectivas en las representaciones lingüísticas. Y
tampoco hay una prison-house of language como sugerían amenazadoramente algunas tesis estructuralistas:
People
are not handcuffed to a asingle metaphor when thinking about something
but can switch among them, sifting them for the best match between the
relations among the concepts in the metaphor and the relations among
the things they are tryhing to understand. And this sifting can be
driven by a core intuition. People sense that their words are about
things in the world, and are not just definitions trapped in a
self-referential circle of terms (as we see in intuitions about the
semantics of names). In a similar way, people can think of propositions
as being objectively true or false, not just as things they supppose to be true or false (as we see in intuitions about the semantics of factive verbs like learn and know).
The intuition that ideas can point to real things in the world or can
miss them, and that beliefs about the world can be true or just
believed, can drive people to test their analogies for fidelity to the
causal structure of the world, and to prune away irrelevant features
and zero in on the explanatory ones". (437)
Así, todas las representaciones "folky" erróneas antes señaladas,
pueden reformularse o manipularse mediante nuevas representaciones,
nuevas metáforas, que no son sólo representaciones gratuitas, sino
teorías sobre el mundo que tienen efectos a la hora de conceptualizarlo
y actuar en él. (Pongamos por ejemplo, los servicios públicos no los paga el Estado, los pagamos todos,
u otros similares—ejemplo mío). La tendencia a pensar por los carriles
tradicionales es fuerte, y con frecuencia tendemos a revertir a ellos,
y a caer en todas las falacias del pensamiento. Por eso es importante
una educación que atienda al pensamiento científico y al análisis
científico del pensamiento—empezando por el lenguaje. Después de todo,
"The goal of education is to make up for the shortcomings in our
instinctive ways of thinking about the physical and social world"
(439). Y así concluye el libro, con una llamada de atención al interés
de la perspectiva cognitiva sobre el lenguaje:
"The
view from language shows us the cave we inhabit, and also the best way
out of it. With the use of metaphor and combination, we can entertain
new ideas and new ways of managing our affairs. We can do this even as
our minds flicker with the agonists and antagonists, the points and
lines and slabs, the activities and accomplishments, the gods and sex
and effluvia, and the sympathy and deference and fairness that make up
the stuff of thought." (349).
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