La diferencia entre la gramática y la gramática parda se aprecia muy claramente con un ejemplo. Pongamos el semáforo. Según la gramática del código de la circulación, el significado de las luces del semáforo es el siguiente:
Verde: Circule con precaución.
Ámbar: Deténgase.
Rojo: Prohibido el paso.
El código de la gramática parda es bastante diferente; hasta los colores se distribuyen de otra manera:Ámbar: Deténgase.
Rojo: Prohibido el paso.
Verde, o ámbar (indistintamente): Circule tranquilamente.
Rojo reciente: Acelere.
Rojo maduro: Frenazo súbito.
Como se verá, la ley y la ley de la calle no
tienen, aparentemente, mucho en común. Y, sin embargo... la cosa es más
complicada, claro, porque la gramática parda depende de la gramática
para funcionar. La estrategia requiere de la ley, o del comportamiento
esperable de acuerdo a las leyes de la naturaleza. La gramática parda,
pues, no tiene sentido de hecho al margen de la gramática, que es lo
que la hace posible. La gramática parda presupone la gramática, pero la
gramática, al no ser estratégica, no presupone en modo alguno la
gramática parda. Por eso la gramática parda es un ejercicio semiótico
más complejo: despierta nuestra admiración la habilidad del grammaticus pardus
para hacer que mediante una perspicaz estimación de la situación y una
hábil carambola, los acontecimientos, las circunstancias, y las
acciones de los demás resulten ser utilizables en beneficio propio. El grammaticus pardus tiene topsight,
dominio panorámico del conjunto de la situación, un punto de vista que
incluye los puntos de vista parciales de los demás participantes.
Aunque a veces se pega un piñazo en el cruce contra el deportivo
tuneado de otro gramático pardo. La gramática parda es un deporte de
riesgo, adrenalina semiótica.Rojo reciente: Acelere.
Rojo maduro: Frenazo súbito.
Sólo el contraestratega, que naturalmente es un estratega, y no un gramático, despierta en nosotros más admiración que el estratega. Contra él, como si fuese el destino, se estrellan los planes del urdidor.
Y también es admirable el gramático que emprende la labor de describir los principios de actuación de la gramática parda. Éste es, en cierto modo, la convergencia del contraestratega y el gramático. El cuerpo me pide, pero ya, leerme Strategic Interaction, de Erving Goffman.
—oOo—
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: