Déjà vu

El tremendo disco de Crosby, Stills, Nash & Young, de 1970.





Y de él he extraído ésta canción, "Teach Your Children", en su tercer intento, un déjà vu de un déjà vu.






Aquí hay otro intento. Prometo perfeccionarla cuando sea una estrella del rock.

—oOo—



Narrative: A Critical Linguistic Introduction


No había caído en la cuenta de que me cita o nos cita Michael Toolan en las ediciones recientes de este libro, Narrative: A Critical Linguistic Introduction.  Cuya primera edición me compré yo en el año 88, en Providence. Estudiaba yo allí en esta bonita universidad.







—oOo—

Retropost #796 (6 de marzo de 2006): Maquiavelo - Sobre la fidelidad de los políticos a la palabra dada


(de El Príncipe):



Todos sabemos lo digno de alabanza que es que los gobernantes mantengan sus promesas y se comporten de manera íntegra y sin astucias. Pero la experiencia de nuestros tiempos nos dice que los gobernantes que han hecho grandes cosas son los que menos han mantenido su palabra y han sabido engañar a los hombres mediante la astucia, superando así en última instancia a quienes se basan en la lealtad.

 
Es preciso saber que hay dos maneras de combatir: la primera, mediante las leyes; la otra, utilizando la fuerza. La primera es propia del hombre, la segunda de las bestias. Pero como a veces la primera no basta, conviene recurrir a la segunda. De ahí que a los gobernantes les sea necesario saber usar debidamente tanto a la bestia como al hombre. Los escritores de la Antigüedad enseñaron esto a los gobernantes por medio de alegorías: así nos cuentan que Aquiles y otros muchos jefes antiguos fueron criados por el centauro Quirón, que los educó con disciplina. Esto de tener un preceptor que era mitad hombre y mitad bestia significa que al príncipe le conviene saber usar una y otra naturaleza. Y la una sin la otra no produce efectos duraderos.

Ya que el gobernante debe conocer bien las maneras de la bestia, lo mejor es que tome por modelo tanto a la zorra como al león: porque el león no sabe defenderse de las trampas, y la zorra no puede defenderse de los lobos. Por lo tanto, hay que ser zorra para conocer bien las trampas, y león para infundir temor a los lobos. Los que sólo imitan al león no tienen ni idea.

El gobernante, por lo tanto, ni puede ni debe cumplir la palabra dada si eso le perjudica y si han desaparecido las razones de su promesa. Si todos los hombres fueran honestos, este principio no sería válido, pero como son malintencionados, y no mantienen lo que prometen, tampoco uno debe mantenerlo. Ni han faltado nunca a los gobernantes razones suficientes para justificar su inobservancia. Sobre esto podrían traerse infinidad de ejemplos modernos y mostrar cuántas paces, cuántas promesas han quedado sin efecto y se han hecho vanas por la infidelidad de los príncipes a su palabra: y los que mejor han sabido imitar a la zorra han obtenido mayores ganancias. Y ante todo es necesario saber disfrazar bien el carácter de uno y ser un gran disimulador. Son tan simples los hombres y tan sumisos a la necesidad de cada momento, que quien engaña encuentra siempre alguien que se deja engañar.

No pasaré en silencio uno de los ejemplos más recientes. [Aquí se nombra a un prominente estadista contemporáneo] nunca hizo otra cosa ni pensó más que en engañar a la gente, y siempre encontró a alguien a quien burlar. Ni hubo nunca hombre que fuera más eficaz en afirmar solemnemente una cosa, manteniéndola con juramento, para después no respetar lo que había jurado. Y sin embargo sus engaños siempre le resultaron útiles, porque conocía bien la naturaleza humana.

Es decir, que un político no ha de tener todas las cualidades arriba enumeradas. Pero sí que le es necesario aparentar tenerlas. Me atrevo a decir que si tiene esas cualidades y las pone en práctica, son dañinas; en cambio, aunque no las tenga, si aparenta tenerlas, son útiles. Como parecer piadoso, leal, humano, íntegro, religioso, y serlo en realidad. Pero hay que tener dispuesto el ánimo para aparentar que se tienen estas cualidades si en realidad no se las posee. Esto conviene entenderlo bien: que un gobernante, sobre todo un gobernante que acaba de llegar al poder, no debe atenerse a todo lo que hace que los hombres sean tenidos por buenos, porque en ocasiones, para defender su Estado, necesitará actuar contra la lealtad, contra la caridad, la humanidad y la religión. Tiene que contar con un ánimo dispuesto a moverse según sople el viento de la fortuna e impongan las diferentes circunstancias, sin apartarse del bien, si es posible —pero sabiendo también entrar en el mal, si es necesario.


Mucho cuidado han de tener los políticos de no proferir palabras que no estén impregnadas de las citadas cualidades, y que quienes lo vean y oigan hallen todo piedad, todo lealtad e integridad, todo humanidad y religión. Y lo que más necesita aparentar es esta última virtud de la religión, porque los hombres en general juzgan más por lo que ven que por lo que tocan; todos ven, pocos sienten. Todos ven lo que pareces ser; pocos sienten lo que eres. Y esos pocos no se atreven a oponerse a la opinión de la mayoría, que admás cuenta con los defensores de la majestad del poder. Y en las acciones de los hombres, y mucho más en las de los estadistas, no hay tribunal al que apelar: se atiende al resultado.


Así pues, que haga el gobernante cuanto debe por dominar y conservar el Estado, que los medios siempre serán considerados justos y alabados por todos, pues al vulgo lo convencen las apariencias y el resultado de cada cosa. Y en el mundo no hay más que vulgo: los grupos minoritarios no tienen sitio cuando la mayoría apoya al gobernante. Cierto estadista de nuestro tiempo, a quien no es oportuno nombrar, habla continuamente de paz y lealtad, cuando es el mayor enemigo de la una y de la otra; pero si las hubiera respetado, ambas cosas le hubiesen arrebatado la buena fama y el poder.




—oOo—


Retropost #795 (5 de marzo de 2006): Barthelme, intent...


Me acabo de releer Sixty Stories, de Donald Barthelme. Al releerlo se aprecia mejor lo que tiene de extraño y también lo que tiene de convencional: da menos miedo, quizá. Bueno, miedo: una cabeza tan rara como la de Barthelme te da miedo precisamente por lo que reconoces de tu propia cabeza en la suya. Desde luego es de los que transforman la realidad sacando a la luz lo que teníamos delante de las narices y no habíamos visto: nos barthelmiza. Algo desagradable para muchos, porque es la suya una cabeza especializada en mirar las cosas con distancia, ironía, y nulo pero muy nulo contacto emocional con ellas. Es pura inteligencia sarcástica, cruel a la hora de exponer clichés. Más bien sugiere que estamos hechos de clichés y frases repetidas; sólo una combinación inesperada y absurda de lo repetido nos muestra la extrañeza de lo cotidiano, además de su rutinaria familiaridad. La metaficción de Barthelme, así, nos presenta extrañas historias para que veamos la extrañeza de lo real (su extrañeza en su modernidad y su vulgaridad). Deshace el relato convencional para que a través de sus ruinas veamos la caverna donde habitamos. Pero como digo sorprende al releerlo ver cómo Barthelme es capaz, desde su perspectiva cínica y desencantada, de escribir literatura comprometida y "clara", como un alegato político demoledor contra la guerra fría (en "Game") o contra la carrera armamentística y tecnológica (en "Report"), o contra el conservadurismo alienante de los Estados Unidos ("A City of Churches"). Y estos son sólo los casos más explícitos o militantes de una visión crítica que puede verse implícita en muchas partes de su obra.

Gus Negative dice que "It would be difficult for anyone not wearing critical blinders to ignore the melancholic, yet ultimately optimistic humanism lying at the core of all Barthelme’s stories". Bueno, pongamos que si están presentes ese optimismo y ese humanismo, es enteramente por exclusión, en negativo. Según otros, "even in his best stories, he was constantly in danger of being engulfed by the cultural dreck—second-hand language, second-hand beliefs, second-hand emotions—he took as his subject so that his work sometimes appeared to be a symptom of cultural malaise rather than a response to it." Como ejemplo de este lado de la obra de Barthelme, cojamos la canción que canta el gran cantante Moonbelly:

Moonbelly sang a new song called "The System Cannot Withstand Close Scrutiny."
The system cannot withstand close scrutiny The system cannot withstand close scrutiny The system cannot withstand close scrutiny The system cannot withstand close scrutiny Etc.

