viernes, 31 de agosto de 2012

El sueño de Ada Byron

 

Augusta Ada Byron, hija del poeta Lord Byron y de Annabella Milbanke, se convertiría en condesa de Lovelace cuando su esposo William King heredó el título. Como su padre, al que no conoció, fue una aristócrata excéntrica, y más si cabe, pero en otro sentido—tenía una pasión por las matemáticas y el cálculo. Se le atribuye haber escrito el primer programa informático, un siglo antes de que existieran los ordenadores.

"Volcar los poderes del pensamiento en un dispositivo mecánico" es el capítulo 4 de La Información, de James Gleick (2012), dedicado a Ada Lovelace y a Charles Babbage. Babbage había diseñado una calculadora mecánica, la Máquina Diferencial, y tenía planes de desarrollar una versión mucho más compleja, la Máquina Analítica—una especie de ordenador steampunk de la era victoriana, cuyos engranajes acabarían por superar en su complejidad las disponibilidades técnicas de la época. 

 

 

La máquina de Babbage siguió siendo teórica, pero sus posibilidades de cálculo hipotéticas estimularon la imaginación matemática de Ada Lovelace, amiga de Babbage. Tampoco eran Babbage y Ada, siendo excepcionales, unos Frankensteins fuera de su siglo, pues el telar de Jacquard ya se "programaba" en cierto modo usando unas tarjetas perforadas para combinar las modalidades de funcionamiento. Y ya existían las computadoras... humanas, personas dedicadas a realizar operaciones de cálculo, hacer tablas de logaritmos, etc. Ada veía posibilidades mucho mayores en la máquina de Babbage—hoy diríamos que veía en ella el primer ordenador, la primera computadora mecánica que inauguraba la informática:

"La máquina no sólo calculaba, realizaba operaciones, decía Ada, definiendo operación como 'cualquier proceso que altere la mutua relación de dos o más cosas', y declaraba : 'Se trata de una definición muy general, e incluiría todos los objetos del universo'. La ciencia de las operaciones, tal como ella la concebía,

es una ciencia en sí misma (más adelante otros la llamarían cibernética - JAGL), y tiene su propia verdad y su propio valor abstracto, del mismo modo que la lógica tiene una verdad y un valor peculiares, independientemente de los objetos a los que podamos aplicar sus razonamientos y sus procesos [...]. Uno de los principales motivos de que el carácter distinto de la ciencia de las operaciones se haya notado tan poco y en general se le haya prestado tan poca atención y tan poco detenimiento, es el significado cambiante de muchos de los símbolos usados.

    Símbolos y significado. Ada hacía hincapié en que no hablaba sólo de matemáticas. La máquina 'podía actuar sobre otras cosas aparte del número'. (...). Había sido una máquina de números: ahora se transformaba en una máquina de información." (Gleick 122)

Ada programaba la máquina mentalmente, sobre el papel, visto que su existencia era mayormente teórica. Pero la máquina corría de boca en boca; alude a ella Poe, y Oliver Wendell Holmes veía en ella una monstruosidad amenazadora, "Un monstruo de Frankenstein, una cosa sin cerebro y sin corazón, demasiado estúpida como para meter la pata, que proporciona resultados igual que una desgranadora de cereales, pero no hará que sean más sabios ni mejores, por más que muela mil celemines" (Gleick 126). Babbage seguía dando vueltas a diversos inventos en torno a un concepto que no existía todavía: el procesamiento de datos: "Su verdadero objeto era la información: el envío de mensajes, la codificación y el procesamiento" (127). Acabaría siendo la computadora que acabaría con todas las computadoras—con las humanas, digo:

"Proyectada primero para generar tablas de números, la máquina en su forma actual ha hecho que las tablas numéricas resulten obsoletas. ¿Previó Babbage una cosa así? Lo que desde luego se preguntó es cómo utilizaría el futuro su invento. Conjeturaba que pasaría medio siglo antes de que nadie intentara crear de nuevo una máquina computadora de uso general. En efecto, se tardaría más de un siglo en cimentar el sustrato tecnológico necesario. 'Si alguien', decía, 'sin tener conocimiento de mi ejemplo, emprende la construcción efectiva de una máquina que encarne en sí a todo el departamento ejecutivo de análisis matemático a partir de principios distintos o a través de medios mecánicos más simples, no tengo ningún miedo a dejar mi reputación en sus manos, pues sólo él será plenamente capaz de apreciar la naturaleza de mis esfuerzos y el valor de sus resultados".  (129)

Miraba con esperanza a la electricidad, que en efecto sería casi cien años más tarde la que acabaría permitiendo las operaciones informáticas con la finura y velocidad necesarias.


"Pocos años antes de su muerte, dijo a un amigo suyo que de buena gana renunciaría a todo el tiempo que le quedara de vida, fuese el que fuese, con tal de que le permitieran vivir tres días cinco siglos después.
     En cuanto a su joven amiga Ada, condesa de Lovelace, murió muchos años antes que él, a consecuencia de una dolorosa y larga enfermedad de cáncer de útero. Sus sufrimientos apenas lograron ser paliados mediante el uso del láudano y el cannabis. Durante largo tiempo su familia le ocultó la verdad de su enfermedad. Al final comprendió que iba a morir. 'Dicen que los acontecimientos por venir arrojan su sombra con antelación', comentaba en una carta a su madre. '¿No podrían alguna vez arrojar su luz con anterioridad?' Fue enterrada junto a su padre.
     Ella también tenía un último sueño, una última visión del futuro: 'Ser en el tiempo una autócrata, a mi manera'. Tendría a sus órdenes regimientos que desfilarían ante ella. Los opresores de la tierra tendrían que rendirse a sus pies. ¿Y de qué estarían hechos esos regimientos suyos?  'De momento no quiero divulgarlo. Sin embargo, tengo la esperanza de que sean las tropas más armónicamente disciplinadas, al estar compuestas de números inmensos, desfilando con una fuerza irresistible al son de la Música. ¿Verdad que es muy misterioso? Desde luego mis tropas tienen que estar compuestas de números, o no existirán [...] Pero por otra parte, ¿qué son esos números? Es un enigma...'." (Gleick 130).
 
 




 
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Hablar con palabras de otros


Todos lo hacemos, hablar con palabras de otros. Decía Bajtín que todo nuestro discurso está hecho de palabras de otros, apropiadas, o acentuadas con una inflexión nueva. Podemos expresar todas nuestras opiniones y emociones con palabras de otros, que sólo por el hecho de ser reapropiadas ya son también algo nuestras, del mismo modo que no eran totalmente de los otros a quienes se las expropiamos. Por una parte expresamos lo que hay de común entre nuestro pensamiento y emoción y los de la persona a quienes le tomamos la expresión. Por otra parte, reacentuamos: por el mero hecho de descontextualizar, de recontextualizar, lo citado ya no significa exactamente lo mismo. Ese mínimo desplazamiento debería ser posible para expresar la diferencia, por necesidad mínima, que pueda haber entre nosotros y los demás.
El texto citado, repetido o retomado es una pieza desplazada a un mosaico diferente. A veces eso la resalta, dirige la atención sobre ella de manera diferente, desde otro ángulo. Para qué componer una canción nueva—ya están todas escritas, y basta con cantarlas de otra manera, hacer una versión. Una versión es de hecho más intertextual, más postmodernista que una obra original, es más palimpsesto. Lo mismo las palabras reapropiadas, o reorientadas. Otros lo dijeron mejor, antes, y lo vuelven a decir mejor, ahora, mejor y diferente. A la vez, lo digo yo, y significa otra cosa, a veces para todos, otras para quien sabe leer la diferencia, a veces sólo para mí.





jueves, 30 de agosto de 2012

El mundo todo es máscaras

"No hace muchas noches que me hallaba encerrado en mi cuarto, y entregado a profundas meditaciones filosóficas, nacidas de la dificultad de escribir diariamente para el público. ¿Cómo contentar a los necios y a los discretos, a los cuerdos y a los locos, a los ignorantes y a los entendidos que han de leerme, y sobre todo a los dichosos y a los desgraciados, que con tan distintos ojos suelen ver una misma cosa?"

 En una librería de Bueu que cierra ahora me he comprado dos libros de artículos de Larra, quizá el primer blogger español a su manera. Así empieza el artículo "El mundo todo es máscaras. Todo el año es carnaval". Y así evalúa el bachiller su experiencia en las noches de mascaradas:

"Ni me sé explicar de una manera satisfactoria la razón en que se fundan para creer ellos mismos que se divierten un enjambre de máscaras que vi buscando siempre y no encontrando jamás, sin hallar a quien embromar ni quién los embrome, que no bailan, que no hablan, que vagan errantes de sala en sala, como si de todas les echaran, imitando el vuelo de la mosca, que parece no tener nunca objeto determinado. ¿Es por ventura un apetito desordenado de hallarse donde se hallan todos, hijo de la pueril vanidad del hombre? ¿Es por aturdirse a sí mismos y creerse felices por espacio de una noche entera? ¿Es por dar a entender que también tienen un interés y una intriga? Algo nos inclinamos a creer lo último, cuando observamos que los más de éstos os dicen, si los habéis conocido: '¡Chitón! ¡Por Dios! No digáis nada a nadie'. Seguidlos, y os convenceréis de que no tienen motivos ni para descubrirse ni para taparse."


 
Me hace pensar esto que en los blogs y redes sociales tampoco es muy grande la diferencia entre lo que sucedía antes, cuando todo el mundo usaba nicks y avatares, y ahora que se lleva más el nombre propio o identidad auténtica so-called.

El artículo de Larra está en la tradición de la visión crítica del mundo social como teatro—o yendo a un tema arquetípico más universal, el contraste entre apariencia y realidad. Con la excusa de los bailes de disfraces y los carnavales, describe las apariencias que da la gente a otros cada día de la vida cotidiana, con vestidos y modales calculados para proyectar una impresión favorable o a la moda, muy distinta del cuerpo debajo de la ropa o de la cara sin afeites. Y el decalaje entre la imagen proyectada y la intención al actuar. Concluye pues que no es necesario ir al teatro, el teatro está en la calle, ya estamos en él lo sepamos o no...

"Ya que sin respeto a mis lectores me he metido en estas reflexiones filosóficas, no dejaré pasar en silencio antes de concluirlas la más principal que me ocurría. ¿Qué mejor careta ha menester don Braulio que su hipocresía? Pasa en el mundo por un santo, oye misa todos los días, y reza sus devociones; a merced de esta máscara que tiene constantemente adoptada, mirad cómo engaña, cómo intriga, cómo murmura, cómo roba... ¡Qué empeño de no parecer Julianita lo que es! ¿Para eso sólo se pone un rostro de cartón sobre el suyo? ¿Teme que sus facciones delaten su alma? Viva tranquila; tampoco ha menester careta. ¿Veis su cara angelical? ¡Qué suavidad! ¡Qué atractivo! ¡Cuán fácil trato debe de tener! No puede abrigar vicio alguno. Miradla por dentro, observadores de superficie; no hay día que no engañe a un nuevo pretendiente; veleidosa, infiel, perjura, desvanecida, envidiosa, áspera con los suyos, insufrible y altanera con su esposo: ésa es la hermosura perfecta, cuya cara os engaña más que su careta. ¿Veis aquel hombre tan amable y tan cortés, tan comedido con las damas en sociedad? ¡Qué deferencia! ¡Qué previsión! ¡Cuán sumiso debe ser! No le escojas sólo por eso para esposo, encantadora Amelia; es un tirano grosero de la que le entrega su corazón. Su cara es más pérfida que su careta (...)"



 
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miércoles, 29 de agosto de 2012

Preserved Self-Awareness

Un abstract que nos pasan por PsyArt:

Preserved Self-Awareness following Extensive Bilateral Brain Damage to the Insula, Anterior Cingulate, and Medial Prefrontal Cortices.
Philippi CL, Feinstein JS, Khalsa SS, Damasio A, Tranel D, Landini G, Williford K, Rudrauf D.


Division of Behavioral Neurology and Cognitive Neuroscience, Department of Neurology, University of Iowa, Iowa City, Iowa, United States of America.

Source:    PLoS One. 2012;7(8):e38413. Epub 2012 Aug 22.

Abstract

It has been proposed that self-awareness (SA), a multifaceted phenomenon central to human consciousness, depends critically on specific brain regions, namely the insular cortex, the anterior cingulate cortex (ACC), and the medial prefrontal cortex (mPFC). Such a proposal predicts that damage to these regions should disrupt or even abolish SA. We tested this prediction in a rare neurological patient with extensive bilateral brain damage encompassing the insula, ACC, mPFC, and the medial temporal lobes. In spite of severe amnesia, which partially affected his "autobiographical self", the patient's SA remained fundamentally intact. His Core SA, including basic self-recognition and sense of self-agency, was preserved. His Extended SA and Introspective SA were also largely intact, as he has a stable self-concept and intact higher-order metacognitive abilities. The results suggest that the insular cortex, ACC and mPFC are not required for most aspects of SA. Our findings are compatible with the hypothesis that SA is likely to emerge from more distributed interactions among brain networks including those in the brainstem, thalamus, and posteromedial cortices.



Nomino a...


Me llega una carta del Who's Who, donde estoy incluido desde hace unos años:

Dear José García Landa,

Do you know someone who has made significant contributions to their profession? Someone who should be recognized for their accomplishments?
Now is the time to give them the credit and honor they deserve by nominating them for possible inclusion in a 2013 Marquis Who's Who publication. As a valued member of the Marquis Who's Who family, you are invited to Nominate a Colleague who you deem worthy of recognition.
We value the opinions of talented and successful listees like you. Your recommendations are often one of our best sources for discovering noteworthy men and women throughout the world and your participation helps us maintain the world's premier biographical reference source.
Being nominated to Marquis Who's Who is one of the highest compliments an individual can receive for their professional accomplishments. Click here to nominate your most respected colleagues and we will contact them to submit their biographical data for review.
We are eager to learn about your esteemed colleagues and greatly appreciate your support.
Sincerely,
Fred Marks
Editor-in-Chief

Ya me pensaré a quién propongo.


Comentario Sobre la Auténtica Grandeza

Este es un comentario de F. Storr y C. H. Gibson al ensayo de Francis Bacon "Of the True Greatness of Kingdoms and States", y versa sobre el progreso y la evolución social—sobre el desarrollo de la civilización y el perfeccionamiento de las sociedades humanas. Un tema de interés, a mitad de camino entre la sociobiología evolutiva, la teoría de la historia, y la filosofía política. Aparece en una oscura edición escolar de los ensayos de Bacon, publicada hace más de ciento veinticinco años, en 1885 (Bacon's Essays, with Introduction, Annotations, Notes and Indexes by F. Storr, B. A., Chief Master of Modern Subjects at Merchant Taylor's School and C. H. Gibson, M. A., Assistant Master at Merchant Taylor's Schools. Third edition. London: Longmans, Green & Co. and New York: 15 East 16th Street, 1891). Lo republico aquí no como comentario al ensayo de Bacon, pues más bien es un excurso alternativo, sino como muestra del altísimo nivel intelectual de los editores en el contexto del pensamiento de la época, y más en concreto como muestra del impacto y eficacia que tuvo el evolucionismo de Spencer como instrumento para la comprensión intelectual de los más diversos aspectos de la realidad. En concreto, obsérvese cómo aparece aquí anticipada la idea central de la sociobiología actual sobre la adaptación activa del entorno, y la construcción de nichos ecológicos. Se reconoce también, por supuesto, el aire victoriano de época, y el ideal optimista sobre el progreso de una era de expansión imperial, comercial e industrial británica, de una cultura que se veía avanzar hacia la racionalidad, la ilustración y la democracia, a través del esfuerzo colectivo, la ética del trabajo, la educación, la organización de los procesos, y el respeto de los individuos al ideal colectivo de la nación: respeto a la tradición, pero reforma gradual y constante de las costumbres y las instituciones. Ese optimismo hoy podemos mirarlo casi con nostalgia y envidia—pero quizá deberíamos aprender más de una cosa de estos constructivos y decimonónicos victorianos, antes que darlos por definitivamente finiquitados. Añado enlaces relevantes donde parece oportuno.



Of True Greatness: Annotations and Hints

"All nature widens upwards. Evermore
    The simpler essence lower lies.
More complex is more perfect, owning more
    Discourse, more widely wise."

i. The Latin title of this Essay is "de proferendis imperii finibus." To Bacon, national greatness is synonymous with expansion by conquest. It is the highest excellence of states as well as of individuals (1), to profess arms. All other conditions of national prosperity, as we understand the term, are subordinate to war. Bacon must be judged by his own times, and by his literary antecedents. The ancients conceived the progress of science, but both to antiquity and mediaevalism, national progress was limited by the number of worlds to conquer. Bacon, in the Advancement (2) and Novum Organum (3), speaks enthusiastically of the advance of knowledge, though he says too much about "cycles" as opposed to continuous advance, and is too sanguine about "royal roads" to learning, and the possibility of a universal encyclopaedia. As to national greatness, he believed in the necessity of constant war, and in 1607, spoke strongly in the House of Commons in favour of a spirited war policy ; contrasting the imperial schemes of Spain with the "reckonings and audits" of Britain. Here Bacon is certainly not in advance of his own times. As a philosopher, he was the radical reformer of antiquity, and as a statesman, he might have advocated, instead of barely tolerating, the industrial spirit. There were many clear signs that the military spirit was passing away, but such prescience is hardly to be looked for in an Elizabethan statesman. France and Spain each regarded England as the prize and prey of the victor. The policy of both the Cecils, Bacon's uncle and cousin, was to play off one power against the other, and at the same time to stand prepared for an attack from either side.

    ii. Progress is a modern idea. The march of humanity onwards and upwards, was but dimply perceived before the present century. Aristotle conceived of gradual ascent of matter to form, and by his doctrine of "potential existence," foreshadowed the great law of evolution. But in Greece, the commonly received idea of national life was that various forms of government succeeded one another in a cycle. Experience bore this out, and further taught that destruction, rather than progress, was to be expected. Further, the Greeks considered infinity of the nature of evil ; all that is good is finite and measurable. The spreading power of Rome, especially during the early empire, suggested the idea of a world civilized by Roman influences, but the final lesson was that overgrown power falls to pieces. The Romans never conceived progress except as the gradual absorption of the world by Roman civilization which was ex hypothesi perfect.

     iii. Mediaeval thought was on the lines of antiquity. Besides, in the Middle Ages, men only saw falling kingdoms, and a shifting chaos of military supremacies, rather than well-defined national divisions. The Church, too, distinctly opposed the idea of human perfectibility. The reaction of Luther only turned men to see more clearly their own moral and spiritual degradation (4). The great discoveries of the Elizabethan age were but germs of future greatness. Even the outburst of literary life was short-lived, and seemed to pale before that of Greece and Rome. As late as the seventeenth century, it was thought necessary to prove, as Bishop Hakewill did, that man had not degenerated.

     iv. Vico, who lived from 1668 to 1743, first grasped intelligently the idea of progress. According to him, there are two sorts of progress. "That of nations from insignificance, passing through a period of greatness to insignificance, and that of humanity, the march of one that advances and never recedes." This progress is from the restraint of physical force, nulle terre sans seigneur, to the free obedience of rational beings to reason. The flaw in Vico's proposition is that he conceives that nations necessarily flourish and decay, and that, as long as a nation holds the foremost place in the world, its history is the history of humanity. This is not the case: all grow together at different rates of speed as parts of a great whole.

     v. Though Vico undoubtedly understood the problem of progressive history, the comparative method, which regards each phase of existence as a stepping-stone to something higher, was not conceived either by the philosophic or the popular mind in the eighteenth century. Viewed from the standpoint of evolution, progress is an infinite series of ever-increasing complexity, in which each lower factor is contained in that next above it. The two ideas which dominated the eighteenth century, were the immediate perfectibility of man, and the degradation of society. Some looked forward to a model state which existed only in imagination ; others looked back to a golden age of primitive simplicity. In some cases the tendencies were purely destructive ; existing institutions were absolutely to be destroyed. But most thought that humanity was perfectible, and preached the doctrine of an iron present, and a golden future. Doctrinaires had to learn again that utopias are vanity, humanity imperfect, and that nature nihil facit per saltum.

   
vi. In the nineteenth century we find the gradual rise of the comparative treatment of all branches of human knowledge applied to the phenomena of human progress. German thought, led by Hegel, with his "philosophy of history," and Goethe's "life of plants," first developed the idea to practical results. In the non-mechanical sciences, wich deals with things in process of development, the question to be asked is not "What is it and what are its antecedents now?" but, "How did this grow and to what is it growing?" In other words, the growth of causes, "crescente variables," have to be investigated. The attention is fixed solely on the increasing cause, and its law or series is determined as nearly as possible. Such a law is a law of progress, and progress is consciously realized only in so far as definite results have been obtained. Hitherto we have got plenty of laws, but many of them are hypothetical and want verification and filling up. More is required than a blank formula often vague and unsatisfying. So thought has been derived from sensation, through ideas or remembered sensation ; abstract language from onomatopoeia, and interjections definitely and consciously attached to sensations. In the case of man, the "crescent variable" is reason. Progress is convertible with the growth of reason. The end of man is to do his own proper work in the best possible way. The greater the number of men who do so, the greater and more real the progress. The better the work, the more it is in accordance with reason. Reason may be defined as the faculty by which we conceive ends, and consciously adapt means to such ends. The growth of plants and animals is through instinctive adaptation to their environment. Man consciously modifies his own surroundings, as well as adapts himself to them.

    vii. Freedom to develop and opportunities for development are primary necessities. Enfranchisement and education must precede as well as follow progress. Monopolies, class privileges, standing armies, go hand in hand with ignorance. The man who has no responsibilities has no aspirations. Originality tends to heterodoxy and rebellion against authority. Science and literature subject to the requirements of sacerdotalism and despotism can attempt no daring flights.

    viii. Though reason is a crescent variable capable of infinite development from within, there are stationary elements such as climate, food, geographical position, and language, which cannot completely be eliminated. The ethiopian cannot change his skin, and human agency can but sligthly modify physical surroundings.

    ix. In describing progress in terms of reason, the growth of morality and religion as well as of material advance, can be equally recognized. In assuming that the world becomes more rational, it is not to be supposed that it becomes less moral, but rather that the claims of morality are more and more realized by reason, and that religion is brought into closer harmony with reason. The higher the morality, the more rational. "Kill nobody," is better wisdom than "kill not ta member of your tribe," and is at the same time more moral (5). We need not fall into Mr. Buckle's mistake of supposing that morality is stationary, reason progressive.

    x. No man can do everything. Each does one thing best. Civilization tends towards specialization. At first the same man is warrior, hunter, artisan,—a jack-of-all-trades. As things increase in complexity there is a tendency to separate off one individual or class for each work. The highest stage is when the differentiated products become so special as to be severally incapable of performing the other's work. Further, every new differentiation implies increase of population. The better a man does his own work the greater his dependence on the good work of others. Every new discovery specializes, and at the same time draws men together. Printing, gunpowder, steam, railways, emphasize all pre-existing differences, create new ones, and make all more dependent on the functions of others. And further, each specialization of any class ipso facto produces organic changes which lead to the specialization of other classes. As music improves, dancing and singing improve. As the eye sees better, the hand grows better fitted for its own work. The danger of specialization is the loss of spontaneity and many-sidedness.

    xi. The great truth of specialization of functions, leads to a difficulty. If the Puritan and popular standpoint is correct, and if every man can be his own prophet, priest, and king, progress depends in a great measure on the way in which every man applies for himself the principles of morality, religion, and government, to the business of life. But if, on the other hand, morality, government, and religion get more complex, and are lost sight of in the fierce rush of worldly pursuits and the engrossing claims of self-love, then more than ever men will need the great moralist, preacher, and statesman, who will point out the truth, and disentangle the principles of true life from the tangled web of competition and pleasure. Laissez faire, may be as obstructive as over-government. Leaving the social organism to run wild is not necessarily giving it room to develop. (Y aquí es donde se separan más los autores, con buen criterio, de la perspectiva hiper-liberal de Spencer).

    xii. Laws of progress are only rough generalizations of tendencies. Modern thought suffers from insisting too strongly on the analogy between social and other organism, between the life of plants and of men. We can read the past only in outline, the future is a sealed book. It is not possible to forecast how far this or that nation will have advanced within a specific period. Herbert Spencer's great law is "Evolution is a process or progression from the simple homogeneous to the complex heterogeneous by continuous differentiation and integration." Or differently expressed, "All progress is through stages—unity, plurality, singularity." Humboldt says that "the end of government is the development of man in the greatest originality and variety possible." Matthew Arnold would have more "culture," a vague and ideal formula. Mill insists on the necessity of representative institutions—an engine, not an end. Comte expresses the history of humanity by three stages—the theological, metaphysical, and positive. "History," says Hegel, "is the embodiment of reason carried out through the imperfect medium of man's spirit." But the course of universal reason is either obscured or contradicted by exceptions, so that it is hardly ever possible to predict the next step. The human mind is virtually a sealed book. The great man is an incalculable factor in the problem of progress. This is especially the case with scientific as opposed to social and political progress. We can roughly sum the series and isolate the phenomena in the past, and see in outline how reason develops, but neither the nation nor the individual repeats itself, and we can only hope for a more complete union of individual ends with universal reason. A perfect science of history is an ideal which fades as we move.

    xiii. Is progress a fact? There are always laudatores temporis acti, who sigh for a past that never was present. Most of us are one-sided, at the mercy of the strongest impression, and unable to look out of our life. In the present, evil seems actively predominant. Good seems ever liable to decay, except by constant watching and personal care.


"The evil that men do lives after them ;
The good is oft interrèd with their bones."

The future is hidden, the good of the past—de mortuis nil nisi bonum—is alone remembered, and encircled with a halo of virtue. Reverence and imagination lend to the past an illusory brightness. Further, there has been a tendency in the human mind, from the Preacher to Schopenhauer, to believe rather in present corruption than in future progress.

    xiv. Apart from the natural tendency to grumble, most reforms are attended by a certain loss. The Puritan movement was accomplished at the cost of much that was valuable in art, literature, and manners. On a comparison of the age of Elizabeth with that of the Protectorate, England, in spite of much material advance, will seem to have retrograded. Many see only retrogression in the decay of chivalry. Even feudalism is a valuable counterpoise to the worship of money. "Since the Reformation, the whole tendency of the world has been in an industrial direction." Progress is often obscured or diverted into one channel. Change is not progress (6), nor is freedom by itself. "Intellectual emancipation," says Goethe, "if it does not give us control over ourselves, is poisonous." The truest freedom is rational obedience to law, whether given from without or within. No one should be free till he knows how to obey.

    xv. There is a dark side of the picture. Increased machinery and wealth have hardly benefited the masses. There is a growing tendency to inequality of property. Monopolies are not dead. Adultreation is too strong for the law. The union of democracy with the Church is not impossible, but the tendency of democracy is to aim only at material prosperity. In giving all an opportunity of rising, there seems some danger of dragging down rather than moving up, and fewer are willing to hold subordinate positions. Government tends to become "a joint-stock concern for the practice of Thrift." Improved social machinery tends to destroy self-help. Artificial helps lessen the struggle for existence, withouth which there will be degeneracy; men must go forward or go back. Malthusianism only sees ground for hope in checking population, communism is wholesale robbery and retrogression. Further, the traditional and fundamental principles of religion, morality, and society are questioned as hardly ever before. The fearful propaganda of Nihilism daily warns us that we live on a volcano. There is a feverish craving for novelty and excitement. Agnosticism is openly preached as a creed, and the sovereignty of reason is appealed to by the irrational. The policy of "blood and iron" is triumphant on the continent. These and many other considerations suggest the question, "are we progressing?" Thus the doctrine of despair, taught by Schopenhauer, is echoed in countries which have less ground for pessimism than Germany (7): "To will, i.e. to live, is to suffer," will being the conscious application of force. The higher the civilization, the more consciously active, and, therefore, the more miserable is man. The only remedy is self-annihilation.

xvi. The vigorous mind will learn to look beyond. Pessimism argues a want of historical perspective. The pessimist ignores the comparative method, looks only at the present time, and only to some special phase of the present time. Then he rails, like Carlyle in his "Latter-day Pamphlets" (8), against democracy and all the first-born of Egypt. There is a shadow which saddens life, but a great mind may feel this without bewailing that the world is all out of joint. According to Leopardi, every stage of existence—science, culture, religion, commercial industry, and politics—wherein man seeks happiness, are all stages of illusion. Pessimism can never be a philosophy of life; it belongs to the effete dreamy Eastern character. In the East, life is a constant thirst and craving which is never satisfied. Pessimism may suit the lazy mysticism of Buddhism, but vanishes before the gospel of "act and you shall know." Asceticism is only another form of pessismism, a protest against nature. It is not healthy to dwell with too accurate diagnosis on national pathology. Men are too ready to prophesy evil and then wish to see their prophecies fulfilled. Further, the disorder and evils of transition are a necessary stage.

xvii. The belief in an infinite series of progress is almost a religion to the best minds. "Let us allow and believe," says Wordsworth, "that there is a progress of the species toward unattainable perfection; or whether this be so or not, that it is a necessity of a good and gifted nature to believe in it." "Kant, while arguing that past progress does not necessarily imply future progress, sees surer ground for advance in the enthusiastic sympathies, excited throughout Europe by the outbreak of the French Revolution" (9). The French Revolution was more successful as a destructive than a constructive movement. It swept away the abuses of feudalism and class-privilege. Its dreams of universal brotherhood, a federation of nations, and a reign of universal reason were not realized. Yet with all its illusions, and in spite of all its crimes, it promoted freedom of thought, which is the tap-root of civilization. Compare the whole world, as it is, with the world as it was, or even a novel of George Eliot with one of Fielding or Smollett, and doubts will be quieted. We may yet live to see the "parliament of man, the federation of the world." The idea of international law and national conscience steadily grows. In catching sight of the universal, there seems some danger of losing many of the lights and shades of individual progress ; but the race, as a whole, is advancing, in spite of back-eddies.

"Not in vain the distance beckons. Forward, forward let us range,
Let the great world spin for ever down the ringing grooves of change."

Goethe says that each man, like a star, should move restless but hasteless in his own sphere. For such there will be no more sickly questions whether "life is worth living."



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(1) See Essay on Empire.
(2) Bk. ii, xxiv.
(3) i. cxxix.
(4) See Guesses at Truth, p. 313, et seqq.
(5) See Essay on Goodness and Goodness of Nature.
(6) See Essay on Innovation.
(7) See Sully's Pessimism, London, 1877.
(8) On The Present Time.
(9) Guesses at Truth.
[See also Essay on Innovation]




domingo, 26 de agosto de 2012

A Man Missing an A

From the Wikipedia article on Neil Armstrong, section "First Moon Walk"

Although the official NASA flight plan called for a crew rest period before extra-vehicular activity, Armstrong requested that the EVA be moved to earlier in the evening, Houston time. Once Armstrong and Aldrin were ready to go outside, Eagle was depressurized, the hatch was opened and Armstrong made his way down the ladder first.
A11v 1092338.ogg
Armstrong describes the lunar surface.
At the bottom of the ladder, Armstrong said "I'm going to step off the LEM now" (referring to the Apollo Lunar Module). He then turned and set his left boot on the surface at 2:56 UTC July 21, 1969,[76] then spoke the famous words "That's one small step for [a] man, one giant leap for mankind."[77]

Armstrong had decided on this statement following a train of thought that he had had after launch and during the hours after landing.[78] The broadcast did not have the "a" before "man", rendering the phrase a contradiction (as man in such use is synonymous with mankind). NASA and Armstrong insisted for years that static had obscured the "a", with Armstrong stating he would never make such a mistake, but after repeated listenings to recordings, Armstrong admitted he must have dropped the "a".[77] Armstrong later said he "would hope that history would grant me leeway for dropping the syllable and understand that it was certainly intended, even if it was not said – although it might actually have been".[79]
Armstrong on the Moon

It has since been claimed that acoustic analysis of the recording reveals the presence of the missing "a";[77][80] Peter Shann Ford, an Australia-based computer programmer, conducted a digital audio analysis and claims that Armstrong did, in fact, say "a man", but the "a" was inaudible due to the limitations of communications technology of the time.[77][81][82] Ford and James R. Hansen, Armstrong's authorized biographer, presented these findings to Armstrong and NASA representatives, who conducted their own analysis.[83] The article by Ford, however, is published on Ford's own web site rather than in a peer-reviewed scientific journal, and linguists David Beaver and Mark Liberman wrote of their skepticism of Ford's claims on the blog Language Log.[84] Although Armstrong found Ford's analysis "persuasive",[85] he expressed his preference that written quotations include the "a" in parentheses.

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76.  Harland, David (1999). Exploring the Moon: The Apollo Expeditions. ISBN 1-85233-099-6
77.  a b c d Mikkelson, Barbara; David Mikkelson (October 2006). "One Small Misstep: Neil Armstrong's First Words on the Moon". Snopes.com. Urban Legends Reference Pages. p. 1. Retrieved September 19, 2009.
78. Hansen, James R. (October 3, 2006). "Armstrong's Abbreviated Article: Notes from the Expert". Language Log. Retrieved August 28, 2007.
79. Nickell, Duane S. (2008). Guidebook for the scientific traveler: visiting astronomy and space. Rutgers University Press. p. 175. ISBN 978-0-8135-4374-1.
80. Goddard, Jacqui (October 2, 2006). "One small word is one giant sigh of relief for Armstrong". The Times (London). Retrieved August 28, 2007.
81. Ford, Peter Shann (September 17, 2006). "Electronic Evidence and Physiological Reasoning Identifying the Elusive Vowel "a" in Neil Armstrong's Statement on First Stepping onto the Lunar Surface" (reprint). CollectSpace.com. Retrieved August 28, 2007.
82. "Software finds missing 'a' in Armstrong's moon quote". CNN.com. Associated Press. October 1, 2006. Archived from the original on October 4, 2006. Retrieved August 28, 2007.
83. Smith, Veronica (October 2, 2006). "Armstrong's Moon landing speech rewritten". Cosmos Magazine. Agence France-Presse. Retrieved August 29, 2007.
84.

    Language Log. "One small step backwards". (including audio)
    Language Log. "One 75-millisecond step before a "man"".
    Language Log. "Armstrong's abbreviated article: the smoking gun?".
    Language Log. "Armstrong's abbreviated article: notes from the expert".
    Language Log. "First Korean on the moon!".
    Language Log. "What Neil Armstrong said".

85. Carreau, Mark (September 29, 2006). "High-tech analysis may rewrite space history". Houston Chronicle. Retrieved September 30, 2006.

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Y lo cierto es que yo no recuerdo bien qué es lo que oí en aquella madrugada de verano de 1969....  pero allí estaba, delante de la tele, pendiente de Armstrong y de Aldrin, como medio mundo.

Hasta siempre, Comandante.


Sobre Darwin sobre la evolución humana

He revisado este post sobre Darwin, "Grandiosa secuencia de acontecimientos", que también había aparecido en Ibercampus: "Grandiosa secuencia de acontecimientos (Darwin sobre la evolución humana)". Es curioso que los posts que escribo en una tarde o dos luego me cuesta varios días transformarlos en artículos académicamente presentables, suponiendo que éste lo sea en su versión revisada.

Que aquí está: de momento la subo al SSRN, "Grandiosa secuencia de acontecimientos: Darwin sobre la evolución humana ('That Grand Sequence of Events': Darwin on Human Evolution"), y a mi página de artículos en Academia.

Y con el tiempo irá a los otros repositorios que utilizo de momento, Zaguán (suponiendo que puedan volver a publicarse cosas allí) y ResearchGate.


Tenía la duda de si enviarlo a alguna revista, pero me aburre por anticipado el circuito de solicitudes de recortes y de modificaciones, así que me lo autopublico sin más. Me desagrada el poco margen que se da a los autores en las revistas académicas, como si el artículo lo firmase también el editor de la revista. "Acorte vd. veinte líneas". "Cite Vd. a Periquito". "Reformule Vd. sus conclusiones". "Mejor no diga Vd. esto". Hombre, a mí ya me daría hasta corte hacer sugerencias de ese estilo, sobre todo si son sugerencias obligatorias. Para eso, que se escriban ellos los artículos y se los publiquen, que yo ya me los autopublicaré también. Si alguien lo quiere en su revista, pero sin recortes ni parches, se lo envío gratuitamente, así de alto está mi caché.



