miércoles, 27 de mayo de 2009

Tres enfoques de los problemas científicos: globalista, individualista, y sistémico

Es una conferencia de Mario Bunge hoy en la Facultad de Ciencias de Zaragoza. Tomo notas sobre la marcha, y añado unas cuantas erratas de tecleo y frases inconexas para mayor impresión de inmediatez.


(Mario Bunge cumplirá 90 años en septiembre; Phd. 1952 con la tesis "Cinemática del electrón relativista". Enseñó en Buenos Aires hasta 1963, emigrado entonces enseña en diversas universidades; actualmente en Canadá, McGill University (Montreal), cátedra de lógica y metafísica. (Rutherford en 1902 también trabajaba en McGill, desarrolló en sus estudios sobre la radiactividad la noción de un elemento aleatorio en física, desarrollada luego Heisenberg). En Bunge encontramos filosofía pura y ciencia experimental conjuntados; desarrolla un sistema atento tanto al reduccionismo como a la emergencia, combinados.

Promueve la Sociedad para filosofía exacta: contra la pseudociencia (como Eustoquio Molina y Alberto Carreras en Zaragoza). También extiende su pensamiento a la sociología, la ética y el bienestar humano (una amplia gama de intereses, no ciencia aislada de toda otra consideración). Obras de filosofía y teoría de la ciencia, como Three Types of Basic Philosophy; La ciencia, su método y filosofía. En la línea de Feyerabend, Popper, Kuhn… Pero Bunge parte de la ciencia primero, llega a la filosofía después. Partidario de una "No-nonsense philosophy", enemiga del relativismo y oscuridad verborreica en filosofía. Una Filosofía política es su libro más reciente. Doctor Honoris Causa por Salamanca y muchas otras universidades; Premio Príncipe de Asturias 1982, entre otras distinciones).




Tres enfoques de los problemas científicos: 
globalista, individualista, y sistémico


Vivir equivale a resolver problemas. Nos basamos en una visión general de lo que supone resolver problemas en el mundo: vs. Husserl, pues si partimos de la idea de que el mundo no existe en sí, que hay que basarse en la intuición, etc., no llegaremos a resolver los problemas del mundo. No: Bunge propone concepción sistémica + método científico. Los objetos son partes de sistemas, y los sistemas tienen propiedades emergentes de las cuales carecen sus componentes.

Enfoque sistémico vs. enfoque sectorial (el que aísla de modo artificial una cuestión).

3 ejemplos de enfoque sectorial sobre los problemas:

- El gen egoísta. El mito de que somos nuestros genomas, que nuestros genomas buscan perpetuarse (Dawkins, etc.). No es así: el genoma se replica por la acción de enzimas (y de organismos, diría yo). Lo que es seleccionado no son genes sino organismos. Y esto descuida el hecho de que el ambiente es modificado por el organismo (termiteros, lombrices creando suelo, etc….)

- El Puente del Milenio de Norman Foster. Otro ejemplo de pensamiento sectorial. La muchedumbre hizo bambolearse el puente. Se creó una oscilación, y la gente tuvo que salir a 4 patas. Un fracaso, porque Foster olvidó el factor humano: olvidó que los puentes se diseñan para ser usados por gente que se mueve. Nature publicó unas sencillas ecuaciones sobre el movimiento previsible del puente.

- El economicismo. (De izquierdas o de derechas). En todas sus versiones, postula que la actividad económica es primaria, y la política, sociedad etc. son secundarias. No, dice Bunge: todo es igualmente importante y activo. La sociedad debe entenderse como un supersistema de sistemas ideológicos, económicos, políticos y culturales.

(Además se combinan factores psicológicos con los económicos —por ejemplo, los individuos que son egoístas totales y su efecto sobre la economía).

Tipos de sistemas: hay muchos. Los hay químicos, sociales, biológicos, conceptuales, semióticos, etc. Un sistema no es una colección carente de estructura. Las muchedumbres, nubes, etc. son conglomerados, no sistemas (caóticos). Pero todos los sistemas están en un entorno— menos el Universo.

Composición, medio, estructura y mecanismo. Elementos para pensar el sistema.

La estructura definida como conjunto de vínculos que mantienen unidos a los componentes del sistema.

Pero sólo los sistemas conceptuales y semióticos son estáticos: los demás cambian. (Aquí, claro, le llevan la contraria a Bunge, en la sesión de preguntas). Cambian por acción de un mecanismo (trabajo, flujo de información, reacción química, etc.).