                         ("City Life")
Lo mismo que le pasa al sistema le pasa al yo. Nos informa el narrador de "Daumier" que "The self cannot be escaped, but it can be, with ingenuity and hard work, distracted. There are always openings if you can find them, there is always something to do". El sarcasmo corrosivo y el absurdismo eran las maneras en que Barthelme se enfrentaba al problema: "Not self-slaughter in the crude sense. Rather the construction of surrogates. Think of it as a transplant". Así, muchos relatos de Barthelme son alegorías de la escritura, de su poder transformador, y también de sus miserias, truquillos, y de los refugios provisionales que ofrece. Y los trucos de la escritura son los de la vida, pues organizamos nuestra vida con estructuras narrativas: una ficción bien hecha es la más falsa...

El último cuento de Sixty Stories vuelve a la perspectiva cínica. Pero en el penúltimo, "Bishop", es extraño encontrarse con un autorretrato casi sentimental. Quizá la compasión por sí mismo era lo único que le podía tocar la fibra sensible a Barthelme, y así, casi al final de su obra, nos presenta, con distanciamiento irónico, eso sí, un momento de inocencia y nostalgia. Bishop es un alter ego de Barthelme: escritor famoso, divorciado múltiple, escéptico, enfrentado al absurdo vital. No ama a su amante, bebe demasiado. Envejece, ha perdido las ilusiones. Así termina el cuento:

With his scotch in bed, Bishop summons up an image of felicity: walking in the water, the shallow river, at the edge of the ranch, looking for minnows in the water under the overhanging trees, skipping rocks across the river, intent . . .
Para mí, acaba allí su obra, en esos puntos suspensivos. Intent... no distanciado de sí, o haciéndose autotransplantes, sino concentrado en un objeto de atención que le absorbe, totalmente fuera de sí, inocente de ironía y sin un asomo de autocontemplación. De niño podía hacerlo; ahora sólo puede escribir sobre ello, y sobre cómo ya no está allí, y querría estar en un lugar parecido.





—oOo—

miércoles, 30 de marzo de 2016

Origen chamánico del drama japonés


La referencia más antigua al origen de un género dramático en la literatura japonesa que he encontrado está en una nota de W. G. Aston a su traducción del Nihongi, una crónica del año 720 escrita en chino—nota referida a las Sarume y las Miko. Las Sarume [literalmente, "ojo de mono"] eran una especie de sibilas, mujeres chamán o médiums cuya impersonación de los dioses puede considerarse uno de los orígenes rituales del drama, anclado en la religión como sucedería entre los griegos y luego en la Edad Media. Se observará tanto una conexión con "el animal divino" al que alude Gustavo Bueno (la cabra entre los griegos, y en este caso el mono) como con los ritos agrícolas y estacionales. Se reconoce también la capacidad de oír "voces" en la cabeza como uno de los atributos de los elegidos—quizá esas voces de los dioses a las que se refiere Julian Jaynes en su tesis sobre el origen de la consciencia moderna y el silencio de los oráculos. El texto del Nihongi narra cómo una mujer divina, Ame no Uzume, es elegida por su belleza y enviada a interrogar a un dios; lo reconoce, y le sorprende desnudando sus pechos. Se convertirá en la antepasada de las Sarume.


"Las Sarume", explica Aston, "eran en principio mujeres que representaban danzas cómicas (sarumahi o "danzas de mono") en honor a los dioses. Se las menciona junto con las Nakatomi e Imbe tomando parte en la fiesta de los primeros frutos y otras ceremonias sintoístas. Estas danzas fueron el origen de las representaciones de Kagura y de Nô. Otra función de las Sarume es la indicada en el papel que desempeña Uzume no Mikoto cuando los dioses tientan a la Diosa del Sol a salir de su cueva de rocas. Allí se dice que tuvo inspiración divina. Esta inspiración divina siempre ha sido común en Japón. La persona inspirada cae en un trance, o estado hipnótico, en el que habla asumiendo la persona de algún dios. Esas personas se conocen actualmente como Miko, definidas por Hepburn como "una mujer que, bailando en una Miya, pretende estar en comunicación con los dioses y los espíritus de los muertos", es decir una médium. También hay médiums ambulantes, como en Inglaterra, mujeres de baja categoría que supuestamente comunican mensajes de amigos o parientes muertos."


(Nihongi: Chronicles of Japan from the Earliest Times to A.D. 697. Trans. from the original Chinese and Japanese by W. G. Aston. (Transactions and Proceedings of The Japan Society, London, supplement 1). Vol. 1. London: Printed por Kegan Paul, Trench, Trübner & Co, 1896. Online at Internet Archive:
    https://archive.org/details/nihongichronicl00astogoog )


—oOo—

The Origin of the World and of Japan



The Japanese creation myths (Kuniumi) are told in the earliest Japanese Chronicles, the Kojiki and the Nihongi. The Kojiki (written by O no Yasumaro in 711-12) is the oldest of the historical texts.  The first English translations of the Nihongi and the Kojiki can be found at the Internet Archive:
Nihongi: Chronicles of Japan from the Earliest Times to A.D. 697. Trans. from the original Chinese and Japanese by W. G. Aston. (Transactions and Proceedings of The Japan Society, London, supplement 1). Vol. 1. London: Printed por Kegan Paul, Trench, Trübner & Co, 1896. Online at Internet Archive: https://archive.org/details/nihongichronicl00astogoog
    2016
O no Yasumaro. "Kojiki." Wikipedia: The Free Encyclopedia.*
    https://en.wikipedia.org/wiki/Kojiki
    2016
_____. The Kojiki translated by Basil Hall Chamberlain. 199. Online at Sacred Texts.
    http://www.sacred-texts.com/shi/kj/index.htm
    2016

The Nihongi (Chronicles of Japan), written in Chinese in 720 A.D. takes us through the early centuries of Japanese history, through a mixture of legend,  pseudo-chronicle, and historical record, but it begins at the dawn of time, in myth—with a cosmogonic creation story which explains the origin of the Earth, of the gods, of Japan and of the humans. Here are some fragments coming from the Sacred Texts website.

THE NIHONGI - THE AGE OF THE GODS

Book I

 

Of old, Heaven and Earth were not yet separated, and the In and Yo not yet divided. They formed a chaotic mass like an egg which was of obscurely defined limits and contained germs.

The purer and clearer part was thinly drawn out, and formed Heaven, while the heavier and grosser element settled down and became Earth.

The finer element easily became a united body, but the consolidation of the heavy and gross element was accomplished with difficulty.

Heaven was therefore formed first, and Earth was established subsequently.

Thereafter divine beings were produced between them.

Hence it is said that when the world began to be created, the soil of which lands were composed floated about in a manner which might be compared to the floating of a fish sporting on the surface of the water.

At this time a certain thing was produced between Heaven and Earth. It was in form like a reed-shoot. Now this became transformed into a God, and was called Kuni-toko-tachi no Mikoto.

Next there was Kuni no sa-tsuchi no Mikoto, and next Toyo-kumu-nu no Mikoto, in all three deities.



These were pure males spontaneously developed by the operation of the principle of Heaven.

In one writing it is said: '"When Heaven and Earth began, a thing existed in the midst of the Void. Its shape may not be described. Within it a deity was spontaneously produced, whose name was Kuni-toko-tachi no Mikoto, also called Kuni-soko-tachi no Mikoto. Next there was Kuni no sa-tsuchi no Mikoto, also called Kuni no sa-tachi no Mikoto. Next there was Toyo-kuni-nushi no Mikoto, also called Toyo-kumu-nu no Mikoto, Toyo-ka-fushi-no no Mikoto, Uki-fu-no-toyo-kahi no Mikoto, Toyo-kuni-no no Mikoto, Toyo-kuhi-no no Mikoto, Ha-ko-kuni-no no Mikoto, or Mi-no no Mikoto."

In one writing it is said: "Of old, when the land was Young and the earth young, it floated about, as it were floating oil. At this time a thing was produced within the land, in shape like a reed-shoot when it sprouts forth. From this there was a deity developed, whose name was Umashi-ashi-kabi-hiko-ji no Mikoto. Next there was Kuni no toko-tachi no Mikoto, and next Kuni no sa-tsuchi no Mikoto."

In one writing it is said: " When Heaven and Earth were in a state of chaos, there was first of all a deity, whose name was Umashi-ashi-kabi-hiko-ji no Mikoto. Next there was Kuni-soko-tachi no Mikoto."

In one writing it is said: "When Heaven and Earth began, there were deities produced together, whose names were, first, Kuni-no-toko-tachi no Mikoto, and next Kuni no satsuchi no Mikoto." It is further stated: "The names of the gods which were produced in the Plain of High Heaven were Ama no mi-naka-nushi no Mikoto, next Taka-mi-musubi no Mikoto, next Kami-mi-musubi no Mikoto."