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PS, 2013:

Menos da una piedra, veo que retoman mi artículo varias revistas del SSRN para distribuirlo:

eJournal ClassificationsMessage
CSN Subject Matter eJournals
             
Distributed in Human Cognition in Evolution & Development eJournal
Vol 4, Issue 32, September 14, 2012 

PRN Subject Matter eJournals
             
Distributed in History of Western Philosophy eJournal
Vol 5, Issue 34, September 03, 2012 
PRN Subject Matter eJournals
             
Distributed in Philosophy of Science eJournal
Vol 5, Issue 46, September 07, 2012 





_____. "Grandiosa secuencia de acontecimientos." In García Landa, Vanity Fea 16 April 2009.*

         http://vanityfea.blogspot.com/2009/04/grandiosa-secuencia-de-acontecimientos.html

         2009

_____. "Grandiosa secuencia de acontecimientos (Darwin sobre la evolución humana)." Ibercampus (Vanity Fea) 28 April 2009.*

         http://www.ibercampus.es/articulos.asp?idarticulo=14452

2013

_____. "Grandiosa secuencia de acontecimientos: Darwin sobre la evolución humana ("That Grand Sequence of Events": Darwin on Human Evolution)." Social Science Research Network 29 August 2012.* DOI: 10.2139/ssrn.2136181

http://ssrn.com/abstract=2136181

2012

Human Cognition in Evolution and Development eJournal 4.32 (14 Sept. 2012).

http://hq.ssrn.com//Journals/IssueProof.cfm?abstractid=2136181&journalid=1314112&issue_number=32&volume=4&journal_type=CMBO&function=showissue

         2013

http://www.ssrn.com/link/Human-Cognition-Evolution-Development.html (29 Aug. 2012).

         2013

History of Western Philosophy eJournal 5.34 (3 Sept. 2012).*

http://hq.ssrn.com//Journals/IssueProof.cfm?abstractid=2136181&journalid=950374&issue_number=34&volume=5&journal_type=CMBO&function=showissue

2013

http://www.ssrn.com/link/History-of-Western-Philosophy.html (29 August 2012).*

2013

Philosophy of Science eJournal 5.46 (7 Sept. 2012).*

http://hq.ssrn.com//Journals/IssueProof.cfm?abstractid=2136181&journalid=950426&issue_number=46&volume=5&journal_type=CMBO&function=showissue

2013

http://www.ssrn.com/link/Philosophy-Science.html (29 Aug. 2012).*

2013

         Sociobiology eJournal 29 Aug. 2012.*

         https://www.ssrn.com/link/Sociobiology.html

         2017

_____. "Grandiosa secuencia de acontecimientos: Darwin sobre la evolución humana." Academia.edu 25 August 2012.*

         http://unizar.academia.edu/JoséAngelGarcíaLanda/Papers/1891152

         2012

_____. "Grandiosa secuencia de acontecimientos: Darwin sobre la evolución humana." ResearchGate 1 August 2013.*

         https://www.researchgate.net/publication/253236641

         2013

_____. "Grandiosa secuencia de acontecimientos: Darwin sobre la evolución humana." Humanities Commons 31 July 2022.*

https://hcommons.org/deposits/item/hc:47487/

https://doi.org/10.17613/w22w-ev03

2022

_____. "Grandiosa secuencia de acontecimientos: Darwin sobre la evolución humana." In García Landa, Vanity Fea 31 July 2022.*

         https://vanityfea.blogspot.com/2022/07/grandiosa-secuencia-de-acontecimientos.html

         2022



 
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sábado, 25 de agosto de 2012

La singularidad de la especie humana

La tesis de Carlos Beorlegui en su libro sobre La singularidad de la especie humana (Deusto, 2011), que combina la fenomenología de Zubiri con el evolucionismo, se basa en una interpretación emergentista de la relación entre la realidad humana y la naturaleza, que rechaza tanto el dualismo tradicional cristiano como el reduccionismo materialista:

410: "La postura emergentista o estructurista parte de una concepción unitaria del ser humano, conjugando la continuidad de la especie humana con el resto de las demás especies vivas emergidas del proceso evolutivo, con su condición de especie singular, consecuencia de un salto emergentista específico" (...). "La postura emergentista entiende que en este salto o proceso novedoso se advierten siempre una serie de notas o características especiales: novedad, impredecibilidad e irreductibilidad. Es decir, la realidad emergida, aunque se apoya en el nivel previo (subtensión dinámica, lo denomina Zubiri) es un proceso nuevo, imprevisible desde el nivel anterior, e irreducible al mismo en su totalidad porque, aumnque las leyes nuevas que rigen el nuevo nivel emergido puedan, en parte, ser reducidas a algunas leyes del nivel anterior, nunca se conseguirá una reducción total" (410-411). "De ahí que la especie humana hay que verla como una fase más del proceso evolutivo (continuidad), pero a la vez es fundamental advertir sus cualitativas diferencias (singularidad), como consecuencia de su específico modo de ser y de haberselas con la realidad (lo que denomina Zubiri habitud: intelección sentiente)." (...) "En definitiva, para esta forma de ver las cosas, ser hombre no consiste en dejar de ser materia, ni en que simplemente ésta sirva a la psique, sino en corporeizar la psique, o también, de modo complementario, en psiquizar el cuerpo, de tal modo que el ser humano se constituye así en unidad psico-somática. Y en esto consiste la hominización y la humanización, que para Zubiri viene a ser una estricta potenciación de la materia" (414).

Del capítulo 7: "La singularidad de los humanos: entre el antropocentrismo y el reduccionismo biológico":

"¿Podemos defender con argumentos precisos la singularidad del ser humano, o tenemos que plegarnos a lass afirmaciones de quienes defienden la imagen de lo humano como un animal más, aunque más complejo y elaborado?" (416). "Se da, por tanto, en la estructura esencial del ser humano una estrecha relación entre autoconocimiento y autorrealización" (416). Según el materialismo reduccionista, "la ciencia nos abocaría a no tener más remedio que defender una visión reductiva y anti-humanista del ser humano, es decir, partidaria de entender a la especie humana como una más del largo y complejo proceso evolutivo, todo lo compleja y maravillosa que se quiera, pero nada más" (418). (Esta argumentación podría relacionarse también con el debate sobre la consiliencia de las humanidades y las ciencias que presentamos en Consiliencia y retrospección).

