He tenido otro sueño más en el que el mundo soñado adopta una interfaz de informática, bloguística más en concreto, con abundantes rupturas de marco (metalepsis que diría Genette) y transiciones imposibles entre el interior y el exterior. Evidentemente, estos sueños vienen de utilizar demasiado el ordenador. Pero no deja de ser curioso que antes yo leía demasiados libros, códices digo, y sin embargo nunca me metí dentro de ellos en sueños al estilo Historia Interminable; también he visto muchas películas y mucha televisión en mi vida (ahora ya no) y sin embargo nunca sueño con transiciones imposibles a través de la pantalla al estilo La Rosa Púrpura del Cairo. Supongo que los videojugadores en cambio sí que sueñan muchas veces que entran y salen libremente de sus videoconsolas, o que habitan en una. Cualquier lectura es interactiva, hasta cierto punto, pero la manera en que se funden la interactividad manual y perceptual en la manipulación de las interfaces de ordenador es seguramente lo determinante aquí. Pasar páginas y mover la vista por las líneas no nos hace sentir bastante interacción física con el libro, al parecer, y de ese modo la interfaz impresa no afecta a la inmersión de la atención y a los reflejos como lo hace el manejo de elementos en un teclado y pantalla. La producción de texto junto con la lectura de texto nuevo inherente a los blogs puede ser también un factor, sobre todo si añadimos los elementos de interacción social y conversacional que van unidos a este carteo inmediato. Del chat y del messenger no tengo experiencia, pero me supongo que será igualmente desconcertante para la atención y para los sueños.
—oOo—
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: