martes, 31 de agosto de 2010

A Tale of Leavings

En Field Notes from Elsewhere: Reflections on Dying and Living (2009), de Mark C. Taylor, está este capítulo sobre la última despedida de su padre, que me ha recordado la despedida para siempre del mío, hace bien poco: 

 

Life is a tale of leavings, not all of which end well. Paging through one of my notebooks recently, I stumbled on the following entry:  

 


July 10, 1992 A certain melancholy accompanies departures—especially when leaving alone for a foreign country. Often the sense of loss is stronger thatn the anticipation of gain. I suppose part of it is the solitude and the recognition of the isolation that lies ahead. But there is something else at work, for such departures often have as their last stop a visit with my father. I know he enjoys the visits, and yet I also realize that he dreads the partings. When you are eighty-four, you have suffered too many losses for leave-taking to be casual. I know how much my visits mean to him and yet they are difficult for me. It is depressing—terribly depressing—to watch him struggle with age. He will never get over my mother's death and seems convinced that his life ended with hers. With little to look forward to, there is nothing I can say to comfort him. He gets frustrated by the betrayal of his body. As I look at him , he is growing smaller, not just thinner but smaller—as if his body were slowly disappearing. Every death sentence ends with the contraction into a point. His shoulders are becoming rounded and his gait is steady but not as quick as it once was. Even more depressing than watching my father struggle with age is anticipating myself in his place. His days are long, his nights longer still. There is never enough conversation to fill the emptiness. In the midst of this silence, I feel guilty for not spending more time with him. But time seems too precious to spend sitting in New Jersey doing nothing. And yet, when I reverse the situation and think of what Aaron and Kirsten's visits mean to me, I have a sense of how important my trips are to him. Perhaps idleness and silent conversation are not a waste of time, but the most valuable way to spend it. Confronting—or at least acknowledging—such thoughts as I depart deepens the sense of loss and dislocation. I realize more and more that all departures are glimpses of the unavoidable departure toward which we are inexorably moving. (...) With the passing of years leave-taking becomes more and more difficult. For reasons I did not understand at the time, it was especially hard for me to leave my father that August. But the first hints of color were in the leaves, a new semester was beckoning, and there was work I thought had to be done. As I waved to him standing alone in the driveway, it would be the last time I should see my father alive. (... ) "Life becomes death, and it is as if this death has owned this life all along. Death without warning. Which is to say, life stops. And it can stop at any moment." 

 

 
 
—oOo— 

Ranks second?


En el directorio de Google, pues Google además de buscador tiene directorio, en la sección de bibliografías sobre literatura, resulta que estoy, por orden de PageRank, el segundo de la lista. Después de la MLA International Bibliography.

Quizá convenga aclarar que esta bibliografía, la MLA digo, está elaborada por la asociación de filólogos más importante del mundo, la Modern Language Association norteamericana—con todo una industria editorial a su servicio, y cientos de editores y colaboradores, en lugar de este señor con su ordenador portátil, trabajando single-handed a dos manos. Disculpen si pongo una notita para llamar la atención sobre el particular; después de todo esto es un blog (casi temático) llamado Vanity Fea.

Pero no sólo esto. La página de Google tiene dos opciones de visionado, por PageRank y alfabéticamente. Y por orden alfabético estoy el PRIMERO.

Daba por hecho yo que si bien mi bibliografía incluye la de la MLA, la de ellos no incluía la mía. De hecho hasta hace poco no tenían en cuenta recursos electrónicos, pero como han cambiado de política, les envío ahora mismo esta atenta solicitud:


Dear MLA editors:

I am the editor and website administrator of a free-access online resource for literary studies, /A Bibliography of Literary Theory, Criticism, and Philology,/ hosted by the University of Zaragoza (Spain), at the following URL:
http://www.unizar.es/departamentos/filologia_inglesa/garciala/bibliography.html

/A Bibliography (...)/ includes approximately 250,000 records, grouped under several thousand subject headings, on topics such as authors, literary periods and movements, concepts, schools, critical approaches, motifs, topics in cultural studies, etc.
The bibliography has already been listed as a recommended resource by such qualified institutions as the Library of Congress, Harvard University, Brown University, the M.I.T. library, the University of Chicago library, and many more worldwide.

I would very much appreciate its inclusion in the MLA bibliography (it is an exclusively web-based site, with no print edition). I look forward to your answer.

Best regards,

José Angel García Landa
Senior lecturer in English
University of Zaragoza (Spain)
http://www.unizar.es/departamentos/filologia_inglesa/personal/profesorado/garcialan/garcialan.htm

Pero vaya, me responden inmediatamente los editores como sigue—que ya me habían incluido (al parecer en su primera remesa de recursos electrónicos):

Dear Professor García Landa

You may be pleased to learn that we had already listed the online 12th ed ition of A Bibliography of Literary Theory, Criticism and Philology in the MLA International Bibliography database. Today I revised our record to note publication of the 15th editon.

Thank you for informing me of the update. Please don't hesitate to contact me when your Bibliography is revised again . Also feel free to send me notice of additional publications you may have authored.

 

 

Se las enviaré, vaya que sí.

Otra diferencia entre esa bibliografía de la MLA y la mía que también vale la pena mencionar, es que la mía es de acceso libre y gratuito, mientras que la de la MLA cuesta un pico suscribirse a ella a través de bases de datos institucionales, y así sólo la pueden consultar los universitarios que tienen la suerte de contar con ellas. ¿Que es mejor que la mía? Pues claro, pero quien algo quiere, algo le cuesta.

 
—oOo—

lunes, 30 de agosto de 2010

Centre for Narrative Research / NABS

Me suscribo a la lista de distribución por e-mail del Centre for Narrative Research, en la University of East London. Y me comunica una de las directoras que me van a poner un enlace a la bibliografía en su página de colaboradores y centros enlazados. Allí hay una lista de centros y contactos de interés para teoría narrativa.

—Y también me apunto a otra lista de correo sobre teoría narrativa, la de un instituto de la Universidad de Edinburgo, el Centre for Narrative & Auto/Biographical Studies.

 
—oOo—



domingo, 29 de agosto de 2010

Bridge over Troubled Waters

Estos días me bajo la guitarra a la playa y toco las canciones de siempre, las que siempre he tocado. Todo lo más añado al repertorio alguna de las que aún no tocaba pero siempre he oído, como ésta de Simon y Garfunkel, que tanto gustaba allá por los lejanos setenta.





Quizá cuando tenga setenta años toque las canciones de la primera década del dos mil. Esa que ya pasó.

sábado, 28 de agosto de 2010

Jerárquica mente (Niveles de intencionalidad y lectura mental)

 

En La Odisea de la Humanidad, Robin Dunbar especula con el desarrollo evolutivo de las capacidades mentales que caracterizan a los humanos.  Limitando un tanto el papel del lenguaje, pone más énfasis en otro fenómeno asociado a la humanización: la llamada Teoría de la Mente—término que se refiere a algunos aspectos de lo que en otras tradiciones de pensamiento se llama intersubjetividad.

 La experiencia humana tiene lugar en un espacio de comunicación intersubjetivo, en el que nuestro pensamiento está en constante imbricación con el de los demás, y de hecho consiste en gran parte en la interpretación y reconstrucción hipotética de los pensamientos de los demás. Todos somos un poco Profesor X, y vivimos inmersos en un proceso constante de lectura mental. Por supuesto, la representación de otras mentes también es una cuestión central para la teoría literaria y la narratología—De esto hablé algo en "Leyéndonos la mente" , y también en una serie de artículos sobre Topsight o perspectiva dominante en la comprensión de las situaciones.  Y también especulé un tanto sobre el origen simultáneo de la intersubjetividad humana y de la comunicación simbólica, en aquel artículo sobre "Interacción internalizada: El desarrollo especular del lenguaje y del orden simbólico".