In one writing it is said: "Before Heaven and Earth were produced, there was something which might be compared to a cloud floating over the sea. It had no place of attachment for its root. In the midst of this a thing was generated which resembled a reed-shoot when it is first produced in the mud. This became straightway transformed into human shape and was called Kuni no toko-tachi no Mikoto."

(...)

A passage from Aston's translation of Book 1. He notes the phallic inspiration of the following creation story:

Izanagi no Mikoto and Izanami no Mikoto stood on the floating bridge of Heaven, and held counsel together, saying:
"Is there not a country beneath?"
Thereupon they thrust down the jewel-spear [penis] of Heaven, and groping about therewith found the ocean. The brine which dripped from the point of the spear coagulated and became an island which received the name of Ono-goro-jima.

Cf. the Kojiki's version of this episode. In the following passage, which immediately follows the previous one, we can see a myth comparable to that of Adam and Eve as regards the supremacy of the male sex—with the female initiative being curtailed and male preeminence and activity being asserted in spite of the woman's original readiness to become an agent. The English text also seems to suggest that it is the man who is moving in the "right" way, clockwise, whereas the woman moves to the right, counterclockwise, although this is admittedly ambiguous:
The two Deities thereupon descended and dwelt in this island. Accordingly they wished to become husband and wife together, and to produce countries.
So they made Ono-goro-jima the pillar of the centre of the land.
Now the male deity turning by the left, and the female deity by the right, they went round the pillar of the land separately. When they met together on one side, the female deity spoke first and said: —"How delightful! I have met with a lovely youth." The male deity was displeased, and said: —"I am a man, and by right should have spoken first. How is it that on the contrary thou, a woman, shouldst have been the first to speak? This was unlucky. Let us go round again." Upon this the two deities went back, and having met anew, this time the male deity spoke first, and said: —"How  delightful! I have met a lovey maiden."
Then he inquired of the female deity, saying: —"In thy body is there aught formed?" She answered, and said: —"In my body there is a place which is the source of femineity." The male deity said:—"In my body again there is a place which is the source of masculinity. I wish to unite this source-place of my body to the source-place of thy body." Hereupon the male and female first became united as husband and wife.
Now when the time of birth arrived, first of all the island of Ahaji was reckoned as the placenta, and their minds took no pleasure in it. Therefore it received the name of Ahaji no Shima.
Next there was produced the island of Oho-yamato no Toyo-aki-tsu-shima. [Nippon]
Next they produced the island of Iyo no futa-na [Shikoku], and next the island of Tsukushi [Kiushiu]. Next the islands of Oki and Sado were born as twins. This is the prototype of the twin-births which sometimes take place among mankind.
Nest was born the island of Koshi, then the island of Ohoshima, then the island of Kibi no Ko.
Hence first arose the designation of the Oyo-ya-shima country.
Then the island of Tsushima and Iki, with the small islands in various parts, were produced by the coagulation of the foam of salt-water.

(...)

The early generations of deities will be engendered by these gods—although their earliest children, the leech and the island of Aha (Foam), are not considered legitimate or well-formed, and are abandoned by their parents. According to the Kojiki, these defective children resulted from the woman having spoken first.





—oOo—

Técnicas humanas y analogías cósmicas - Luis Carlos Martín Jiménez




La crítica a la abundancia de "singularidades" y al uso del infinito en las ecuaciones cosmológicas me ha hecho pensar en Smolin y Unger.

Y la idea de que la escritura no proviene del habla, sino del trazo, naturalmente tiene un gran desarrollo en la gramatología de Derrida.

—oOo—

Retropost #794 (4 de marzo de 2006): Psicópatas de andar por casa



Unas entrevistas muy interesantes sobre el acoso laboral en el programa de Isabel Gemio Te doy mi palabra, de Onda Cero. Al parecer, en los ambientes en los que se produce acoso laboral es frecuente el perfil psicopático entre los líderes acosadores. Porque hay líderes: aunque el acoso es una cuestión de ambiente global en el puesto de trabajo, la mayoría no hacen sino seguir la pauta que les marca el líder, que con frecuencia es el jefe. Y con frecuencia, cuando existe una ambiente de acoso, es porque existen tendencias psicopáticas y narcisistas en la personalidad de los jefes y líderes; imponen unas maneras de hacer y de tratar, en concreto a quien interfiere con sus planes, que son seguidas por prudencia, instinto de supervivencia, cobardía o dejadez moral por otras muchas personas.

Un libro interesante sobre el tema: El acoso moral, de Marie-France Hirigoyen. (Le harcèlement moral. Paris: La Découverte / Syros, 1998; El acoso moral: El maltrato psicológico en la vida cotidiana. Barcelona: Paidós, 1999).

Esto sucede a nivel casero, en la vida cotidiana o en el trabajo, y también a nivel político. Las estrategias psicológicas, y la catadura moral de los acosadores, o los mecanismos mentales de los comparsas, tienen paralelos significativos. Aunque, por supuesto, el daño es mucho mayor cuando es un gobierno el que se dedica a acosar a un chivo expiatorio, con el beneplácito de la mayoría de la población. Por desgracia, no faltan ejemplos en la historia. Debe ser un mecanismo útil para hacer patria, o para hacer empresa. Y las personas con perfil de acosador tienen así su función en el engranaje social, y encuentran su aprecio y recompensa por múltiples lados.




—oOo—

Retropost #793 (3 de marzo de 2006): La utilidad de los números romanos




Qué difícil ver en los discos de hoy en día la fecha en la que han salido. Letra microscópica para la fecha; a veces ni figura. En los DVDs, buéenoooo... información confidencial, secreta y guardada bajo siete llaves con mucho cuidado. Como si fuese la vergüenza de la familia que una película sea de hace dos años, o doce, y no de éste. En los créditos finales, aparece la fecha en números romanos, preferentemente ilegibles (para los americanos, como si se los ponen en números mayas). En los libros tradicionalmente salía la fecha en la portada. Ahora ha pasado a un rincón discreto de la página de copyright. Algunos ya la ponen en una de las páginas finales, también con letra de pulga.

Y es que todo caduca, enseguida caducará antes de haber sido lanzado o publicado. Es una vergüenza para un producto tener más de un año. Si es una reedición de un clásico, pues al menos que sea de hoy, o mejor aún presentarla como si aún siguiese escribiendo el tío. El mercado potencia la cultura de usar y tirar; todo producto del año pasado está desacreditado como no lleve al menos el barniz de este año. Sólo vale lo nuevo, lo recién hecho; lo viejo es una porquería vergonzosa, no sé ni cómo se atreven a venderlo aún. Deberían sacar la producción cultural en formatos que se autodestruyeran con el cambio de año.




—oOo—


Poética del relato en 'La Historia de Genji'


La Historia de Genji, escrita hace mil años por Murasaki Shikibu, es de un refinamiento literario, estilístico y emocional mucho más complejo que cualquier cosa que se hiciese en Occidente por esas fechas. Es a la vez un ejemplo magnífico de novela sentimental y una parodia del género, pues no hay sentimentalismo que resista las descaradas aventuras eróticas de Genji, cuyo egocentrismo supremo sin embargo no hace disminuir la admiración que todo el mundo siente por él, incluida la autora—y es que al parecer daba gusto verlo, o eso opinaba la gente. Los personajes también son refinados hasta la decadencia, comunicándose por medio de poemas (casi haikus avant la lettre) llenos de sutiles alusiones intertextuales a los clásicos, especialmente al Kokinshu. Pero aún destaca su consciencia literaria por otra cosa: contiene esta escena de crítica literaria, en boca del propio Genji (y es que da gloria oírlo, ya lo dice la autora, que Genji todo lo hace bien, y hasta huele de maravilla). Es toda una poética del relato, y un repaso a la estilística del realismo y de la convención literaria. Aquí habría que esperar hasta la escarda bibliotecaria del Cura y el Barbero, seiscientos años después, para tener algo que se le pueda comparar.
Este fragmento viene del capítulo 25, "Hotaru" (Las Luciérnagas). En este capítulo, Genji proporciona a uno de los pretendientes de su protegida Tamakazura, Su Alteza de la Guerra, un atisbo de ella a la luz de las luciérnagas, una escena delicada literariamente pero socialmente indiscreta, máxime si se tiene en cuenta el voyeurismo cotilla de Genji y su propio deseo por Tamakazura, a pesar de que la hace pasar por hija suya. Tras este episodio, Genji se explaya como crítico, comentando los gustos literarios de ella. Reproduzco el final del capítulo, con las notas de Royall Tyler, todo en la traducción de Jordi Fibla: La historia de Genji. (Memoria Mundi Atalanta, 3). Vilaür (Gerona): Atalanta, 2006.