La ciencia y técnica necesita además de estos modelos cualitativos para describir sistemas, otros cuantitativos. Por ejemplo ecuaciones que describan relaciones entre poblaciones de presas y depredadores en un ecosistema.

En todas las ciencias se usan espacios abstractos y conceptos como los mencionados– pero esto es ignorado por la gran mayoría de filósofos, estos términos faltan en los diccionarios filosóficos, La filosofía va a la zaga. Por eso los filósofos no son leídos por los científicos, no les sirven.

Sobre los tres enfoques sobre los problemas, globalista, individualista y sistémico. Los globalistas / holistas son irracionalistas, pues no explican las propiedades emergentes ni cómo surgen. Los individualistas ven los árboles pero no el bosque, los holistas al revés. Los ecólogos ven las dos cosas: individuos, sistema y su interacción. Enfoque sistémico.

Distintos tipos de pensamiento sistémico atendiendo siempre a la interacción entre partes y todo. El zoólogo se interesa por los animales, pero también por su comportamiento, el lingüista por la frase y por las palabras… etc. El pensamiento del sistema nace con la revolución científica del XVII. Por ejemplo en Harvey, "sistema cardiovascular", que relaciona el pulso y las contracciones del corazón. Antes no se veía la relación. Tres siglos después, el paciente se estudia en medicina sistémica como un elemento en un sistema más amplio (sociología médica, alimentación, stress…)

Composición, estructura, ambiente y mecanismo también rigen en el en el sistema cardiovascular, que va unido a otros factores: los pulmones, otros sistemas, la circulación de la sangre….

Los atlas anatómicos antiguos mostraban los órganos desconectados, se ignoraban sus funciones y sus conexiones. Esta ignorancia la suplían o completaban con fantasías: el cerebro se veía como un segregador de mucosidad. Paradójicamente, no conservaban los embalsamadores el cerebro…. En fin, que la observación exhaustiva (que la tenían los embalsamadores) no basta, ni tampoco hacer hipótesis. Hay que ponerlas a prueba, las hipótesis.

Con el desarrollo de la medicina y anatomía, se vio la interacción entre los sistemas, y se llevó a la fusión de disciplinas antes separada: "psiconeuroendocrinología". Etc. Se diseñan terapias nuevas.

Población, comunidad, ecosistema, biodiversidad, evolución, especiacióin, etc., son conceptos sistémicos en biología. Así se impone la fusión de la teoría evolucionista y del desarrollo morfológico (Evo-Devo). Un triunfo del sistemismo, que implica transgredir fronteras disciplinarias.

La ecología—Los sistemas poseen propiedades emergentes, como la biodiversidad y la sustentabilidad, no presentes en los organismos, sino que surgen de las interacciones entre organismos. Hay una relación óptima entre la biodiversidad y la sustentabilidad, no una relación indefinida de "mayor biodiversidad, mayor sustentabilidad", sino un índice óptimo. La biodiversidad sí favorece la especiación, etc. La biología hoy es sistémica.

De la ecología pasamos a la gestión de recursos renovables: sólo es racional la explotación de la naturaleza si la cuota de explotación es inferior a la de reproducción. Ojo los pescadores gallegos, que sobreexplotan sus cuotas pesqueras. La moraleja es que el mercado desbocado es suicida. Lástima dan las flotas pesqueras, también en Chile, encalladas en la arena, víctimas de sí mismas. Es necesario establecer y cumplir normas reguladoras racionales y científicamente establecidas.

De aquí la importancia de rechazar las pseudociencias que niegan la realidad – el existencialismo, el construccionismo relativista, etc.—y hacen imposible la toma racional de decisiones.

Los problemas de explotación son sistémicos y globales. Requieren la colaboración de muchas disciplinas. Problema de la gestión de recursos de comunidades, desde las locales a las globales e internacionales. Harvey llegó a la conclusión de que el problema de la gestión es insoluble, ni por la autogestión individualista ni por el control central. No ha sido refutado.

Son importantes los acuerdos internacionales sobre gestión que tengan éxito: contra la sobreexplotación. ONGs empeñadas en superar la disyuntiva mercado/Estado. Esto supone rechazar el dogma central de la teoría economía clásica, que ve sólo un lado de la moneda.