Los fenomenólogos ya estudiaron la intencionalidad, y a ellos alude brevemente Dunbar. Intencionalidad en sentido amplio: referida no sólo a intenciones y planes, sino a cualquier tipo de estado mental relativo a la representación, "estados mentales como saber, creer, pensar, querer, desear, esperar, proponerse algo, etcétera." La intencionalidad tiene que ver para Dunbar con la consciencia reflexiva—está relacionada "con el hecho de ser consciente de los contenidos de la propia mente" (51), y en su dimensión intersubjetiva puede concebirse como "una serie de estados de creencia jerárquicamente organizada". Y pronto empiezo a disentir con algunos aspectos de su análisis:

"los ordenadores son entidades intencionales de grado cero: no son conscientes del contenido de sus 'mentes'. También algunos organismos vivos, como las bacterias (y quizá algunos insectos), son seres de grado intencional cero. La mayoría de los organismos que tienen algún tipo de cerebro probablemente son conscientes de los contenidos de sus mentes: 'saben' que tienen hambre o 'creen' que hay un depredador debajo de aquel arbusto. Se dice que estos organismos tienen un primer grado de intencionalidad." (51)

Aquí matizaría yo: no es lo mismo a) alimentarse, que b) tener hambre, y que c) saber que se tiene hambre. Un animal que tiene hambre tiene un grado de intencionalidad inferior al animal que sabe que tiene hambre, pues en este último caso ya estamos dando un paso más hacia la conceptualización y la consciencia reflexiva. Con respecto al caso del depredador, tampoco es lo mismo, supongo que convendría Dunbar, creer que hay un depredador porque se ha percibido alguna señal de su presencia, que temer que hay un depredador invisible porque se sabe que los depredadores se ocultan en arbustos. Este segundo proceso es mucho más elaborado, mentalmente hablando.

Y, por otra parte, quizá los grados de intencionalidad no estén tan bien definidos y acumulados  por inserción simple como haría pensar la exposición de Dunbar.

"Tener una creencia acerca de una creencia (o intención) de un tercero constituye un segundo grado de intencionalidad y constituye el criterio para la teoría de la mente. Jane cree que Sally piensa que la pelota está debajo del cojín. Jane tiene dos estados de creencia en mente (el suyo y el de Sally), de modo que la teoría de la mente es equivalente al segundo grado de intencionalidad.
     Haciendo la equivalencia, Peter quiere que Jane suponga que Sally cree que la pelota está todavía debajo del cojín. Sally está en el primer orden de intencionalidad, Jane en el segundo, y Peter, en el tercero. (Y según la terminología que veníamos usando, diremos que Peter tiene topsight o perspectiva dominante sobre la situación—JAGL). La sabiduría popular señala que los humanos adultos experimentan un límite máximo absoluto en un quinto o sexto grado con respecto a los niveles de intencionalidad que podemos plantearnos:
     Peter cree [1] que Jane piensa [2] que Sally quiere [3] que Peter suponga [4] que Jane pretende [5] que Sally crea [6] que la pelota está debajo del cojín." (51)

Nos perdemos, y es normal, dice Dunbar: la mayoría de las situaciones cotidianas tienen que ver con un segundo grado de intencionalidad, y en la práctica la gente llega a resolver problemas hasta un quinto grado de intencionalidad; menos de la mitad llegan a un sexto grado.... mientras que por ejemplo se resuelven sin gran dificultad problemas con siete grados de causalidad. Los esquizofrénicos, depresivos, autistas o personas con síndrome de Asperger tienen dificultades para tratar con la intencionalidad compleja—y también los varones, que según algunos tienen un punto de autistas:

"El psicólogo Simon Baron-Cohen ha argumentado que, en realidad, el autismo es un síndrome normal de los machos de nuestra especie, llevado al extremo en unos pocos individuos desafortunados, pero subyacente bajo la estructura mental de todos ellos". (57)

Dunbar sí arguye que las mujeres tienen más habilidades sociales y comunicativas y son más sensibles a los signos. Al parecer son estadísticamente más capaces de resolver problemas de segundo y tercer grado de teoría de la mente (58).

En la hipersociabilidad de nuestra especie, su hipersensibilidad a la intencionalidad ajena, puede encontrarse una de las raíces de la religiosidad, de la creencia en espíritus y en un mundo intencionalmente ordenado típica de los mitos creacionistas de todas las épocas. Nos equivocamos, atribuimos intenciones inexistentes a pseudo-agentes: al mar, al sol, a las tormentas—y también quizá sobreinterpretamos la intencionalidad de los animales. "De hecho, interpretar el comportamiento de otros organismos de este modo nos resulta tan natural que incluso atribuimos estados mentales a objetos del mundo inanimado" (58). (Más sobre esta raíz intersubjetiva y psicoevolucionista de la religiosidad puede verse en este post, "Programados para creer"). Dunbar concluye su libro con una especulación sobre el origen y papel de la religión como cohesionador social, como interpretación de la realidad, y como generador de fuertes emociones y experiencias de trascendencia. Las creencias religiosas son ilusorias, pero resultaron en su momento beneficiosas evolutivamente, y siguen desempeñando el mismo papel en las sociedades humanas, minorías racionalistas aparte.

Algunos casos de comportamiento maquiavélico entre los simios parecen sugerir a algunos estudiosos que tienen una elemental teoría de la mente, es decir, que son capaces de entender que los demás pueden tener falsas creencias y así manipularlos en beneficio propio. Dunbar explica numerosos experimentos que no le permiten dar una respuesta clara—y sin embargo parecería que muchos casos de interacción social compleja de los chimpancés y de algunos monos como los vervets o los macacos sí sugieren una capacidad de representación mental de varios niveles de mundos posibles representados en otras mentes. Eso sí, muy inferior a la de los humanos; entre los cuatro y los seis años los niños desarrollan una capacidad de comprensión de las creencias de otros que desbordan las de animales inteligentes como chimpancés o delfines:

"aun haciendo la interpretación más benevolente, una cosa parece clara: ni los chimpancés ni los delfines obtienen resultados que se acerquen a los resultados de los niños de seis años, que, en su mayoría, sí tienen teoría de la mente. Y, por mucho que los simios puedan hacer, sencillamente no están en la misma escala que un humano adulto en términos de la habilidad de resolución de problemas de un cuarto o quinto grado de intencionalidad" (64)

La teoría de la mente es una propiedad emergente de una capacidad mental mucho más básica: la imaginación, la capacidad de desligarse de las circunstancias inmediatas y construir un esquema mental de algo que no está presente. Los animales viven inmersos en el aquí y ahora: carecen de la capacidad para trazar planes complejos y para representarse las consecuencias de distintas vías de acción—excepto a un nivel bastante simple, habría que matizar. Es esta capacidad de representación mental, o de imaginación, la que nos separa más de ellos. La parte del cerebro que más se ha desarrollado en la evolución de los primates, señala Dunbar, es la anterior: los lóbulos frontales responsables de la mayor inteligencia de simios y humanos:

"Existe una correlación entre la dimensión de los grupos sociales de los primates y el volumen del neocórtex que presentan que señala que fue la necesidad de afrontar el complejo mundo social en el que vivían lo que los llevó a desarrollar cerebros más grandes" (75)

Dunbar quizá subestime el papel del lenguaje (un sistema de representación social al fin y al cabo) como parte de ese universo social; y quizá en teorías como la de Bickerton sobre el desarrollo del lenguaje se eche en falta un mayor énfasis (como el que sí pone Dunbar) en el desarrollo de la teoría de la mente necesaria para la interacción social típicamente humana.

Por métodos estadísticos se puede hacer una estimación sobre la correlación entre el volumen cerebral y el desarrollo de una intencionalidad compleja en nuestros antepasados:

"Esto sugiere que el tercer grado de intencionalidad apareció por primera vez en el Homo erectus, hace unos dos millones de años. El cuarto grado de intencionalidad, sin embargo, no debió de aparecer hasta hace aproximadamente quinientos mil años, cuando el arcaico Homo sapiens (nuestra propia especie) entró en escena. Como el tamaño del cerebro continuó creciendo considerablemente en el linaje humano, el quinto grado de intencionalidad debió de haber surgido bastante rápido." (78)

Unos doscientos mil años atrás, lo sitúa Dunbar.

Un capítulo interesante de La Odisea de la humanidad está dedicado a las culturas animales—repasa Dunbar las distintas modalidades  de recolección de las hormigas y de uso de herramientas que tienen los chimpancés según la población a la que pertenezcan; esto son desarrollos culturalmente transmitidos, por elementales que sean. Pero el desarrollo cultural avanzado y la transmisión del mismo requieren del lenguaje y de una capacidad intencional superior a la que tienen los simios. Y aquí introduce Dunbar un ejemplo shakespeareano de cómo la comprensión cultural humana requiere una elaborada intencionalidad jerarquizada:

"Cuando escribió Noche de reyes, Shakespeare pretendía [1] que su público se diera cuenta [2] de que el muy ridiculizado Malvolio creía [3] que su señora Olivia quería [4] casarse con él en lugar de que fuera su mayordomo (los niveles intencionales están marcados numéricamente). Y, cuando escribió Otelo, lo que quería [1] era que su público comprendiera [2] que el moro creía [3] que Yago, un hombre a su servicio, era honesto con él cuando declaraba saber [4] que su amada Desdémona amaba [5] a Casio.  Los esfuerzos  literarios de Shakespeare llegan a un cuarto—e incluso un quinto—grado de intencionalidad, y las pruebas de cinco niveles de intencionalidad, como hemos visto en el capítulo 3, son complicadas incluso para los seres humanos de inteligencia superior a la media. Aun si un chimpancé pudiera hablar, no podría seguir las circunvoluciones de la trama, por más que para comprenderlas se requiera un nivel menos de intencionalidad de los que necesitó el gran bardo para escribirla. No hay indicios de que niveles de intencionalidad por encima del segundo excedan el ámbito estrictamente humano" (156)


Como he dicho antes, dudo que la cosa funcione así exactamente. Aun aceptando la utilidad analítica provisional de la teoría de los niveles de intencionalidad simplemente "acumulados" o superpuestos. Una cuestión es que algunos comportamientos de primates descritos por el propio Dunbar parecen sugerir una intencionalidad más compleja—pero en eso no entraré. Más en lo mío, haré una observación sobre la estructura intencional de las obras literarias.

La descripción que hace Dunbar de los niveles de intencionalidad involucrados en la comunicación literaria es, me parece, inadecuada. No creo que en la práctica puedan superponerse los niveles del modo sencillo presupuesto aquí. Más bien funciona la intencionalidad en forma de paquetes complejos, orquestados convencionalmente mediante géneros comunicativos y esquemas situacionales. Estas estructuras organizativas permiten a los comunicantes manejar una compleja estructura intencional sin ser conscientes en cada momento de cada uno de los niveles de intencionalidad involucrados en ella—que vienen por así decirlo ya por defecto con el género usado o el marco comunicativo. (Más sobre marcos en mi comentario a la teoría de la organización social de Erving Goffman).

Obsérvese que en Noche de Reyes la situación es mucho más complicada de lo dicho hasta ahora: Maria y Sir Toby preparan una trampa para que Malvolio crea que Olivia le ama, y la escena es divertida precisamente porque la vemos a través de los ojos de los intrigantes que controlan la escena... y a la vez por encima de su hombro. Con lo cual los niveles de intencionalidad se multiplicarían. Tenemos que suponer que el público disfruta viendo cómo Malvolio actúa manipulado por un mensaje que ha encontrado, supuestamente escrito por Olivia. Pero nada más tender esa trampa ya presupone toda una serie de niveles de intencionalidad: el espectador observa cómo Maria planea que Malvolio creerá que Olivia le ama. También la actuación de Maria parece guiada por un plan cuyo objetivo último no es sólo ridiculizar a Malvolio, sino también seducir a Sir Toby. Los disfraces de Viola aún dan lugar a situaciones más complicadas: Shakespeare diseña una situación para que el espectador disfrute viendo cómo Olivia cree que está casándose no con Sebastian sino con Cesario—situación divertida para el espectador porque Cesario oculta una identidad secreta (la de Viola, gemela de Sebastian)—con lo cual no sólo es divertida la confusión de Olivia como tal, sino también es divertido lo que Olivia cree que sucede y en realidad no está sucediendo, por suerte para ella, porque si no estaría casándose con una mujer... etc.

A lo que voy: en esta descripción de las complicaciones intencionales de Shakespeare, estamos dando por supuesto, y ni siquiera mencionando, la estructura intencional de toda representación dramática. El espectador no ve directamente a Viola disfrazada de Cesario, puesto que no está en Iliria—sino que ve a un actor (o actriz) disfrazado de Viola disfrazada de Cesario. La actuación dramática presupone un nivel más de intencionalidad no mencionado en el análisis de Dunbar, y es uno de esos package deals intencionales a que aludíamos (la prueba de que se presupone, es que ni siquiera se le ha mencionado en el análisis). Lo mismo sucede con el uso de la palabra: el lenguaje es de por sí un complejo sistema intencional, y más cuando entramos en las complejidades de usos figurados del lenguaje, ironía, actos de habla indirectos, etc. Tampoco esta compleja intencionalidad lingüística es mencionada en el análisis de Dunbar.

¿Cuántos niveles de intencionalidad, contados uno a uno, habría en una frase de Twelfth Night pronunciada por Viola-Cesario, o por un muchacho interpretando el papel de Viola-Cesario, si esa frase es figurativa? Por ejemplo, esa de que soy todos los hijos de la casa de mi padre... frase que, pronunciada para desorientar a Orsino, es sin embargo inadvertidamente irónica, puesto que el gemelo de Viola, Sebastian, no se ha ahogado como cree Viola, y ya ha reaparecido para el espectador.  Si empezamos a contar, quizá nos plantemos en doce o catorce niveles de intencionalidad. Demasiado para un primate: y es que uno de los grandes inventos del primate humano ha sido la orquestación compleja de la intencionalidad en esquemas, marcos, géneros... de tal manera que se pueda gestionar sin necesidad de suponer una consciencia sobrenaturalmente potente y atenta, ni un lóbulo frontal del tamaño de una sandía.

Un caso en el que se aprecia la posible complejidad, y a la vez la sencillez, de las estructuras intencionales complejas, es el caso de la inserción narrativa múltiple. Los niveles de intención descritos por Dunbar recuerdan al caso arquetípico de relato dentro del relato: el narrador A introduce al personaje B que narra una historia en la que el personaje C narra una historia en la que el personaje D narra.... Aquí nos encontramos pronto con el límite que señala Dunbar, de sólo unos pocos niveles que caben en la consciencia si han de estar activos. Pero estas narraciones presuponen también la intencionalidad compleja de la comunicación lingüística, y más en concreto de la ficción literaria—con un autor implícito y un autor histórico, además del mencionado narrador. Aquí la estructura de la comunicación literaria es como el andamiaje presupuesto en el que se juega la complejidad de los diversos niveles narrativos, pero ese andamiaje que sujeta la estructura intencional compleja también es, a su vez, una estructura intencional compleja. Hay obras literarias que sacan gran partido a la inserción narrativa múltiple. El Quijote puede ser un ejemplo, pero también el Manuscrito encontrado en Zaragoza de Potocki, en el que los niveles narrativos son complicados de seguir, y la narración de un personaje se interrumpe con frecuencia para darnos paso a un nivel que ya habíamos olvidado de momento. John Barth lleva esta estructura a límites paródicos y grotescos en su cuento "Menelaiad", de Lost in the Funhouse. La inserción enunciativa, por cierto, no es sino una de las maneras en que se puede introducir un nivel ontológico en el seno de otro (ver "Enunciación, ficción y niveles semióticos en el texto narrativo").

Este verano de 2010 tenía gran éxito la película Inception, basada en una forma similar de inserción narrativa múltiple—en este caso, sueños dentro de sueños, a los que se puede tener acceso y que son compartidos por los personajes. Como en el caso del Manuscrito encontrado en Zaragoza o de la Menelaíada, parte de la dificultad de seguir el argumento de la película consiste en mantener los distintos niveles de inserción ordenados y diferenciados. Es una especie de gimnasia mental a la que nos retan algunos artistas—pero estas construcciones de intencionalidad compleja ya se edifican sobre otros andamios intencionales preexistentes, que pasan a ser confundidos con terreno sólido. El mundo humano que habitamos está hecho de intencionalidad compartida, y es difícil siquiera concebir un terreno firme que pisar que no esté ya estructurado por las intenciones intersubjetivas que nos permiten explorarlo. Podemos entender que a esto se refería Derrida cuando decía que no podemos ver el lenguaje desde afuera.

En suma, que en la práctica no podemos distinguir claramente un primer nivel de lectura mental de un segundo, porque en el mundo humano ya estamos, de entrada, en un mundo intencionalmente estructurado, un mundo en el que siempre estamos ya leyendo las mentes de los otros sin saber que lo que leemos son mentes.  Paseamos por un paisaje mental sin darnos cuenta, y creemos que es el mundo exterior— así como sin enterarnos leemos nuestra propia mente como si fuera nuestra sin más, y no estuviese ya surgiendo en un mundo de sentido compartido.