Aquel año las largas lluvias fueron más intensas de lo habitual, y para capear el tiempo persistentemente húmedo las damas se divertían día y noche con relatos ilustrados. La dama de Akashi compuso algunos muy bonitos y se los envió a su hija. Estas cosas intrigaban en especial a la joven dama del ala oeste, que, por lo tanto, se dedicó a copiar y a leer durante todo día. Disponía de varias damas de honor adecuadamente dotadas para satisfacer ese interés (18). Entre su recopilación de cuentos ella encontró relatos, sobre hechos verídicos o ficticios, de muchos extraordinarios destinos, pero ninguno, ¡ay!, que se pareciera en algo al suyo. Las tribulaciones a las que se enfrenta la joven dama de Sumiyoshi (19) eran notables, desde luego, como también lo era todavía su fama en el mundo actual, y la manera en que se había librado por los pelos del jefe de contaduría tenía mucho que ver con los terrores que le había causado a ella el auditor comisionado.

Al verla embelesada por esa clase de obras, que estaban esparcidas por doquier, Genji exclamó:

—¡Oh, no, esto no puede ser! Es evidente que las mujeres han nacido para que las embauquen sin un murmullo de protesta. Apenas hay una palabra de verdad en todo esto, como sabes perfectamente bien, pero ahí estás tú, sumida en fábulas, tomándolas en serio y escribiendo sin dedicar un solo pensamiento a tu cabello enmarañado por la humedad de este tiempo lluvioso y cálido. —Se echó a reír, pero entonces siguió diciendo: —Claro que sin esta clase de relatos sobre los tiempos pasados, ¿cómo pasaríamos el tiempo cuando no hay nada más que hacer? Además, entre esas mentiras hay, desde luego, algunas escenas plausiblemente conmovedoras, contadas de una manera convincente; y, sí, sabemos que son ficciones pero aún así nos emocionan y hacen que sintamos atracción, sin ninguna razón de peso, hacia la bonita y sufriente heroína. Podemos ser incrédulos hacia la flagrante inverosimilitud, y aun así asombrarnos por las maravillas ingeniosamente inventadas, y aunque éstas se hagan pesadas al oírlas de nuevo, ya con ánimo sereno, algunas siguen siendo fascinantes. Estos días, cuando alguien le lee a mi pequeña y me quedo a escuchar, pienso para mis adentros qué buenos conversadores hay en este mundo, y cómo también este relato debe de proceder de la imaginación elocuente y persuasiva de alguien, aunque tal vez no sea así.

—Sí, claro, por diversas razones alguien acostumbrado a decir mentiras no dudará en considerar de ese modo los relatos, pero a mí me parece imposible que no sean verdad. —Empujó el tintero a un lado.

—He sido muy descortés al hablarte tan mal de los relatos. La verdad es que registran lo que ha sucedido desde la Era de los Dioses. Las crónicas de Japón (20) y otros libros similares sólo ofrecen una parte de la historia. ¡Los relatos son los que contienen los detalles realmente valiosos! —Se echó a reír—. No es que los relatos describan con precisión a cualquier persona determinada; más bien la narración empieza cuando todo aquello que el narrador ansía transmitir a las generaciones futuras (aquello, sea lo que fuere, de la vida de la gente que, para su bien o para mal, es digno de verse o que, al ser oído, maravilla) rebosa de su corazón. Para presentar a alguien bajo una buena luz uno sólo resalta lo bueno, y para complacer a otros uno favorece lo que es extrañamente perverso, pero nada de esto, bueno o malo, está alejado de la vida tal como la conocemos. Los relatos no se cuentan de la misma manera en el otro reino (21), e incluso en el nuestro los estilos antiguo y moderno son, por supuesto, distintos. Pero aunque uno pueda distinguir entre lo profundo y lo superficial, es erróneo rechazar siempre como falso lo que uno encuentra en los relatos. Se habla de "medios convenientes" (22) también en la enseñanza que el Buda, en su gran bondad, nos dejó, y muchos pasajes de las escrituras parecen contradictorios y por ello hacen dudar a quienes carecen de comprensión, pero al final tienen un solo mensaje, y la brecha entre la iluminación y las pasiones (23) es, después de todo, no más ancha que la brecha que en los relatos separa a los buenos de los malos. Por decirlo con precisión, no hay nada que no tenga su propio valor.

En resumen, había hecho una defensa muy buena de los relatos.

—Pero, ¿habla alguno de esos antiguos relatos de un tonto fervoroso como yo? —se le acercó más—. No, ninguna heroína cruelmente distante de las que aparecen en ellos podría pretender que se percata de nada de una manera tan despiadada como lo haces tú. ¡Vamos, hagamos nuestro relato mejor que ningún otro y entreguémoslo al mundo!

Ella ocultó la cara.

—Aunque no lo hiciéramos, dudo de que una historia tan extraña pudiera acabar convertida en la comidilla de todo el mundo.

—¿Extraña? ¿Es extraña para ti? ¡No, desde luego no puede haber otra como tú!

Aunque una preocupación excesiva me lleva a buscar antiguos relatos como el nuestro,
¡no hallo ninguno de una hija tan predispuesta contra su padre!

¡Incluso la enseñanza de Buda tiene mucho que decir acerca de quienes ofenden la piedad filial!

Como la muchacha no le respondía, él le acarició el cabello, y estaba tan inquieto que por fin ella replicó:

Sí, busca cuanto quieras en los relatos del pasado: ¡jamás encontrarás
en el mundo entero un padre con unos sentimientos como los tuyos!

La respuesta de ella le avergonzó, y él no se tomó más libertades. Pero, en la situación en que se encontraba, ¿qué iba a ser de ella?

También la señora Murasaki (24) aducía sus deseos de joven dama y le resultaba difícil dejar de lado los relatos.

—¡Qué preciosa pintura! —exclamó mientras examinaba una de El relato de Kumano (25). La niñita, que sesteaba plácidamente, le recordaba a sí misma muchos años atrás.

—¡Qué perspicaces son incluso estos niños tan pequeños! Yo mismo era tan increíblemente lento... ¡Debería ser famoso por ello! —observó Genji. (26)

Famoso, sí, ciertamente debería haberlo sido, pero por su peculiar colección de aventuras licenciosas.

—Te ruego que no le leas a nuestra pequeña esa clase de relatos traviesos—le dijo—. Es cierto que difícilmente le interesará una heroína que ama en secreto, pero no debe dar por sentado que tales cosas sucedan en realidad.

La dama del ala occidental se habría escandalizado si le hubiera oído hablar así.

—Es penoso ver a alguien que imita estas cosas de una manera insensata —replicó ella—, pero fíjate entonces en la joven Fuijwara de El árbol hueco. Por seria y sobria que sea, jamás se extravía, pero la rigidez de su manera de hablar y su conducta son tan impropios de una dama que muy bien podría hacerlo.

—Esto también puede suceder en la vida real. La gente insiste en salirse con la suya y pierde el sentido de la proporción. Cuando los padres perfectamente respetables de una muchccha la han educado con esmero para que su principal característica sea la inocencia infantil, y ésta, por lo demás, tiene poco que ofrecer, por lamentable que sea uno se pregunta cuál puede haber sido su idea de la educación. Pero cuando una muchacha se desarrolla como debería, el esfuerzo ha valido la pena y sus padres son merecedores de alabanza. Es muy decepcionante constatar que ni las palabras ni las acciones de una muchacha indican que sea merecedora de las generosas alabanzas que recibe. Uno debe ingeniárselas para no permitir que personas tediosas alaben a una niña.

(...)



18. Presumiblemente, mujeres expertas en recoger relatos, copiarlos o hacer pinturas para ilustrarlos.

19. Un clásico ya en tiempos de la autora, sólo sobrevive en una versión reescrita que data aproximadamente del siglo XIII.

20. Nihongi, una historia oficial de Japón escrita en chino y completada en el año 720. Comienza con un relato de la kamiyo, la era divina que precedió a la de los humanos.

21. China. El original de toda esta frase es confuso y dudoso, y varía mucho en los diferentes manuscritos.

22. Hôben, un recurso adoptado por ser iluminado para conducir a quien no está preparado a aceptar una guía más directa hacia la iluminación. La expresión puede abarcar lo que en términos convencionales sería una mentira. La cuestión se trata a fondo en el Sutra del Loto.

