domingo, 19 de noviembre de 2017

Retropost #1868 (19 de noviembre de 2007): Back to the Beginning

Back to the Beginning

Publicado en Semiótica. com. José Ángel García Landa


Qué bonito anuncio, éste al que llego vía Tíscar (tuvo el premio al mejor anuncio en Cannes en 2005).







https://youtu.be/mbMBa7oLiL0



A relacionar con el tema de las narraciones que se mueven hacia atrás que discutíamos otro día aquí: Backwards.

En realidad, hay en toda narración una serie de dinámicas superpuestas de movimientos prospectivos y retrospectivos, hacia "adelante" siguiendo la flecha del tiempo, y "hacia atrás", ya sea reelaborando mentalmente o discursivamente lo sucedido (en boca del narrador o de algún personaje) o presentando por primera vez, directamente y sin cambio de nivel narrativo, sino al mismo nivel de lo que se venía contando, una sección previa de la acción que no se nos había dado a conocer. Vamos, lo que podríamos llamar analepsis subjetivas y objetivas, respectivamente. Como ejemplo de analepsis subjetiva (y una de las primeras de la tradición literaria) tenemos el extenso relato de Ulises en la Odisea, cuando se le pide durante un banquete que cuente sus anteriores aventuras.

En este anuncio no hay ninguna analepsis objetiva, y apenas están indicadas las subjetivas, aunque vamos captando poco a poco los recuerdos de los personajes: más bien, recorriendo hacia atrás un trayecto espacial, y el proceso de desnudarse los personajes, reconstruimos el tiempo que iba unido a ese recorrido espacial. Y es en la mente del receptor implícito en la que se efectúa esa reconstrucción de los acontecimientos pasados, invirtiendo el orden cronológico de las pistas que van surgiendo a lo largo del relato. En las narraciones con misterios ocultos o secretos, siguiendo la pista hacia atrás es como reconstruimos la secuencia (hacia adelante) de lo que sucedió; y muy frecuentemente el proceso de deducción va acompañado de analepsis subjetivas… o puede dejarse toda reconstrucción y representación del pasado a las inferencias del receptor, como en este anuncio.

O sea, que las analepsis, sean subjetivas u objetivas, son sólo una de las maneras en las que el relato puede volver sobre sí mismo y revelar sus orígenes. La reconstrucción que hace el receptor de los procesos y secuencias temporales y causales, mediante indicios, sin distorsión de la línea temporal del relato, es otro tipo de dinámica retrospectiva que se da en las narraciones.

La primera gran analepsis de la literatura occidental, quizá, (y una que tiene consecuencias interesantes para la interpretación y para la representación de la diferencia sexual) tiene lugar en el capítulo 2 del Génesis. Ya se nos ha contado anteriormente, en el capítulo 1, la creación del cielo y la tierra, y las aguas y plantas y animales y el hombre, etc. En esa primera narracion de la creación del hombre, más sumaria, se nos dice que los creó Dios "hombre y mujer".

Ahora llega el séptimo día, y Dios descansa. Pero inmediatamente después se narra el estado informe de la Tierra, pues no había aún lluvias, y la inexistencia de hierba aunque Dios ya la había creado... "una historia confusa", como cantaba Ana Belén. Poca duda queda de que hemos vuelto atrás en el tiempo (analepsis objetiva) cuando se nos vuelve a narrar la creación del hombre con barro; esta vez sólo hombre lo creó. Lo lleva al Paraíso (o sea, que lo crea fuera de él). Y es sólo tras haberle aleccionado sobre el Árbol de la Ciencia cuando se plantea Dios la creación de la mujer (esta vez de modo menos igualitario, con costilla).

Se vuelve atrás, a recontar la creación, como si hubiese que retomar la historia otra vez para explicar ese hecho central de la cultura, la diferencia sexual. Y explicarla por cierto por el procedimiento de la inversión, para asentar la prioridad masculina: en lugar de salir los hombres (y las mujeres) del cuerpo de una mujer, como indica la evidencia, se hace salir a la mujer del cuerpo de un hombre, por obra de un dios varón: y se inaugura así un mito del patriarcado. Es una larga historia la que ha de pasar hasta que los hombres van a comprar igualitariamente al supermercado.

Primera analepsis de Occidente: el capítulo 2 del Génesis. Un libro al que seguimos volviendo (back to the beginning) para ver cada vez cosas nuevas en él.







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