(PS: Una versión alternativa de este razonamiento, en el lenguaje cognitivista de Mark Turner, puede leerse en su artículo "The Scope of Human Thought".



 
-oOo-

viernes, 27 de agosto de 2010

Still Walking

 

Still Walking (Aruitemo aruitemo, 2008) es una excelente película japonesa, escrita y dirigida por Hirokazu Kore-eda. Recomiendo verla a todo el que tenga esa cosa llamada una familia, porque de relaciones familiares va la cosa, de las generaciones y el paso de los años, de las relaciones entre padres e hijos, cuando los padres ya se vuelven abuelos, de las miradas al pasado que se arrastra, y de la muerte que anda cerca, de la ausencia que ya se ha instalado de alguna manera entre los presentes.

Me ha recordado mucho a mi propia familia, no tanto por coincidencias uncanny, sino por la maestría de Kore-eda, que encuentra aquí, en una familia muy concreta, con unas personalidades inconfundibles e irrepetibles, y excelentemente retratados todos, el elemento de universalidad que la une a todas las familias. Porque todos pasamos por el trance de hacernos mayores cuando somos niños, de hacernos mayores en el sentido políticamente correcto del término, luego—o sea, envejecer, ir perdiendo a los hijos de vista, excepto para visitas ocasionales, ir sobrellevando las desgracias y tragedias que aunque están en el pasado siguen muy presentes, y forman ya parte de los sobreentendidos familiares—en esta familia están todas las familias (y sí, también la mía). Recomiendo ver la película, desde luego, aunque puede ser una experiencia dura así entre líneas y como quien no quiere la cosa. No hay gore, ni desgracias, ni gritos ni escenas violentas, nada—todo es muy tranquilo, muy cotidiano, muy japonés y muy tradicional. Pero al poco rato de verla parece que estás con gente que has conocido toda la vida—esa gente precisamente que has conocido toda la vida. Es una obra maestra del detalle, de la penetración psicológica y de la sutileza. Y sí, en efecto se parece mucho a Tokyo Story de Ozu, pero es mucho más absorbente, intensa y ligera a la vez.

 



Los abuelos viven cerca del mar, en un paisaje japonés que parece talmente Galicia, en la vieja casa de toda la vida, toda paneles corredizos, mobiliario viejo, y montones de chismes acumulados. La ocasión de la película es la visita a casa de los padres de un hijo y una hija con sus familias respectivas; el protagonismo mayor se lo lleva la familia de Ryo, el hijo segundo, que hace poco se ha casado con una joven viuda, Yukari. Ella y el hijo de ella lo acompañan en la visita un tanto problemática—habrá mucha ocasión para observar al detalle las relaciones a la vez cercanas y distantes entre familia carnal y política. La hija y yerno tienen una parejita; son todos simpáticos y tratables, el yerno discreto ha aprendido a quitarse de enmedio y se echa la siesta todo el día o se va de paseo con los chavales; la hija Chinami es un encanto (como Yukari por otra parte), cariñosas, atentas, despiertas y observadoras—hay planes de que Chinami y el yerno se muden a casa de los padres para ayudarlos ahora que son viejos, pero una de las cosas que se descubren a lo largo de la película es que después de todo ni el abuelo ni la abuela quieren volver a tener gente en casa. 

El abuelo es un viejo médico jubilado, extremadamente orgulloso, caprichoso, irritable e impaciente, hasta la mala educación con frecuencia. Son una vieja pareja que vamos conociendo poco poco, hasta que al final ni él parece tan malo ni ella tan buena: la abuela que está todo el día dedicada a la cocina y a la familia esconde una colección de resentimientos que la llevan a cometer pequeñas crueldades o venganzas casi invisibles, en realidad bastante inofensivas. Tanto el abuelo como la abuela viven colgados del pasado, del hijo mayor que perdieron, Junpei, el que iba a continuar la tradición del padre haciéndose médico—y más pendientes están de él hoy, que es el día de su aniversario, para lo cual se ha reunido la familia. Hay varias ceremonias shintoístas alrededor de un altarcillo con su foto, y el ausente está realmente muy presente. Murió salvando a un chaval vecino de ahogarse... y se ahogó él. Hoy les visita como cada año ese vecino, un hombre joven poco agraciado, gordo, nervioso y sudoroso, sin pareja ni perspectivas de trabajo. Les expresa como cada año su agradecimiento a su salvador Junpei... es una escena entre grotesca y sentimental, y el visitante provoca las risas de los niños. Sobre todo cuando el abuelo comenta que el mundo no es justo, visto que por este mierda se ahogó mi hijo. "Papá, aún es joven, aún puede encontrar trabajo", le dice su hijo Ryo (parado vergonzante él)... A Ryo, el hijo segundo, ahora el mayor, le da pena este ritual, pena por el superviviente—pero descubre que su madre piensa invitarlo todos los años precisamente para que sufra.

La abuela también lo atormenta a él, a Ryo, haciéndole que se bañe al estilo tradicional con su "hijo"—y es que no es su hijo, se ha casado el segundo con una viuda con niño, mantienen ante los padres la ficción de hacerse llamar "papá" e "hijo" cuando en realidad siempre se llaman por su nombre... y ni el abuelo ni la abuela los consideran de la familia, a la viuda Yukari y al niño, y se lo dejan ver entre líneas a Yukari en multitud de ocasiones. Este hijo Ryo, al contrario que la hija mayor, tiene una relación difícil con los padres: se siente fracasado, comparado con su hermano mayor difunto, que era el favorito—Ryo no está a la altura, no pudo hacerse médico, ahora mismo está en paro, su hijo no es hijo suyo, tiene esposa "de segunda mano"—es curioso lo extremadamente tradicionales que son para algunas cosas, estos japoneses de clase media. No está presente en el aniversario la viuda de Junpei el hijo mayor, a la que han perdido de vista desde hace años ("si hubiesen tenido niños podríamos invitarla"... etc.). 

Se ven fotos familiares, se hacen discretamente preguntas indiscretas, se estudian planes de futuro, se tantean momentos de familiaridad y de comunicación, que con frecuencia llegan a un callejón sin salida... por ejemplo, el tema de que Ryo está en paro no debe mencionarse ante sus padres, y va manteniendo la ficción bien que mal. Su cuñado le quiere vender un coche, un monovolumen "ahora que tiene familia", y debe fingir que no le interesa. Vaya, su madre quería que sus hijos la paseasen en coche, la visita al cementerio se le hace cuesta arriba. Allí van todos también a hacer más rituales. Todo esto le trae a la cabeza a la joven viuda casada al que fue su marido, parece que guarda algún secreto recuerdo de él que no airea mucho—a estas japonesas jóvenes les va mucho lo de suavizar las relaciones, que ya bastante difíciles son los hombres... Le dice a su niño que visitarán la tumba del padre muerto.

La abuela había hecho una cosa muy rara que ha impresionado al chico: había entrado una mariposa por la noche, y la abuela se ha emocionado toda, diciendo que igual era el alma de su hijo que les visitaba, y en efecto se posa la mariposa en el retrato de Junpei el Ausente... Bah, tonterías, supersticiones, dice el abuelo, y Ryo el hijo mayor pero no primogénito coge la mariposa y la suelta a la noche, la ven irse... La abuela se va a dar un baño, también ella, emocionada. 

Ha tenido también una pequeña venganza contra su marido, sin que nadie se entere: hablando de recuerdos personales, les pone una canción "que le trae recuerdos", una de los sesenta... todos imaginan que de los tiempos en que el abuelo era rómántico, "Bah, no tiene nada que ver conmigo", dice él, siempre desaborío—pero luego nos enteramos los espectadores de que era la canción que le gustaba a una amante que tuvo el abuelo, y que la abuela le va dando recordatorios a veces, no olvida y perdona sólo a medias.

Las viejas parejas afinan sus rituales comunicativos, y también las familias—muchos mensajes se envían de modo no explícito, signos y símbolos que sólo los avezados pueden leer bien. Los niños observan todo esto, especialmente el pequeño falso nieto—que encuentra un lugar ambiguo en la casa, con sus primos y sus abuelos. Los muertos nunca se van del todo, le dice al niño su madre Yukari, comentando la escena de la abuela y la mariposa. Tu padre está en ti, dentro de ti—le dice que está hecho mitad de él, mitad de ella. —¿Y Ryo?, pregunta el niño. Bueno, de él también, con el tiempo, también se irá haciendo de él, le dice su madre....