23. Una paradoja del budismo Mahâyana japonés es que "las pasiones son iluminación", las pasiones derivadas del deseo y los sentidos, que, para la opinión general, son precisamente lo más alejado de la iluminación.

24. Es la primera aparición de "Murasaki no Ue", que en lo sucesivo se traducirá así cada vez que aparezca. [Es la joven esposa de Genji, antes también su protegida, y cuyo nombre coincide con el pseudónimo utilizado por la autora de El relato de Genji, otro guiño metaficcional.]

25. Hoy perdido.

26. Su broma parece consistir en que, al contrario que los niños (presumiblemente niño y niña) de la imagen, él fue un niño torpe y lento para quien las obsesiones románticas no significaban nada.

27. Sobre todo por parte de sus ayas y damas de honor.






Se observará que Genji es consciente de la evolución del estilo narrativo (el antiguo frente al moderno), y de los diversos estilos nacionales (el japonés frente al chino). A destacar especialmente este detalle metaficcional: Genji, a la manera de Shakespeare, del Calderón de El Gran Teatro del Mundo, o de Cervantes que también usó la misma imagen, se pregunta si el mundo donde habita es también una realidad virtual, una ficción relatada por alguien, como en efecto lo es. Aquí es la narración la imagen usada para esta analogía entre el arte y la vida, en lugar del teatro—la vida aparece como un relato novelístico, reflexión unamuniana a la que llega Genji al ver cómo los sentimientos y conversaciones reales también tienen su propia poética, una poética de la vida cotidiana que es a su vez captada por las ficciones, y que es ignorada por las narraciones supuestamente "serias". La ficción cuenta, por tanto, la mitad de la verdad (o su mayor parte)—la experiencia de la vida y de la sociedad que es ignorada por las historias.








—oOo—

martes, 29 de marzo de 2016

Antiguo edificio de la Universidad de Zaragoza

 

Copio esta entrada de El Blog de Zaragoza sobre el antiguo edificio donde estaba nuestra Facultad, en el barrio de la Magdalena...

 

Universidad de la Magdalena, Zaragoza




Aquí pongo unas fotos de la antigua Universidad de la Magdalena que fue derribada en los años sesenta y lo que dejaron como recuerdo, declarado Monumento Nacional, se hundió por la dejadez de nuestras autoridades y la pasividad de los ciudadanos. Una verdadera pena si pensamos que todo sigue igual. ("Epicuro").

Retropost #792 (2 de marzo de 2066): Capote


Jo, no puede uno echarles un capote a las víctimas del terrorismo sin que se metan contigo los sectarios de a piñón fijo, como puede verse en este post de Por la boca muere el pez. Pasan a presuponer que eres del PP, que crees que caben 30 personas en un metro cuadrado, y poco menos que fuiste directamente a invadir Irak.

En cuanto a la película Capote, por robarle una cita al autor, "francamente no entiendo a qué viene tanto revuelo". La película bien hecha pero un tanto mezquina por su concentración exclusiva en la ruin relación de Capote con el "material" que le inspiró A Sangre fría. Y luego nos da a entender que el escritor quedó tocado o invalidado por haber jugado con fuego... francamente, el personaje que presentan no tenía pinta de quemarse por dentro con nada. Así que no me resulta convincente. Me pregunto, por otra parte, si se podría hacer una película que haga a un personaje tan mezquino y desagradable, de tener éste descendientes o herederos. Los heterosexuales como Ray Charles o Johnny Cash han salido mejor parados, con redención final, y familia que les cuida la imagen. Aquí lo tratan a Capote un poco a sangre fría, con su misma moneda. No da para gran literatura, ni para gran cine.



—oOo—

Retropost #791 (1 de marzo de 2016): En el Dream Team



Bueno, por fin por fin me ha llegado el volumen que encargué del anuario Symbolism (vol. 5, 2005), en el que tengo un artículo sobre Nabokov y la intertextualidad. Les ha costado, y lo he tenido que encargar y pagar yo mismo, o sea que sueldo por la contribución, cero; los beneficios se los queda todos la editorial, supongo. Y los venden caros, aseguro. Me mandaron primero dos birriosas separatas, y luego un paquetillo más, menos mal; pero la revista, en tapa dura, demasiado buena para enviarle un ejemplar a los autores. Así, desde luego, no pienso volver a jugar. Uno se cansa de hacer el primo, observando además que se han quedado con el copyright, no sé con qué derecho, pues yo jamás he firmado un contrato. Debe estar implícito en el hecho de contribuir a la revista. Lo que digo, una razón más para autopublicarse.

Claro que, autopublicándose, uno pierde el caché de aparecer publicado en sitios reconocidos, y al lado de gente reconocida. Bajas al nivel del casposo pasante que se autoedita un volumen de poemas en cien ejemplares (cincuenta para él y familia, y los cincuenta para distribución acaban en una librería de viejo veinte años después). No se puede caer más bajo que la autoedición, y sin embargo tienta, tienta...

En este caso, yo aparecí aquí por invitación. Aunque no sea el caso esta vez, nada tiene tanto caché como una revista que se presenta como "peer-reviewed" pero luego saque volúmenes especiales donde los editores captan por invitación a los autores. Aquí me invitó en este caso, supongo que por proximidad geográfica y colaboración previa, la Dra. Susana Onega, editora de este número sobre la intertextualidad, antes de que tuviésemos desavenencias sobre la plaza de cátedra a la que me presenté. Y la verdad es que estoy en buena compañía, todo un dream team de críticos escribiendo sobre la intertextualidad, supongo que también por invitación especial: Adolphe Haberer, presidente de la Sociedad Europea para el Estudio del Inglés (ESSE); Linda Hutcheon, la teorizadora más importante de Canadá seguramente, Jürgen Schlaeger, catedrático de la Universidad Humboldt de Berlín, Valentine Cunningham, de Oxford y conocidísimo en el mundillo; J. Hillis Miller, doctor honoris causa por nuestra universidad, el menor de sus méritos; Christian Gutleben, de Estrasburgo (captado como yo, supongo); Catherine Belsey, famosa postestructuralista-materialista; Daniela Carpi, conocida poco aquí pero más en Italia, Jean-Michel Ganteau, que no lo conozco, y Patricia Waugh, célebre teorizadora de la metaficción y el postmodernismo. Bueno, en general creo son más famosos que yo. Vamos a verlo en Google hits, un terreno en el que ando relativamente fuerte. Hacemos búsqueda con comillas:

"José Angel García Landa": 122.000 resultados Google. ("Aproximadamente", nos dice Google).

"Adolphe Haberer": 297 resultados Google (¿Quée? Esta medida no debe ser de fiar).

"Linda Hutcheon": 41.000 resultados Google. (Más son, pero menos también. Aquí algo falla).

"Jürgen Schlaeger": 546. Pues tiene más resultados "Susana Onega": 754.

"Valentine Cunningham": 11.200

"J. Hillis Miller": 57.600 ("Hillis Miller" a secas, que también debe ser él mayormente, tiene 68.100). Esto es más raro, este hombre sí es bastante famoso. Yo tengo resultados atípicos.

"Christian Gutleben": 247.

"Catherine Belsey": 20.900. Estoy pensando, decididamente, en subir mi caché.

"Jean-Michel Ganteau": 182. Ya decía yo que no lo conocía.

"Daniela Carpi": En 308 páginas hablan de ella.

"Patricia Waugh": 12.200. Pas mal, mais...

Bueno, resulta que al menos con un criterio objetivable y mecanizado, estoy en el dream team por méritos propios. Es más, resulta que tengo que ponerme las pilas y empezar a cobrar por mis apariciones en los sitios. Evidentemente estos resultados un tanto sorprendentes vienen de trabajar directamente en la red, haciendo un blog, la bibliografía, etc. Pero es lástima que no acudiesen a Google como criterio orientativo, por ejemplo, antes de ponerme un 1’8 sobre 10 en las oposiciones, ¿no?

Claro que vaya usted a saber qué dicen de mí en esas ciento veintidos mil páginas. Igual me ponen a caldo; ahí Google no da pistas.

Y un dato curioso para terminar. Abro el paquete donde me venían los dos ejemplares, directamente desde AMS Press, Nueva York, y qué veo, de relleno en el paquete un periódico. En español. Neoyorquino, pero en español. Y a toda plana, "Barcelona rompe marca del Real Madrid"... Nada, que estamos en la aldea global. Global, y aldea.