Se habla de la sobreexplotación y el calentamiento global. Es necesario que el protocolo de Kyoto lo firmen USA y lo cumplan China y Rusia. Empresarios miopes y lacayos políticos frustran las políticas de regulación, que es tan necesaria.

Pensando en los ecosistemas—utilizamos los conceptos de:

Taxon
Población
Comunidad
Ecosistema

—cuatro niveles biológicos de un ecosistema. Los taxones no son suficientes. Al hablar de los taxones hablamos de la aparición de individuos diferentes de otros. (En realidad hay individuos, las especies son para Bunge construcciones conceptuales si bien no arbitrarias). Las leyes ecológicas se refieren a poblaciones (más bien que a especies; al menos las especies no las quiere definir Bunge estrictamente por incompatibilidad reproductora, sino que parece favorecer una definición más ecológica).

Pasando del ecosistema al universo... Antes se veía como nuestro planeta cubierto por un conglomerado de cuerpos celestes. Pero Galileo introduce el sistema solar. Newton suplió el cemento que lo mantiene, la gravitación. Es una concepción científica y sistémica. Se desarrolla así una ciencia que permite predecir, calcular, contrastar cálculos y observaciones….

Cabe entonces pasar a plantearse problemas sistémicos, como el origen del sistema, su movimiento, estabilidad, futuro…. Nuestro sistema solar es dinámicamente estable, según Poincaré—pero aún no sabía que es inestable por el agotamiento del combustible del sol.

Emergentismo racionalista: la emergencia a nivel sistémico de cualidades que no se dan en los individuos no es misteriosa, sino que puede explicarse con el análisis científico de los sistemas en cuestión. La ciencia no completará la exploración de la realidad, desde luego, pero la filosofía irracionalista (Bergson, Husserl, Heidegger son bestias negras para Bunge) no hace sino desanimar esa exploración.

Aparte de los ecosistemas o sistemas naturales, también hay sistemas artificiales: técnicos o sociales, son todos de factura humana. Pero algunos sistemas sociales emergen espontáneamente, otros son diseñados. Siguen leyes que, sin ser arbitrarias, no son las leyes de las ciencias naturales.

Las ideologías pueden ser corregidas o invalidadas por la ciencia. Es demostrable que en una sociedad es más importante por ejemplo la igualdad social que el monto del ingreso.

La sociobiología y la psicología evolutiva son falsas: pretenden reducir todas las ciencias sociales directamente a la biología. Lo mismo sucede con otras teorías unilaterales, como las teorías de la "acción racional" en politología, economía, etc. Porque decidimos no como jugadores racionales, sino en el seno de sistemas sociales, sobre la base de creencias o cálculos falsos. Por ej.: Se juzga a los candidatos presidenciales por su cara. La racionalidad no es tan común como creía Aristóteles. Las teorías de la "acción racional" ignoran la acción de los sistemas sociales que condicionan la acción del individuo.

Sistemas sociales hay múltiples. Los antropólogos estudian las sociedades antiguas y sus relaciones de parentesco. En la sociedad moderna, hay muchos más sistemas sociales complejos no familiares, instituciones, sistemas políticos, asociaciones…. Se solapan entre sí, cada persona está cruzada entre varios sistemas, además los hay mixtos (así los Estados son órganos políticos, y a la vez empresas culturales y económicas)…

Ibn Jaldún (filósofo andalusí-tunecino, s. XIV) anticipó la visión sistémica de los problemas en su sociología. Desarrolló este pensmiento el barón D'Holbach, fundador del sistemismo filosófico (en Système de la Nature y Système Social). Hoy se le ignora.

Bunge pro sistemismo, vs. holismo y vs. atomismo individualista. Modelo de atomismo es el dicho de Thatcher, "la sociedad no existe". Los nazis, al revés: "dein Volk ist alles"—frase que si se pronuncia ladrada aún es más escalofriante.

El sistemismo sostiene que cada uno de nosotros es más que la colección de los individuos. Hay propiedades suprapersonales (cohesión, tradición, división del trabajo, nivel cultural, etc…). Reúne el sistemismo las tesis de sus rivales individualistas y holistas, y las combina de modo ventajoso. El sistemismo admite los niveles de sus rivales, cosa que no sucede al revés. Lo macrosocial condiciona y es condicionado por los procesos microsociales.