La familia de la hermana se volvieron para casa en el día mismo; los de Ryo su hermano se quedan a hacer noche en casa de los padres, con resultados agridulces. Los abuelos investigan si esta pareja van a tener hijos propios o no... la madre ni lo espera ni lo quiere, y se lo deja semiclaro a la nuera. Es más fácil divorciarse si no hay hijos de por medio. Los vemos pasear al día siguiente hasta el mar, al falso padre y al falso hijo, con el abuelo, y el viejo se ablanda un poco, le habla a su hijo de ir al estadio juntos, de llevar al chaval... como lo llevó a él cuando era niño.

Pero no se dará el caso. Al final de la película vemos una visita años después de Ryo y familia: pero vienen en coche, han prosperado algo... y tienen una niña, además del chaval ya adolescente. Visitan el cementerio, a hacer los rituales familiares: el abuelo murió al poco, y la abuela pocos años después. Nunca fuimos al estadio juntos con mi padre, y por fin nunca paseé a mi madre en coche. (Siempre acaba pasando así, le digo a mi esposa).

Será casualidad, pero esta noche ha tenido lugar la primera visita o aparición de mi padre, tras su muerte. En un sueño, claro, ha sido—el hombre no tenía ninguna intención de asustarme. De hecho, acababa yo de hablar por teléfono con mi madre, dando por hecho que estaban lejos, los dos, en el pueblo seguramente—pero al poco rato entraba mi padre por el cuarto, trayendo unos papeles, a preguntarnos qué tal nos encontrábamos. Y estábamos bien, era una visita normal, sólo pasaba por allí, a saludar, aunque mi padre siempre se fija en las cosas más de lo que parece, con su fama de distraído. Bien, pues luego resulta que, más adelante en el sueño, no me casaban las fechas, y me entraba la sospecha de que cuando hablé con mi madre por teléfono mi padre ya estaba muerto—¿y entonces, esa visita? ¿Me había olvidado yo de que se había muerto, cuando vino, o no lo sabía aún? Era urgente examinar los papeles, ver si se me confundían las fechas, o si efectivamente había venido a vernos una aparición cotidiana—iba a decir y no mi padre, pero de eso nada, porque aparición o no, era mi padre el de siempre. Pero las fechas estaban confusas, no quedaba claro al examinar los papeles cuándo habían sido escritos, o quizá no se encontraban. 

Esa era la aparición de esta noche, a vision in a dream supongo que podría decirse. Otro tipo de apariciones no espero, pero ¿apariciones, así en general? Haberlas, claro que las hay, en Japón y aquí.













 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
—oOo—


jueves, 26 de agosto de 2010

PareceQueAunLeFaltaUnToquecilloParaPerfe



%20%20%20%20%20%3Cp%3E%3Cblockquote%3E%3Ci%3E%22Probando%2520el%2520nuevo%2520desarrollo%2520del%2520navegad%0A%0A%0A%2520%2520%2520%2520%2520%253Cp%253E%253Cblockquote%253E%253Ci%253E%2522Me%2520acuerdo%2520de%2520una%2520p%25C3%25A1gina%2520web%2520que%2520se%2520presentaba%2520chistosamente%2520titul%25C3%25A1ndose%2520%2522Internet%2520empieza%2520aqu%25C3%25AD%2522%25E2%2580%2594como%2520si%2520en%2520la%2520Web%2520hubiese%2520alg%25C3%25BAn%2520punto%2520de%2520entrada%2520o%2520portal%2520privilegiado.%2520(La%2520idea%2520misma%2520de%2520%2522portal%2522%2520contiene%2520el%2520mismo%2520chiste,%2520con%2520menos%2520autoiron%25C3%25ADa).%250A%250AAcabo%2520de%2520leerme%2520ahora%2520Electronic%2520Literature:%2520What%2520Is%2520It?%2520de%2520N.%2520Katherine%2520Hayles,%2520muy%2520interesante,%2520c%25C3%25B3mo%2520no,%2520pero%2520que%2520me%2520ha%2520producido%2520una%2520sensaci%25C3%25B3n%2520parecida,%2520como%2520si%2520no%2520acabase%2520de%2520captar%2520la%2520medida%2520en%2520que%2520la%2520web%2520ha%2520transformado%2520el%2520concepto%2520de%2520literatura%2520electr%25C3%25B3nica.%2520O%2520m%25C3%25A1s%2520bien%2520como%2520si%2520estuviese%2520acot%25C3%25A1ndolo%2520en%2520una%2520fase%2520(la%2520de%2520los%2520hipertextos%2520autocontenidos)%2520ya%2520superada.%2520Como%2520est%25C3%25A1%2520superada%2520(y%2520a%2520la%2520vez%2520conservada)%2520toda%2520la%2520literatura%2520por%2520Internet,%2520donde%2520se%2520realiza%2520plenamente%2520el%2520ideal%2520de%2520poem%2520unlimited%2520o%2520de%2520jard%25C3%25ADn%2520de%2520senderos%2520que%2520se%2520bifurcan,%2520partiendo%2520de%2520cualquier%2520enlace,%2520por%2520ejemplo%2520de%2520cualquiera%2520de%2520estos%25E2%2580%2594de%2520%25C3%25A9ste,%2520pongamos.%250A%250AUn%2520blog%2520vendr%25C3%25ADa%2520a%2520ser%2520una%2520especie%2520de%2520modelo%2520reducido,%2520o%2520a%2520escala,%2520de%2520ese%2520laberinto%2520que%2520es%2520la%2520red,%2520o%2520una%2520traves%25C3%25ADa%2520determinada%2520del%2520mismo.%2520Traves%25C3%25ADa,%2520o,%2520a%2520veces,%2520inmersi%25C3%25B3n%2520sin%2520salida%2520posible.%2520Ahora%2520paso%2520a%2520leer%2520%2522The%2520Labyrinth%2520Unbound:%2520Weblogs%2520as%2520Literature%2522%2520de%2520Steve%2520Himmer.%250A%250ATodo%2520es%2520un%2520c%25C3%25B3digo%2520secreto%250A%250A%250A%250A%250A%2522%253C/i%253E%253C/blockquote%253E%253C/p%253E%2520%2520%2520%2520%2520Probando%2520el%2520nuevo%2520desarrollo%2520del%2520navegador%2520Firefox:%2520la%2520aplicaci%25C3%25B3n%2520Reframe%2520It,%2520que%2520permite%2520hacer%2520comentarios%2520p%25C3%25BAblicos%2520sobre%2520cualquier%2520p%25C3%25A1gina.%2520En%2520ese%2520sentido%2520se%2520parece%2520a%2520Google%2520Sidewiki,%2520y%2520comparte%2520sus%2520principales%2520ventajas%2520y%2520limitaciones.%2520Los%2520comentarios%2520son%2520p%25C3%25BAblicos%2520y%2520van%2520vinculados%2520a%2520una%2520p%25C3%25A1gina%2520determinada,%2520con%2520lo%2520cual%2520podr%25C3%25ADamos%2520decir%2520que%2520toda%2520la%2520web%2520se%2520convierte%2520as%25C3%25AD%2520en%2520un%2520blog,%2520con%2520posibilidad%2520de%2520interacci%25C3%25B3n,%2520desarrollo%2520lineal%2520y%2520comentarios%2520aun%2520en%2520las%2520p%25C3%25A1ginas%2520dise%25C3%25B1adas%2520como%2520est%25C3%25A1ticas%2520por%2520su%2520administrador.%2520Por%2520otra%2520parte,%2520el%2520administrador%2520pasa%2520a%2520ser%2520Google%2520en%2520el%2520caso%2520de%2520Google%2520Sidewiki,%2520y%2520Reframe%2520It%2520(supongo)%2520en%2520el%2520caso%2520de%2520Reframe%2520It.%2520Pero%2520es%2520una%2520administraci%25C3%25B3n%2520distante%2520y%2520lejana,%2520casi%2520virtual.%2520El%2520inconveniente%2520mayor%2520es%2520que%2520la%2520vinculaci%25C3%25B3n%2520de%2520los%2520comentarios%2520a%2520la%2520p%25C3%25A1gina,%2520y%2520su%2520visibilidad%2520misma,%2520s%25C3%25B3lo%2520existe%2520para%2520quienes%2520usen%2520el%2520mismo%2520sistema%2520inform%25C3%25A1tico.%2520En%2520realidad%2520es%2520lo%2520que%2520sucede%2520con%2520toda%2520aplicaci%25C3%25B3n%2520cibern%25C3%25A9tica,%2520s%25C3%25B3lo%2520existente%2520en%2520su%2520contenido%2520para%2520quienes%2520la%2520usan%25E2%2580%2594%2520s%25C3%25B3lo%2520que%2520aqu%25C3%25AD%2520esto%2520se%2520da%2520en%2520un%2520segundo%2520grado,%2520dando%2520lugar%2520a%2520subcomunidades%2520de%2520usuarios%2520de%2520estos%2520programas%2520dentro%2520de%2520la%2520comunidad%2520de%2520la%2520web.%253Cbr/%253E%250A%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520%2520Comment%2520posted%2520on%2520%253Ci%253E%253Ca%2520href=%2522http://reframeit.com/c/1V5_Zm7dTOO%2522%253EBlog%2520de%2520notas%2520de%2520JAGL%25202010-8%253C/a%253E%253C/i%253E%2520at%2520www.unizar.es%2520using%2520%253Ca%2520href=%2522http://reframeit.com%2522%253EReframe%2520It%253C/a%253E%22%3C/i%3E%3C/blockquote%3E%3C/p%3E%20%20%20%20%20PareceQueAunLeFaltaUnToquecilloParaPerfeccionarlo.DiriaYo.%3Cbr/%3E%0A%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20%20Comment%20posted%20on%20%3Ci%3E%3Ca%20href=%22http://reframeit.com/c/3uK72QGG6sz%22%3EVanity%20Fea%3C/a%3E%3C/i%3E%20at%20vanityfea.blogspot.com%20using%20%3Ca%20href=%22http://reframeit.com%22%3EReframe%20It%3C/a%3E