PS, 10 años después: Google ha tweakeado una y otra vez su algoritmo, para reducirme a proporciones más razonables. Ahora los resultados son mucho más igualados, y no en favor mío tan descaradamente.




—oOo—




La creación imposible



Me citan en esta tesis de máster (de la Universidad Pompeu Fabra) sobre representaciones del fracaso artístico en el cine:



La creación imposible. Poética de las ficciones sobre el fracaso artístico desde la modernidad



























Molina Martínez, Julián. "La
creación imposible: Poética de las ficciones sobre el fracaso artístico desde
la Modernidad." Trabajo fin de máster, Dep. de Comunicación, U Pompeu Fabra,
2011.*
        En red en e-Repositori,
           PDF: http://repositori.upf.edu/bitstream/handle/10230/12806/TFD_JulianMolina.pdf?sequence.pdf

         2016


—oOo—

Retropost #790 (28 de febrero de 2006): 800 titulaciones, y ninguna es la mía


La ministra de Educación y ciencia, María Jesús San Segundo, ha informado hoy sobre las 800 nuevas titulaciones que crean las Universidades gracias a la adaptación al espacio europeo de educación superior. Bueno, todo depende de cómo se hagan los recuentos. Lo que no dice la ministra es que a cambio de implantar esos másteres se van a suprimir muchos programas de doctorado, con programación docente incluida. De hecho ya se venían suprimiendo desde hace años; los programas con pocos alumnos ("poco rentables", supongo) se extinguían a la fuerza o se les animaba a fusionarse con otros. Así se hace, supongo, una universidad más competitiva, dirigiendo recursos a programas fuertes. Y sin embargo, seguro que se pierde al menos tanto como se gana.

En nuestro departamento, por ejemplo, a resultas de la reforma ésta, cuando se lleve a cabo, perdemos uno de los dos programas de doctorado que tenemos ahora. El otro se reconvierte en un máster de los nuevos. Y la licenciatura que es mayormente responsabilidad del departamento, Filología Inglesa, desaparece y se nos invita a impartir, juntamente con otros departamentos cuyas titulaciones se suprimen, una licenciatura nueva y menos específica en "lenguas y literaturas modernas".

Quizá en el terreno competitivo la universidad se libere de peso muerto académico, pero hay que tener en cuenta que la demanda de saber académico especializado no puede medirse sólo de la universidad para afuera: el lugar propio de ese saber es la universidad, no la "demanda social" existente desde afuera, y en la medida en que la universidad se somete a la "demanda social" así entendida y suprime estudios y actividades propiamente académicos, está transformándose, sí, pero no necesariamente en un sentido deseable. Deseable para quien quiera que la universidad sea una FP o una empresa, sí; pero no necesariamente para quien desee que sea una Academia.

Ahora se ha convocado una reunión de los departamentos que imparten Filología Inglesa para ver qué se hace en vistas de la supresión de nuestra titulación. Hoy recibo este mensaje a través de la lista de AEDEAN.

Mensaje enviado a través de la lista de correo electrónico de AEDEAN ========
Queridos colegas: Me hago eco de las intervenciones que se han producido estos últimos días a través de la lista de distribución de AEDEAN, en primer lugar para felicitar a la Junta Directiva de nuestra asociación por la capacidad de reacción que han demostrado frente a las noticias acerca de la que ya parece una decisión definitiva sobre la propuesta de un grado en Lenguas Modernas y su literatura, y las últimas noticias de la Directora General de Universidades, Carmen Ruiz-Rivas. Sobre todo quiero felicitar a la Junta por haber sabido centralizar las actuaciones de los departamentos, recabando información de sus consejos, una posición que en última instancia ha sido muy efectiva porque ha obligado a los departamentos a ponerse en marcha, si aún no lo habían hecho. En segundo lugar, me gustaría dar mi opinión acerca de la situación creada con la propuesta de grado en Lenguas (y Literaturas) Modernas. Mi posición es la siguiente: He revisado con mucha atención la ficha que se ha propuesto para el grado de Lenguas Modernas y su literatura hasta el punto de contabilizar qué representaría en número de créditos si se llevara a máximos el despliegue de inglés como lengua A. Pues bien, si a los 22 créditos instrumentales en lengua A (inglés), se suman los 74 créditos de materias propias, también en lengua A inglés, los 30 del trabajo escrito y los 30 de estancia (lengua inglesa A en ambos casos), eso representa un 90% del total de créditos del grado. Y esa no me parece una mala ratio si lo comparamos a los actuales planes de estudios en Filología Inglesa, que también incluyen créditos de otras áreas. Por tanto, a mi modo de ver esta propuesta no nos perjudica desde el punto de vista de la vertebración de los Estudios Ingleses aunque sea dentro de un marco conceptual más amplio, que permite combinaciones con otras lenguas y disciplinas. Mi posición además, para ser coherente con lo que voy a exponer en el siguiente párrafo es que esas combinaciones no deben implicar restricciones, ni siquiera en el caso de las lenguas que van a tener grado propio, ya que, por qué no debería ser posible que un perfil determinado de graduado quisiera tener un título en Lenguas Modernas (Lengua A: Gallego; Lengua B: Inglés)? Puestos a ser flexibles, algo con lo que no se convive demasiado bien en nuestro país, por qué no serlo realmente? Y ese posicionamiento no restrictivo es lo que nos sigue dando razones, a parte de las ya reiteradas de demanda, inserción, desarrollo de la anglística en España etc para seguir pidiendo un grado propio en Estudios Ingleses. Y no sólo por posiciones nominalistas, sino porque eso también va a dar más fuerza a los departamentos y secciones, de inglés de las universidades pequeñas, donde si desaparece del catálogo el polo de referencia de los Estudios Ingleses, no se les va a permitir ni siquiera apostar por un Major (lengua A) en inglés. En el ámbito de los postgrados, sin excluir postgrados específicos y sectoriales en literatura y lingüística inglesa que se puedan proponer en las diferentes universidades, mi posición es que no estaría mal impulsar un postgrado en Estudios Ingleses interuniversitario, porque me temo que en otras universidades va a costar sacar para adelante postgrados específicos en inglés. Hay que recordar que la CE ya le recordó al gobierno que la convergencia al EEES de Bologna no puede ser usado como arma arrojadiza para restringir el catálogo. Y el gobierno ha decidido llevar a cabo ese recorte a cualquier precio, y restar en lugar de sumar. Creo que en aras del patrimonio lingüístico y cultural de la humanidad, este tipo de restricciones deben seguir siendo denunciadas. Además, como universitaria e intelectual sinceramente no entiendo que se pretenda regular el conocimiento. Por tanto, estoy a favor del grado en lenguas Modernas y su literatura, y también del grado en Estudios Ingleses, como hemos venido reclamando desde siempre, y vamos a tener que seguir reclamando, ya que se nos ha dicho que el catálogo va a estar abierto unos años para ampliarlo. Un saludo cordial. M. Teresa Turell

¡¡¡BRAVA bravissima!!! Bueno, lo de las enhorabuenas a los departamentos de las universidades yo más bien lo cambiaría por una reconvención, porque aunque AEDEAN ha puesto enlaces en su página para dar a conocer las posiciones de los departamentos ante esta nueva titulación que se nos impone, no se puede decir que haya habido mucha actividad. De cuarenta universidades con sección de Filología Inglesa, sólo cuatro han dado a conocer su postura. Y de éstas sólo una, la de Murcia, se opone al grado en Lenguas y Literaturas Modernas como vía exclusiva. Las demás lo aceptan más o menos de buena gana, y siguen en eso la que parece ser la postura oficial de AEDEAN, que consideraba innecesario reunir a los departamentos para estudiar la situación y presionar en favor de un grado propio -- con lo cual en la práctica AEDEAN se está apeando de su posición oficial, que consistía en reclamar ese grado propio en Estudios Ingleses. Los universitarios, ahora como en todo este proceso, se comportan de modo pasivo, en especial ignorando que es esencial para defender su punto de vista la comunicación, y en especial las nuevas tecnologías, la red. Y no vale con la efímera lista de AEDEAN: había que usar la web de una manera que no se ha hecho. Quizá porque está demasiado a la vista, y los universitarios no son amigos en absoluto de significarse... Es especialmente significativo que M. Teresa Turell (que era la anterior presidenta de AEDEAN) señale además la conveniencia de establecer un postgrado de inglés con directrices propias a nivel nacional. Y ójala cale la idea, porque si no es muy probable que no tengamos ni grado ni postgrado propio. Es muy tentador, quizá en especial para los catedráticos influyentes o para los grupos de investigación bien asentados en un departamento, hacerse su postgrado a medida, pero hay que considerar la atomización que eso supone para una profesión que no tiene una titulación propia de nivel inferior. Y eso en una materia como el inglés, tan básica en el sistema educativo ya desde la educación infantil y primaria, pasando por la secundaria, y terminando con su presencia en muchos planes de estudio universitarios. La anglística española no sale, ni con mucho, ganando nada de una situación así, en la que esté representada sólo por un número de másteres sin reconocimiento profesional específico a nivel estatal. Sólo un máster de Filología Inglesa que habilitase específicamente para la docencia en educación secundaria y universidad supondría un reconocimiento adecuado de la realidad del inglés como la lengua internacional, la del planeta, la única que hay (aunque a muchos les apene). ¿Y no se supone que esto era un proceso de internacionalización de la Universidad? ¿No hay en esa internacionalización un espacio para la lengua internacional?