¿Cómo entender con un enfoque sistémico problemas como la marginalidad y el subdesarrollo?

La marginalidad es una situación individual, el subdesarrollo es cuestión de una colectividad. La marginalidad se combate facilitando la participación y la integración social (en la escuela, sindicatos, etc.). Bunge es partidario de la eficacia de las ONGs, y está por la inversión en obras públicas y sistemas de seguridad social. Avance hacia la democracia integral (modelo de los escandinavos) – los latinoamericanos son los más alejados de este modelo, pues poseen el índice de diferencia social mayor del mundo.

El subdesarrollo se caracteriza por la marginalidad y la dependencia, y sus concomitantes: la corrupción, la impunidad, etc. No hay recetas simples como "libre comercio" o "democracia" para superar el subdesarrollo. Se requieren soluciones sistémicas (propone George Soros). Hay que tener en cuenta el localismo, las condiciones, tradiciones, recursos de cada país. No hay recetas internacionalmente válidas. Esto es algo que no entienden los economistas desarrollistas ortodoxos, que de hecho son el peor obstáculo al desarrollo.

La visión sistémica, la visión integradora y multipartita de la sociedad, contrasta con las visiones sectoriales: el ambientalismo (o ecologismo radical), el biologismo, el economicismo y el culturalismo—y el politicismo (centrados cada uno en un solo aspecto de la sociedad). Hay que integrar las cinco visiones parciales sin perder de vista los demás aspectos. No hay recetas simples que tengan en cuenta sólo uno de esos factores.

El Universo es el sistema de todos los sistemas. Sólo se le puede entender y controlar mínimamente si se adopta un enfoque sistémico junto con el método científico. Pero también hacen falta pasión intelectual, y pasión moral: deseos de hacer el bien en la sociedad. La pasión política debe estar al servicio de la pasión moral. Si no, está al servicio de otras pasiones, no del bien público. Bunge aboga por un enfoque sistémico y científico de los problemas, unido a una moral humanista.



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En la sesión de preguntas....


- Argumenta Bunge contra el sistemismo abstracto y la Teoría General de Sistemas: no hay que perder de vista los problemas concretos. Contra los pseudo-científicos sociales de moda que aplican indebidamente la Teoría de Catástrofes, etc.

—Contradicción entre la disciplinariedad universitaria, la superespecialización, y la formación integral. ¿Es nociva la superespecialización? Para Bunge, la filosofía de la ciencia, la sociología de la ciencia, etc. son puentes entre ciencias y humanidades. Filosofía de la ciencia y sociología de la ciencia deberían introducirse como asignaturas optativas en las ciencias… pero ojo con qué sociologías de las ciencias, que intentar desacreditar a la ciencia es más fácil que intentar comprenderla.

—Yo le pregunto por si la racionalidad universal podría suponer a veces un problema más que una solución, visto que la racionalidad de una época se ve desautorizada por la racionalidad de la siguiente. ¿Sería beneficioso, por ejemplo, un gobierno mundial, que aplicase decisiones científicamente informadas? ¿Lo ve Bunge factible en el futuro?
Sin llegar a eso, sí aboga por un refuerzo de la ONU, que permita tomar decisiones reales, y por desvincularla de Estados Unidos. En Andorra la pondría, dice, no en Nueva York. (¡Ojo con Andorra! le digo).

Bien, en todo caso insiste Bunge en la toma de decisiones racionales, contra el oscurantismo, y la irracionalidad. Y también contra "charlatanes" como Heidegger y Derrida, que tal como los ve Bunge envuelven sus nadas en grandes oscuridades verbales. Está a favor de los principios de racionalidad, de claridad y de no contradición. Y a favor de una claridad de expresión, que es "la politesse du philosophe".

(Y, bien, éste es el aspecto en el que más disiento de Bunge: en su rechazo de la filosofía fenomenológica y hermenéutica; es maximalista, poco 'sistémico' si se quiere, desautorizar en bloque así disciplinas enteras casi, y modos de reflexión —y problemáticas— que escapan a un tratamiento científico. No negaré que ni Derrida ni Heidegger son muy "educados" en ese sentido, y sí pecan de oscuridad innecesaria—pero tampoco es de mucha educación desautorizar tradiciones enteras de pensamiento de esta manera. Hay muchas maneras de abordar los problemas, y algunas paradojas de la racionalidad no son visibles, ni tratables, desde otras perspectivas).






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