El escondite

 


 

Me leo El Escondite, novela de Trezza Azzopardi (2000)—sobre vergüenzas y malos rollos familiares. Bastante malos; versa sobre una mísera familia de Cardiff, los Gauci, con esposa e hijas de un inmigrante maltés. Si no la hubiese escrito un persona de la comunidad, podría leerse como un elegante panfleto contra la mugre mental de la comunidad inmigrante; viniendo de una insider supongo que no se lee así. (O quizá con más razón). 

El paterfamilias, Frankie, es un impresentable bien plantado, jugador, violento, cruel e irresponsable. Acaba robando a su socio, y fugándose, dejándolo que se ahogue en el barro del puerto tras un forcejeo, cuando sale corriendo a pedirle lo que se ha llevado. Desaparece de su familia, y su mujer, prostituta extraoficial, depresiva y con tendencias suicidas, es incapaz de cuidar a la recua de hijas que tienen. Las dan en adopción, y la narradora, Dol, no vuelve a ver a su familia en treinta años. Era la pequeña de la casa, muy pequeña por entonces—y va rememorando la historia y el ambiente de su infancia con ocasión de haber recibido la noticia de la muerte de su madre. La primera parte de la novela narra la infancia, sin ninguna referencia al presente de la narradora, y distinguiendo poco entre lo importante y lo irrelevante—como visto a través de los ojos de una pequeña. 

 Allí va trasluciendo la historia de la problemática relación de la niña con la familia, y una circunstancia importante que la marcó, literalmente: se quemó en un incendio, en esa casa de dejadez, quedándole deshecha una mano. La segunda parte narra el reencuentro con personajes tan desagradables como su hermana Rose, que treinta años después vuelve a llamarla la Lisiada, sin la menor autocrítica, y sin que eso parezca afectar a la narradora. 

 Más le ofende su hermana mayor, Celesta, que ha querido dejar el pasado atrás y lleva una vida convencionalmente respetable. La narradora le reprocha que no cuidase más de ellas siendo la mayor, que sólo pensase en bailar como una idiota, allá en los años sesenta... pero Celesta era una cría, irresponsable como todos allí, parece mucho pedirle. Recuerda con cariño a su hermana Fran, vapuleada por su padre, y aficionada a las autolesiones, y a lesionarla a ella también... y poco a poco, revolviendo en los trastos viejos de la casa de su madre, van saliendo las cosas y descubre una jaula de conejos donde al parecer la tenían encerrada de niña, por orden de su padre, que la aborrecía y temía por su desfiguración ("un hombre supersticioso (...) un hombre estúpido"). Creía Dol recordar que sus hermanas la encerraban allí para atormentarla, uno entre otros juegos crueles que jugaban con ella—pero le aclara su hermana Luca, tras el funeral, que lo que hacían ellas era sacarla de cuando en cuando. 

 La escena en la que la familia estalla en risas tontas en el entierro de su madre puede entenderse a la vez como una liberación del pasado (al que la narradora se promete no volver) y como un síntoma más de lo mal que está el personal después de semejante crianza. 

Una novela pues sobre el trauma y los recuerdos imperfectos. Demasiado perfectos a veces, claro, por la técnica narrativa elegida, llena de detalles y gestos casi irrelevantes observados y recordados; también podría atribuirse al trauma otra curiosa convención elegida por la novela: no hay ninguna referencia a qué ha sido de la vida de la narradora durante los últimos treinta años—el foco cae únicamente sobre los traumáticos años de la infancia. Que sin embargo se recuerda con nostalgia a veces, como toda infancia, que es la única que tiene todo el mundo. 

En realidad, en este punto no se puede decir que la novela sea ni imperfecta ni realista; ni que sea una narración insincera y parcial, ni que ese enfoque obsesivo sea adecuado como una dramatización del trauma. Es el resultado un tanto amanerado de una cierta convención literaria para representación de traumas: la revelación gradual, y parcial, tiene una intención estética (curiosidad, supense, etc.) que interfiere un tanto, de base, con la exposición del trauma. Sólo puede narrarse así un trauma superado (o no vivido), y por tanto ha de parecer parcial la restricción de todo el mundo mental de la narradora a lo que eran las circunstancias y momentos del trauma. 

Un trauma que no deja otras huellas que su rememoración y superación parece poco trauma. Después de todo, la marca que lleva la narradora en el cuerpo ha tenido que señalarla de por vida—pero de eso poco vemos, como si el pasado hubiese realmente quedado contenido en aquellos años, una solución narrativa quizá poco convincente, pues un trauma que tan poco aflora luego es un trauma de poca intensidad. Esos traumas de baja intensidad son la textura misma de la vida, claro, pero normalmente no nos dedicamos a volver sobre ellos con tanta dedicación y exclusividad. 

 

 
 
—oOo— 

Hace diez años

 

Hoy hace diez años que nació el pequeño Oscar—el último de mis hijos. Entonces no lo sabía, claro, que sería el último, pero poco a poco el tiempo y la vida van tomando la que iba a ser su forma.

 
—oOo—

miércoles, 25 de agosto de 2010

Punto de entrada

 

 

Me acuerdo de una página web que se presentaba chistosamente titulándose "Internet empieza aquí"—como si en la Web hubiese algún punto de entrada o portal privilegiado. (La idea misma de "portal" contiene el mismo chiste, con menos autoironía). Acabo de leerme ahora Electronic Literature: What Is It? de N. Katherine Hayles, muy interesante, cómo no, pero que me ha producido una sensación parecida, como si no acabase de captar la medida en que la web ha transformado el concepto de literatura electrónica. O más bien como si estuviese acotándolo en una fase (la de los hipertextos autocontenidos) ya superada. Como está superada (y a la vez conservada) toda la literatura por Internet, donde se realiza plenamente el ideal de poem unlimited o de jardín de senderos que se bifurcan, partiendo de cualquier enlace, por ejemplo de cualquiera de estos—de éste, pongamos. Un blog vendría a ser una especie de modelo reducido, o a escala, de ese laberinto que es la red, o una travesía determinada del mismo. Travesía, o, a veces, inmersión sin salida posible. Ahora paso a leer "The Labyrinth Unbound: Weblogs as Literature" de Steve Himmer.