(PS: el 1 de marzo, otro escrito a la lista de AEDEAN de otro catedrático, Celestino Deleyto, moderando el optimismo que mostraban frente a la nueva titulación Fernando Galván y algunos de los escritos acordados por los departamentos. Los máximos realistas que se vayan a dar al inglés en una titulación mixta son muy inferiores a los actuales, y además nada asegura que se vaya a permitir la mayor flexibilidad de combinaciones para los alumnos en todas las universidades. Y es creo que realmente no es un título que nos tenga que inspirar ningún optimismo a los anglistas. Menos aún si tampoco hay un título de máster que proporcione una formación sólida, coherente y homologada en Filología Inglesa a nivel de segundo ciclo).




—oOo—

Retropost #789 (27 de febrero de 2006): Etnicidades



Este fin de semana han caído visto dos películas sobre etnicidades, Crash y La Pantera Rosa. Bueno, vale, una más que otra.

En Crash, el director saca a relucir las cosas que piensan y normalmente no dicen los americanos sobre las características étnicas y políticas de grupo de las distintas comunidades estadounidenses; bueno, lo que dicen entre ellos pero (in mi experiencia al menos) cuidan muy mucho normalmente de decir en presencia de nadie de otra etnia. La diferencia es que en esta película no se cortan, con lo cual vemos una realidad filmada de modo realista pero con comportamientos un poco surreales a veces. Algunos de ellos encasillados en sus actitudes e incapaces de cambiar; varios de los personajes cuyas vidas se entrecruzan aprenden sin embargo una lección, normalmente tras enfrentarse a una situación límite. Y uno de los personajes, el policía joven que creía no ser racista (o por lo menos creía ser menos racista que la mala bestia de su colega), descubre para horror suyo que era tan capaz como el que más de cometer un homicidio por sus prejuicios racistas. Recoge a un autoestopista negro y acaba dándole un tiro de puro miedo tras una discusión. (No sé si hay una historia gay mezclada aquí: ¿podría ser?). Así se cumple la profecía del colega borde, cuando le dice que no era mejor que él. Y se demuestra la tesis de la película: que el racismo y la suspicacia son inherentes a esta sociedad multiétnica, que van más allá de las buenas intenciones o malas de los personajes y de su "política" explícita -- aunque la grosería gratuita de muchos haga suponer lo contrario a primera vista. Por contra, se nos hace ver cómo el poli malo salva a la misma negra (bueno, negra por decir algo) a la que había humillado a conciencia. Eso tampoco lo convierte en poli bueno, claro, aunque la cámara lenta parezca querer sugerir algo en esa línea ("cerdo racista pero buen (a) gente en realidad"). Hay que consolarse con que un negro criminal no llegue (al recordar sus raíces) a vender a un grupo de asiáticos como esclavos cuando se le presenta la oportunidad. Por cierto, que el único blanco que lo trata como a un igual (en el crimen) es el mafioso que le intenta convencer para que se los venda: allí no hay lugar para sensiblerías, parece decirle. Pero ni aun queriendo lo puede tratar como un igual, porque el negro lleva su historia a cuestas, quiera que no, y se niega a vender esclavos. (Je, será que no es de la línea pro-africanista, porque andá que los antepasados africanos no vendían esclavos ni nada). Eso sí, los llama "jodidos chinos", la política verbal aquí desde luego no la cuida nadie mucho. Menos mal que en la América real no andamos a este nivel de indiscreción y hay un poquito más de hipocresía, que si no...

Y luego La Pantera Rosa, con sus fgansesés con acsentós... La solución final del caso viene para Clouseau cuando recuerda lo que el espectador había interpretado como una escena cómica, y lo era. Había salido Clouseau entrevistando a una abuela china que le habla en chino, y él finge entender; esto se retoma en flashback, y nos sale subtitulado lo que la china decía, y vemos que Clouseau en efecto entendía chino, como había proclamado. Esto si que es humorístico, claro, aún más que fingir, saber chino: que un occidental, en efecto, sepa chino. Humor surrealista. Pues acabamos de pasar en el mundo los seis mil quinientos millones de habitantes, y uno de cada cinco es chino. Pronto uno de cada cinco aquí.

Aún me acuerdo de esos tiempos, no tan lejanos, en los que se decía que los españoles no somos racistas. Me parece que a nadie se le ocurre ya repetir esas cosas; en lugar de eso estamos aprendiendo la hipócrita y prudente discreción sobre etnicidades que tan ensayada tienen los americanos.



(PS: Vaya, observo que triunfa Crash en los oscars: debe ser el optimista mensaje de reconciliación que transmite tras un duro planteamiento inicial. Si ya lo decía Jameson --Fredric, no J.J.: la función ideológica de la narración es dar soluciones imaginarias a problemas reales...).




—oOo—


Retropost #788 (27 de febrero de 2006): Víctor Hugo y la galaxia Gutenberg



Del libro de Victor Hugo sobre William Shakespeare (I, IV,x) extraigo la siguiente reflexión sobre el papel liberador y democratizador de los medios de comunicación de masas. Los términos que utiliza Hugo en su alabanza de la imprenta me hacen pensar que también le hubiera gustado Internet, si hubiese podido conocerlo.



Gutenberg es un redentor. Esas pérdidas de las obras del pensamiento, inevitables antes de la invención de la Imprenta, son imposibles actualmente. La imprenta es el descubrimiento de lo inagotable. Es el movimiento perpetuo, encontrado en la ciencia social. De cuando en cuando, surgen déspotas que tratan de contenerlo, de pararlo, y esas tentaciones se estrellan y fracasan. El pensamiento no puede estar sometido a ligaduras, porque el progreso es incontenible, como el libro ya no puede perderse. Antes de la Imprenta, la civilización tenía que llorar esa pérdida. Era una página desgarrada del libro humano. Para desheredar a la Humanidad de todos los grandes testamentos de los genios, bastaba la tontería de un copista o el capricho de un tirano. De hoy en adelante nadie podrá sujetar el pensamiento por el cuerpo, porque ya no lo tiene. El manuscrito era el cuerpo de la obra magistral, y cuando éste desaparecía, desaparecía también con él el alma, esto es, la obra. La obra convertida ahora en pliego impreso es libre, porque es alma. ¡Matad si podéis su sustancia inmortal! Gracias a Gutenberg, el ejemplar es inagotable. Cada ejemplar es un germen que contiene su propio renacimiento, que puede alcanzar millares y millares de ediciones. Es una unidad llena de lo innumerable. Este prodigio salvó la inteligencia universal. Gutenberg, en el siglo XV, surge de la terrible oscuridad, arrancando con ello de su cautiverio al espíritu humano. Desde entonces Gutenberg es el auxiliar de la vida y el colaborador permanente de la civilización en la actividad de su trabajo. Nada se hace ya sin él. Ha marcado la transición al hombre libre del hombre esclavo. Intentad quitarle de la civilización y seréis Egipto. Sólo el descenso de la libertad de la prensa disminuye la estatura de un pueblo.





—oOo—


Conversion and Narrative


Me citan en este libro de perspectivas narrativas sobre la conversión religiosa:




Retropost #787 (26 de febrero de 2006): Els Sesgadors, Parte II


Aunque no fui a la manifestación de Madrid, la apoyo desde aquí. Y no apoyo en cambio a todos esos titulares que la describen como la manifestación de "la derecha española". Si la izquierda no está apoyando a las víctimas del terrorismo, pues vergüenza para la izquierda, pero que no le reprochen al PP que sí les apoye. Apoyar a alguien no es manipularle; y una cara muy pero que muy dura tiene quien dice eso a la vez que les niega su apoyo.

