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de películas sobre paradojas temporales y viajes en el tiempo. Esta vez
complicadas con amnesias: emplean aquí las grandes compañías una técnica
de borrado de memoria para que sus ingenieros no puedan vender secretos
a la competencia. El juego entre recuperar el pasado y leer el futuro
da mucho de sí; el guión está construido muy hábilmente y la dirige John
Woo (con lo cual hay un exceso de palos y carreras, pero bueno, al
menos están bien filmados).
Un ingeniero (aquí Ben Affleck) es
contratado para renunciar a tres años de su vida (pues su memoria de
esos años se borrará luego) para realizar un proyecto desconocido. Al
final acaba a mal con la compañía, primero cuando no le pagan, y segundo
cuando decide destruir su proyecto tras averiguar que era una máquina
de ver el futuro (basada, por decir algo, en un cojo razonamiento
pseudo-relativista).
Es interesante por qué decide destruir la
máquina: habiéndola construido, es el único en haberla utilizado, y ve
un futuro de guerra y destrucción masiva para la humanidad. Pero no un
futuro sin más: es ése un futuro que ha sido construido mediante la
predicción del futuro posible gracias a su máquina. Con lo cual entramos
en recursividad: la máquina permite ver un futuro en el que el futuro
está alterado y predeterminado debido a la existencia de la máquina. Por
ejemplo, los temores a la guerra hacen que sea el propio gobierno quien
la comience de modo preventivo. (¿A alguien le suena esto?). Affleck
medita: si conocemos el futuro, dejamos de tener futuro, pues no está
abierto. El futuro ha de tener, tiene, un ingrediente necesario de
contingencia e imprevisibilidad. De hecho lo tiene hasta el que se ve
con esta máquina, pues parte de sus predicciones resultan ser equívocas.
La memoria de Affleck el ingeniero va a ser borrada, con lo cual su
plan de destruir la máquina podría verse comprometido. Pero (habiéndolo
previsto) se ha dejado pistas y herramientas a sí mismo, y ha
planificado exactamente lo que va a suceder y el momento en que se
utilizarán esas pistas y herramientas. De modo totalmente inverosímil,
claro: pero se hace verosímil por la convención básica a que se acogen
estas películas de temporalidades revueltas y acción. Y que es la
siguiente: el futuro o el pasado al que se viaja no es el del mundo sin
más en el que están, sino que viajan al propio desarrollo preprogramado
de la película. El futuro que vemos (imperfectamente) no es el futuro,
sino las secuencias que seguirán más adelante (por tanto ya planificadas
y establecidas, e incluso filmadas). En una película narrativa, el futuro está escrito,
y por eso son especialmente hipnóticas las películas que juegan con su
propio futuro textual superponiéndolo de manera imposible al futuro del
mundo interno de los personajes. Y siempre dejando un espacio a la
reinterpretación alternativa, al equívoco y la sorpresa.
El
instrumental que reproduce el futuro en este tipo de películas puede ser
variado: videncias o representaciones subjetivas, cuartas dimensiones e
interferencias cósmicas, tecnologías avanzadas... En este caso, la
máquina del tiempo no es sino una gran pantalla de cine. Y es que en
realidad no tenemos otra máquina del tiempo que los artefactos
narrativos. Que nos permiten no sólo volver al pasado (aunque no sea en
cuerpo serrano, algo es algo) sino también rebobinar, reorganizar
secuencias a nuestro gusto, alterarles el orden o el ritmo, e hilar unos
acontecimientos con otros haciendo bordados ornamentales en la textura
del tiempo.
Para paradoja temporal, el tiempo mismo—que de hecho ni siquiera existe si no es en una narración de algún tipo.
Paycheck.
Dir. John Woo. Screenplay by Dean Georgaris, based on the story by
Philip K. Dick. Cast: Ben Affleck, Aaron Eckhart, Uma Thurman, Paul
Giamatti, Joe Martin, Colm Feore, Joe Morton, Michael C. Hall. Music by
John Powell Coprod. Caroline Macaulay, Arthur Anderson. Visual effects
superv. Gregory L. McMurry. Ed. Kevin Stitt, Christopher Rouse. Photog.
Jeffrey L. Kimball. Exec. prod. Stratton Leopold, David Salomon. Prod
John Davis, Michael Hackett, John Woo, Terence Chang. USA: Dreamworks, /
Paramount, 2003.
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