 

 
—oOo—

martes, 24 de agosto de 2010

No hurgar

Oyendo sobre la resolución del secuestro de "los cooperantes catalanes" en el Sahel, en la Cadena Ser. Entrevistando a la encargada del gobierno, no se le pregunta si se ha pagado secuestro, y "se pierde la comunicación" tras cuatro formalismos y felicitaciones sobre la resolución del caso—sin ningún intento de recuperar la conexión con otro teléfono, que bien lo habrá en el mundo. No hay asomo de preguntarle cómo se ha resuelto el caso, si se ha pagado y cuánto, etc.—aunque los contertulios se apresuran a admitir que es lógico que la encargada del Ministerio sea prudente. Se escuchan las siguientes cosas de estos periodistas que sin duda reflejan el punto de vista del gobierno / Prisa / PSOE: - "No hay que hurgar en lo que se ha hecho". (¿Ni siquiera en pro de la información y el interés del público? Pues vaya periodistas los...) - "Ha habido sin duda importantes concesiones económicas y políticas". (No detalladas). - "La oposición ha hecho lo que tenía que hacer, que es callar". (Genial, como plan para la oposición). - "La vida humana está por encima de todo". (Se entiende: por encima de la dignidad, de la justicia, y del honor de las naciones). - "Los terroristas, no lo olvidemos, secuestran extranjeros para colocar en apuros a esos gobiernosque son extraordinariamente débiles". (No queda claro a cuáles se refieren). - "Que no se debe negociar, que no se debe ceder al chantaje, son principios que todos podemos compartir pero que es imposible llevarlos a cabo". (O sea, que hay que tener principios que no podamos cumplir). - "En este caso nuestras convicciones últimas no nos han permitido sacarlas a la mesa". (Tampoco parece que hubiese mucho interés en sacarlas, puesto que son meramente teóricas). - "¿Cómo se debe tratar con el terrrorismo? Pues como se está tratando". (Es decir, negociando, pagando y haciendo concesiones. Porque de perseguir a los secuestradores no se dice nada, ni siquiera por quedar bien). - Por supuesto que ha habido un desafío al Estado español. (Y por supuesto que los que lo han retado, cuatro pelagatos con metralleta, han triunfado en esta puja, solución de la que se felicitan los periodistas en conjunto, a pesar de la derrota y aunque reconocen que "no es un triunfo de la democracia"). - (Y, el más disidente con la opinión de los demás, línea PP): "No se puede decir que la vida sea el valor supremo; eso sería un criterio zoológico. El valor supremo es la vida digna, que a veces requiere sacrificar la vida" (—pero no la vida de los demás, le replican. O sea: con la vida de los demás no se juega. Con el dinero y la dignidad de los demás, se sobreentiende que sí, porque están más repartidos y nadie se va a quejar mucho). Y también, dando por hecho que se ha pagado a los secuestradores, dice el Pepero: "Yo también hubiera pagado, y luego hubiera dicho que no había pagado". (Y yo también, si me secuestran, quiero que trate Fernández de la Vega con los piratas. Ahora, que no la pienso votar en la vida). Así está el tema, visto desde el Estado Español. Luego, oyendo a los cooperantes, uno (supongo que el que fue herido) se queja de que el secuestro ha sido muy duro, y que es un crimen (—vamos, lo mínimo que se puede decir). ¡Pero el otro declara que los secuestradores los han tratado bien—"dentro de las carencias que tiene esta gente, que son muchas, graves"! Vamos, como sugiriendo que lo poco que tenían lo han compartido con nosotros. Y creo que esto es un error—el creer que tenemos que ponernos en el punto de vista del otro, aun cuando el otro nos tenga a punta de pistola. Aquí hay una falta de coincidencia de intereses no reconocida: entre los secuestradores y los cooperantes, entre los cooperantes y los españoles, entre el gobierno y los periodistas, entre el PSOE y el interés general, entre la SER y los oyentes... y el minimizar el hecho de que hay intereses contrapuestos sólo lía las cosas. 

 

________________ 

 

 Aquí el comentario de EsRadio, más incisivo y crítico, como cabía esperar.

 
—oOo— 

lunes, 23 de agosto de 2010

Occidente a Oriente

Me ha gustado esta imagen que he encontrado por la Wikipedia. A ver quién adivina qué sitio de España es. 

 

 

 

 
-oOo- 

domingo, 22 de agosto de 2010

Vista al Mar

 

Así se llama, al parecer, nuestro edificio. Es el de la derecha, visto desde el satélite, en este saliente que se llama la Punta de Petís, aunque parece el peñón de Vélez de la Gomera. Por la mañana la playa siempre está vacía:


 

 

Y hoy en concreto había más delfines que personas en esta esquina. Por cierto, el peñón de Vélez de la Gomera también se ve en los mapas de Google—pero hay que buscarlo con cuidado. Aún se encuentra antes el de Alhucemas. Estos peñones son algunos de los rincones del fin del mundo. 

 

 
-oOo- 

¿Es esto una web oficial?

Me resulta difícil creer que esto sea la página oficial de los tribunales de justicia españoles, pero lo cierto es que no encuentro una web del Tribunal Superior de Justicia aragonés, aparte de ésta. Supongo que es una señal del lamentable estado de la administración de justicia. Ni datos, ni enlaces, ni archivo de sentencias, ni recursos, ni información sobre el personal, ni nada de nada. Con transparencia como ésta va apañada la Justicia. A mí, desde luego, ya me ha perjudicado la inopia e incompetencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Aquí comento una sentencia en la que se echa de ver el lamentable nivel de la jurisprudencia que aquí se ejerce.
http://firgoa.usc.es/drupal/node/43715
Pongan a un becario o a una secretaria a hacer una web mínimamente mejor, al menos.

con referencia a: ·T.S.J.· (ver en Google Sidewiki)

¿Es esto una web oficial?

Me resulta difícil creer que esto sea la página oficial de los tribunales de justicia españoles, pero lo cierto es que no encuentro una web del Tribunal Superior de Justicia aragonés, aparte de ésta. Supongo que es una señal del lamentable estado de la administración de justicia. Ni datos, ni enlaces, ni archivo de sentencias, ni recursos, ni información sobre el personal, ni nada de nada. Con transparencia como ésta va apañada la Justicia. A mí, desde luego, ya me ha perjudicado la inopia e incompetencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Aquí comento una sentencia en la que se echa de ver el lamentable nivel de la jurisprudencia que aquí se ejerce.
http://firgoa.usc.es/drupal/node/43715
Pongan a un becario o a una secretaria a hacer una web mínimamente mejor, al menos.

con referencia a: Mapa TSJs (ver en Google Sidewiki)


PS: Añado el mismo comentario usando Reframe It, una aplicación para Firefox que hace más o menos lo mismo que el Google Sidewiki, y permite añadir comentarios a cualquier página, visibles para quien tenga la misma aplicación. Pero de momento no consigo conectar este Reframe It a mi cuenta de Blogger ni a la de Facebook.

¿Es esto una página oficial?

Me resulta difícil creer que esto sea la página oficial de los tribunales de justicia españoles, pero lo cierto es que no encuentro una web del Tribunal Superior de Justicia aragonés, aparte de ésta. Supongo que es una señal del lamentable estado de la administración de justicia. Ni datos, ni enlaces, ni archivo de sentencias, ni recursos, ni información sobre el personal, ni nada de nada. Con transparencia como ésta va apañada la Justicia. A mí, desde luego, ya me ha perjudicado la inopia e incompetencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Aquí comento una sentencia en la que se echa de ver el lamentable nivel de la jurisprudencia que aquí se ejerce. http://firgoa.usc.es/drupal/node/43715 Pongan a un becario o a una secretaria a hacer una web mínimamente mejor, al menos.

con referencia a: Tribunal Superior de Justicia de Aragón. TSJ aragonés (ver en Google Sidewiki)
 
 
-oOo-

Una sentencia vergonzante

Mucho se ha escrito sobre los sorprendentes criterios jurídicos (o políticos) que viene aplicando el Tribunal Constitucional en sentencias importantes que afectan, como ésta, a la estructura del Estado y a derechos fundamentales. No sería bueno que semejante actuación quedase sin comentario en la web del Tribunal Constitucional. Aquí hay un par de comentarios al respecto. http://vanityfea.blogspot.com/2010/06/el-constitucional-pone-el-huevo.html

con referencia a:
"Pleno. Sentencia 31/2010, de 28 de junio de 2010 - Recurso de inconstitucionalidad 8045-2006. Interpuesto por noventa y nueve Diputados del Grupo Parlamentario Popular del Congreso en relación con diversos preceptos de la Ley Orgánica 6/2006, de 19 de julio, de reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña." - Sentencias (ver en Google Sidewiki)

 

 

 

—oOo—

sábado, 21 de agosto de 2010

Los infantes de Aragorn

 

Ivo nos lee una bonita elegía que ha encontrado en El Señor de los Anillos, la canción de un poeta olvidado de Rohan. Hela aquí en la Lengua Común, en una versión aproximada:  

 

¿Dónde están ahora el caballo y el caballero? 