De La Vanguardia, un editorial titulado "Dar opción a la paz":


"La sociedad debe ser justa, solidaria y respetuosa con las víctimas, pero debe darse también una opción a la paz. Por esa razón, respetando el derecho de cada cual a manifestarse como mejor crea, el Gobierno no sólo cometería un error, sino que incurriría en una grave y culpable irresponsabilidad si no explorase la posibilidad de acercarse a la paz cuando se den las condiciones por parte de ETA y sin violentar la ley. Para acabar con el terrorismo, que es lo que anhelan los españoles."


Este razonamiento es representativo de la postura de quienes no apoyan la manifestación de ayer. Es enternecedora la alusión a John Lennon, "Give Peace a Chance". Pero darle una oportunidad a la paz no es, precisamente, dejar en paz al asesino de Lennon, o al asesino de quien sea. Eso es todo lo contrario. Eso es darle una oportunidad al crimen, a la mafia y a los "métodos modernos de luchas de minorías contra mayorías", como decía el sinvergüenza que preside el PNV. La paz, en un estado de derecho, no necesita que le den "una opción". La paz es lo que tenemos, y lo que hay que conservar, cuidando muy bien de que se apliquen las leyes y se haga justicia con quienes la alteren con sus explosivos, asesinatos y sobre todo con su ley del silencio, tan cómoda por lo barata que sale.
Los terroristas han de ir a la cárcel, y no a la mesa de negociaciones. Y eso ha de ser así en las repúblicas de derechas, y en las de izquierdas. Así que no, señores, no soy de derechas. Malas noticias.




—oOo—

Retropost #786 (26 de febrero de 2006): Mención en Estudios Ingleses




La presidenta de AEDEAN pasa este mensaje a la lista de la asociación:

Con fecha de 22 de febrero Carmen Ruiz-Rivas contestó por escrito, en carta que obra en poder de Aedean, a la circular de la Asociación que le enviamos el pasado 13 de febrero, en los siguientes términos:
A la solicitud de Grado en Estudios Ingleses que "las universidades podrán completar la denominación del título con menciones relativas a los itinerarios específicos que establezcan y, por tanto, hace posible la existencia de una mención en Estudios Ingleses"
Así mismo da cuenta de la inclusión definitiva entre las Competencias Profesionales de "la capacitación para la enseñanza de la/s lengua/s estudiadas".


Bueno, aunque seguimos sin titulación específica de Filología Inglesa, ni a nivel de grado ni a nivel de máster, por lo menos la titulación inespecífica cada vez se va pareciendo más a lo que hay ahora. Volvemos casi al tipo de título que me saqué yo, Licenciado en Filosofía y Letras (Filología Inglesa). Luego se inventó la titulación específica de Filología Inglesa, y ahora la encuentra demasiado específica el Ministerio para el nivel de licenciatura. Habrá que volver a inventarla, y ya estamos a mitad de camino por lo que veo...





—oOo—


Retropost #785 (25 de febrero de 2006): Cojo una cojera




Dicen que los cojos tienen mal humor. Igual la mala leche que gasto últimamente se debe a que esta semana que me he quedado cojo de las dos piernas, un detalle que se me había olvidado mencionar. Bueno, eh, que no me ha disminuido la estatura de repente, gracias a Dios. Sólo cojeo, bastante, desde hace días, me duelen los tobillos, y ando plegao como si tuviese treinta años más. ¿La causa? Misterio. Reuma, gota, algo que he cogido, artrosis, artritis... Experimentaremos con dietas y remedios similares; si no queda más remedio iré a mirarme al médico. Hoy estoy un poco mejor, y hasta me he ido de paseo, o sea que igual me libro. Y si no, desenfundaré las muletas que me compré cuando me entró otra misteriosa cojera hace unos cuatro años, y me harté de andar a rastras por el suelo. Recuerdo, por cierto, que no me las quiso ir a comprar nadie, y tuve que ir yo mismo como pude a la moto, y meterme con la moto hasta dentro la farmacia, a pedirlas. Eso también cabrea.

Bueno, pues ahora otro paseo, que creo que puedo bien, y nos vamos a ver una exposición de fósiles con los nenes (lo de los fósiles no hay relación conmigo y mi cojera). Y por la noche creo que iremos a ver Transamérica, hoy que va la cosa de carnaval y del género como mascarada.






—oOo—

The Sad Café (4)

Como me venía mal ir hoy a los estudios de Abbey Road —aunque hay allí una gente que es un privilegio grabar con ellos, y les mando un fuerte abrazo— pues eso, que hoy me quedo en el estudio casero y grabo con los colegas de siempre. Muchas gracias también a nuestro inapreciable ingeniero de sonido, que permite que esto salga mejor de lo que sonaría de otra manera. Quizá retomemos esta de los Eagles en nuestro próximo álbum —si hay un próximo álbum, que está el mercado del disco muy incierto.









—oOo—

Cine-Scapes


 Se me cita en este libro sobre cine y arquitectura:




Mi calle



Mi calle
 

Mi calle, esta mañana tranquila, pasadas ya las procesiones, que han seguido su camino hacia donde se disuelven todas las cosas; casi me entristece pensar que no sigue la procesión en algún sitio allá a lo lejos.  Esta foto la subo a un grupo de Flickr, que por cierto me ha levantado el veto, ya no son mis fotos material sensible, y puedo participar en más grupos. Tampoco lo haré en muchos. Veo que hay gente que pone sus fotos en diez grupos, en cien, en trescientos. Bendita paciencia, y que nos dure la ilusión.

Retropost #784 (24 de febrero de 2006): Lo dudo, lo dudo, lo dudo...



Me acaban de invitar, un equipo de investigación de la Universidad de Hamburgo, con el que ya había colaborado antes, a participar en una publicación sobre teoría de la narración, un Handbook of Narratology que se publicará en red en la universidad de Hamburgo, y que se irá actualizando periódicamente, a la vez que se sacan ediciones impresas que publicará Walter de Gruyter. Me proponen que escriba uno de los capítulos (33 en total), que serán más bien pequeños tratados que entradas de enciclopedia.

Y lo dudo... por una parte me tienta, es lo que se considera "una buena publicación" en mi contexto profesional, de las que hace falta tener en el currículum. Por otra parte, en este momento no me tienta la escritura tratadística (ya escribí un tratado en tiempos, cuando hice la tesis, dura experiencia). Y más que seguir practicando la publicación académica disciplinada y clásica me apetece más experimentar con la autopublicación y las modalidades de escritura sin disciplina, ni autodisciplina, ni control, ni forma identificable, a que puede llevar. Quizá no para siempre, sólo para un rato (aunque toda la vida es un rato, la verdad).

Así que le he contestado al colega que me invita, agradeciéndole por supuesto la invitación (ya me hubiera dado yo con una piedra en los dientes en otro momento) pero aplazando la respuesta. Y es que he empezado la carta para decirle que sí, y me he encontrado diciéndole que no conforme la escribía, y luego lo he borrado y le he dicho que sí... y al final he tenido que optar por decirle que se lo digo otro día.

Vamos, que le debería haber enviado un Fuzzmail, para que viese claramente lo que hay. ¡Igual me desinvitaba pero ya!

En otro orden de cosas, le he enviado al Rector una queja por el episodio del otro día en el Consejo de Departamento. También dudándolo; pero es que se pasa de castaño oscuro ya. Que en una situación de conflicto la gente se lave las manos hasta el punto de darle la razón al mentiroso, cuando les consta que está mintiendo, y ellos con él, sólo por no elegir bando. Malo, cuando dar testimonio de si efectivamente se ha oído decir tal o cual cosa, o no, se interpreta como elegir bando. Hoy me ha llegado el eco de una profesora que se excusaba diciendo que no había podido hacer otra cosa, porque no tiene puesto fijo. Muy sintomático: al parecer considera que su puesto inestable no peligra por mi parte ni aunque declarase falsedades contra mí, y que en cambio sí puede peligrar por obra de la otra parte si no se pliega a apoyarles prietas las filas aun a costa de falsificar la evidencia. Como digo, irrelevante de todo punto, pero muy significativo.

Los demás asistentes al Consejo no sabían si yo me estaba inventando una acusación contra el Dr. Collado, en plan delirio, o si éste en efecto me había insultado, y los testigos que había, al negarse a decir que era cierto lo que yo decía, apoyaron al Dr. Collado, sabiendo muy bien que estaban falseando la verdad del asunto. Vergüenza les debería dar. Y, como dudo que les vaya a dar, por eso le he mandado la protesta al Rector.
Aunque creo que acabaré haciendo como Tito Andrónico, y mandaré flechas al aire con protestas a Saturno. You were as good to shoot against the wind.



—oOo—