¿Dónde está el cuerno que sonaba?  

¿Dónde están el yelmo y la coraza, y los luminosos cabellos flotantes? 

¿Dónde están la mano en las cuerdas del arpa y el fuego rojo encencido?  

¿Dónde están la primavera y la cosecha y la espiga alta que crece?  

Han pasado como una lluvia en la montaña, como un viento en el prado;  

Los días han descendido en el oeste en la sombra de detras de las colinas.  

¿Quién recogerá el humo de la ardiente madera muerta,  

O verá los años fugitivos que vuelven del Mar? 

 

 

Recuerda la poesía de Tolkien, claro, a los melancólicos poemas anglosajones—y también a las Coplas de Jorge Manrique. 

 

 

 
 
—oOo— 

The Sense of an Ending, Revisited

 

Ha muerto esta semana Frank Kermode, uno de los críticos que más han ayudado a reflexionar sobre la retrospección y sobre la imbricación de tiempo, vida y narración. Aquí un obituario en el New York Times. Yo lo oí en una conferencia en Norwich en 1991, hablando sobre el futuro del canon literario inglés. Quizá lo más significativo del futuro será que en él estaremos todos o muertos, o rodeados de muertos—de la gente que conocimos, y de los que habitaron el mundo con nosotros, todos muertos ya. 

 

 
—oOo— 

viernes, 20 de agosto de 2010

My Own Private Idaho

 

 

En el cineclub nos vemos esta película de Gus Van Sant, que la tenía yo atrasada. Película de cierto culto semifringe, tanto por su estética un tanto errática como por la temática marginal de chaperos, drogadictos y demás. Casi lo que más me gustó fueron los colores y la fotografía.

El protagonista, Mike (el malogrado River Phoenix) es un desvalido prostituto narcoléptico—vamos, que se cae dormido o desmayado constantemente en los momentos más inoportunos. Esto no le facilita la vida, aparte de que el muchacho no tiene ni muchas luces ni formación ni oficio ni beneficio ni talento visible aparte de vender el culo, y hasta eso se le da mal. No es sorprendente que siempre se encuentre en la vida como perdido en una carretera que va a ninguna parte (una imagen en concreto, la de esa carretera en Idaho, que se repite al principio, a mitad y a final de la película). Depende de quienes se apiadan de él o le cogen afición, para ir tirando unos metros más allá. 

Ahora, que el chaval no mueve nunca un dedo para superar su situación, no da para más—es tan inútil y de nivel tan bajo que en cierto modo está más allá de la moralidad. De hecho es un niño mal crecido que nunca llegará a madurar, y lo más proactivo que hace es de hecho regresivo—volver a intentar localizar a su familia, una mierda de familia que debió dejar en algún recodo de esa carretera. Su padre, o quizá no sea su padre, es un pintorzuelo dejado que vive en una caravana, y su madre, al parecer una destalentada que cometió un asesinato pasional, se pierde en el pasado en algún viejo super 8 que es la imagen inalcanzable de un cielo infantil, inalcanzable y más que dudoso. El futuro no promete más: la película acaba con River (que tampoco parecía tener mucho más criterio que su personaje) tumbado en la carretera, saqueado por dos malos samaritanos y rescatado por un buen samaritano que se lo lleva a un horizonte vaquero demasiado bonito en ese último fotograma.

Es que las valoraciones de la película van un poco a voleo—el director (como algún otro personaje) parece encariñado en demasía con Mike, por una mezcla de pura piedad y de cara bonita, o por su pura indefensión— porque no da para más el chaval. Igual el director está más cerca de Scott Favor, uno de los buenos samaritanos de Mike—del cual éste se enamora, pero Scott no es homosexual y es chapero sólo por vicio, no por gusto. Scott está forrado, hijo de un alcalde, prohombre y magnate, y se mete en la mugre de la prostitución como forma de hiperreacción adolescente contra el mundo de su padre. Pero volverá a por la herencia. 

Esta parte de la película repite (literalmente a veces) la historia del príncipe Hal y su padre Enrique IV en la obra de Shakespeare. El personaje de Mike no pega mucho en esa historia, por cierto—no sabemos que nadie se enamorase de Hal, a no ser Falstaff. El papel de Falstaff aquí lo hace Bob Pigeon, un viejo ratero que es el jefe extraoficial de la banda de chaperos drogatas—entre Fagin y Falstaff está el hombre. 

El tema shakespeareano, teniendo su interés inherente (el hijo pródigo que vuelve al mundo del padre, se hace cargo de la herencia, rechaza a sus malas compañías.... etc.) rechina un tanto en varias ocasiones—sobre todo cuando caes en la cuenta de que ninguno de estos personajes tiene la menor noción de teatro clásico, pues si no se verían a sí mismos repitiendo paso por paso las escenas de Enrique IV, incluyendo el robo de Gadshill (dios mío, hasta con trajes de fraile). 

En fin, que la película toca muchos palos, y siempre tiene algo interesante, pero a veces no acaban de combinar bien los ingredientes del guiso. El director, como decía, parece colocarse más en el papel de Scott (Keanu Reeves), como alguien que ve ese mundo marginal desde dentro pero sabe que lo tiene superado, que madurará y saldrá de él en cuanto elija, o que ya ha salido—tiene topsight—mientras hay otros como Mike, o como River, que son desvalidos y no tienen la capacidad de abrirse camino en la vida. La de Mike, por mucho que se lo lleven al horizonte infinito de Idaho, va a ser corta, sin dirección, y vivida como en un sueño. 

Al fin toda vida viene a ser vivida como un sueño en una carretera infinita, igual viene de allí la fascinación que despierta el protagonista, aparte de ser delgadito y con buen peinado.



 
 
 
—oOo—

Pepito Pelayo

Jueves 19 de agosto de 2010


Más phishing:

Estimado cliente, en su cuenta ha ingresado una transferencia de 939.12 euros. Remitente: Pepito Pelayo. Número de control: EU3393633308. Siga el enlace para consultar la información.

Atentamente, su banco CajaMurcia.

Bueno, lo siento por Pepito Pelayo, pero me da igual los motivos por los que me haya ingresado esos 939.12 euracos—me basta y me sobra con saber que los tengo en la cuenta. También diré que a veces me cuesta entender los criterios de negocio y la estilística de esta gente.


miércoles, 18 de agosto de 2010

Lapamán

Hoy hemos dado una vuelta por Pontevedra la vieja, y por la Isla de las Esculturas.
También es el día en que Ivo y Oscar han flipado al comprarles un grueso volumen con todo El Señor de los Anillos—aunque no en la librería Michelena, que (lástima) ha cerrado. Por fin seguirán a gusto las aventuras de Gollum, ese pegadizo personaje, en busca de su tesoro.

Y de regreso a nuestra comarca hemos recalado en la playa de Lapamán... —Espec-Tacular, y vacía. Bueno, hace unos días al parecer se vio por allí a Rajoy, en un alto de sus vacaciones. Lo que es en cuestión de playas no le patina el criterio.

What Isn't Narrative

Martes 17 de agosto de 2010

A question by Michael Frank on the Narrative-L:

following this thread leads me once again to a question that – in one version another – has bugged me for years: does any account of anything that includes a cause and effect dimension count as narrative . . . if i remember some of seymour chatman’s work accurately, it would seem that even verbal description [as distinguished from pictorial depiction] can have a cause/effect implication . . . . so maybe what i’m asking is “what _isn’t_ narrative?”

My response:

On the issue of narrative-ness, narrativity, etc. there are of course many positions. Some are discussed in a volume I co-edited with John Pier,

Theorizing Narrativity. (Narratologia, 12). Berlin and New York: Walter de Gruyter, 2008.
http://www.degruyter.com/cont/fb/li/detailEn.cfm?id=IS-9783110202441-1

My view is that there are of course degrees of narrativity, as well as more central and more deviant uses of the term and concept of narrative.

Some additional references on narrativity:
http://narrative.georgetown.edu/wiki/index.php/Narrativity
The discussion in Philip Sturgess's book is particularly elaborate.

Regards,
Jose Angel García Landa
University of Zaragoza
http://unizar.academia.edu/JoséAngelGarcíaLanda



Mi fotoblog

Mi fotoblog
se puede ver haciendo clic en la foto ésta de Termineitor. Y hay más enlaces a cosas mías al pie de esta página.