"No cabe duda de que nos hallamos ante un reto decisivo para la comprensión humanista, y hasta religiosa, del ser humano, y necesitados de una nueva redefinición de nuestro ser y de nuestro puesto en el cosmos (M. Scheler). La estrategia que tenemos que seguir es presentar una breve síntesis de las diferentes aportaciones científicas que nos permitan realizar un ejercicio comparativo entre el ser humano y el resto de los animales, para ver en qué medida tenemos apoyos científicos y filosóficos suficientes para seguir defendiendo el especial puesto del hombre en el conjunto de la biosfera y de todo el universo, o tenemos que adscribirnos a la postura defendida por el naturalismo filosófico y el materialismo reduccionista. En este ejercicio comparativo, pretendemos llegar a examinar los ingredientes fundamentales de la compleja y específica conformación biocultural del ser humano, para tratar de concluir que la especie humana es la única que está constituida por una específica conjunción de biología y cultura, conformando ambos componentes una estructura compleja pero unitaria. Esta unidad bio-cultural supone e implica a su vez una específica unidad psico-orgánica, a caballo entre posturas extremas como los dualismos interaccionistas y los materialismos reduccionistas, defendicos por el conductismo, teoría de la identidad y determinados funcionalismos. En definitiva, pretendemos llegar a la conclusión de que el ser humano se halla tanto en continuidad como en distancia cualitativa con el resto de las especies de la biosfera, pues, aunque es una especie más, sus características específicas lo sitúan en un nivel de diferencia cualitativa respecto a las especies de las que ha emergido. De este modo, pretendo llegar a concluir que el ser humano, a diferencia del resto de las especies vivas, constituye una irrepetible y compleja unidad bio-cultural y psico-orgánica, dotado de autoconciencia, autonomía, lenguaje, pensamiento complejo, libertad, capacidad ética, apertura a la pregunta por el sentido de su vida y del conjunto del cosmos, y, por eso mismo, en apartura a la pregunta por el fundamento de la realidad, es decir, al ámbito del Absoluto." (419)

Es en sus poco convincentes y apresuradas transiciones a un absoluto teocéntrico y cristiano donde se hallan las inconsistencias y puntos flojos del libro de Beorlegui, pero sorprendentemente no dañan mayormente su argumentación, precisamente por su carencia total de poder de convicción y de consistencia con el resto de su argumentación. Argumenta así contra el reduccionismo genético, pero con argumentaciones a su vez genéticas y también cognitivas. El ser humano no se reduce a su genoma, y además "la genómica ya no se reduce al análisis de la secuencia de cada uno de los genes, sino que abarca también la combinación con otros elementos que los encienden, los frenan o los aceleran en su función. Por eso, si el ámbito del genoma es complicado, todavía lo es más el del proteoma" (426). [PS: En septiembre de 2012 se divulgan nuevas investigaciones sobre estos sistemas de interruptores genéticos y controles de su activación] La expresión de los genes y el resultado fenotípico es altamente variable en función de circunstancias complejas; "De ello tenemos que concluir que la esencia o naturaleza del ser humano no se halla encerrada exclusivamente en su ADN, como si fuera la potencia aristotélica que se expresa y se convierte en acto en el fenotipo, sino que el desarrollo del genoma desde el ADN hasta su expresión fenotípica es más complejo y decisivo en la configuración de un ser humano de lo que hasta ahora creíamos" (427). Una circunstancia biológica esencial del ser humano que acentúa extraordinariamente la capacidad constructiva de la cultura en la antropogénesis es precisamente lo que nos hizo humanos en origen, el crecimiento craneano unido al bipedismo, que dificulta el nacimiento y obliga a un nacimiento prematuro—que interactúa con la neotenia de la especie—con lo cual el cerebro se termina de conformar no en el útero materno sino en un entorno cultural. Es una tesis que comentábamos a cuenta de la conferencia de Sánchez Dragó sobre el lenguaje, "Y el mono se irguió y habló", una tesis que permite conjugar de modo convincente el biologismo evolucionista y el construccionismo cultural.

"De ahí que el nacimiento prematuro, que supone una mayor dependencia de los padres y de su entorno cultural, se tiene que conjugar y completar con un proceso de maduración y de dependencia más largo. Este factor, que representa la cara negativa de la deficiencia y de mayor dependencia, conlleva la ventaja de dotar al recién nacido de una mayor plasticidad, que redunda en su educación y maduración (...) // Por tanto, la deficiencia biológica de los seres humanos (A. Gehlen) le impele necesariamente a ser un animal cultural, a ser moldeado por el útero cultural con objeto de suplir esas deficiencias biológicas. Y en este proceso de maduración y de educación cultural, intervienen tanto las capacidades innatas recibidas en su dotación genética, como su capacidad de imitar y aprender de los demás compañeros de especie." (432). "No hay, pues, aqui una superación desde una fase o escalón que subsumiría evolutivamente los anteriores, sino que rompe y supera esa lógica a través de un salto cualitativo. No persigue tanto adaptarse al ambiente, aunque fuera con una fórmula más perfecta (postura pasiva propia de las otras especies vivas), sino que adopta una postura activa y transformadora, por cuanto tiene que adaptar obligatoriamente el entorno a sus necesidades. De nuevo vemos que se ha invertido la lógica de la adaptación: el animal tiene ambiente, el hombre tiene mundo, construido artificialmente." (433).
 



La realidad que habitamos es en gran medida, por tanto, realidad humana excavada en el seno de la realidad natural: una realidad artificial, construida, cultural, una realidad virtual. Habría que matizar que otros seres vivos construyen activamente sus nichos ecológicos, transformando y adecuando su entorno, si bien ninguno con la intensidad y complejidad del ser humano. La realidad física está en el ser humano intensamente reelaborada y mediatizada por la cultura y la representación psíquica compleja, hasta volverse una realidad de otro nivel (lo que aquí llamamos a veces realidad virtual):

"Así, el ser humano siente, como el resto de los demás animales, de tal modo que la realidad se le da en impresión. Pero es un sentir inteligente, en la medida en que su animalidad ha sido elevada a una estructura nueva: la psíquica, consecuencia de las mutaciones genéticas y la cerebralización. De ahí que el ser humano es el resultado de la emergencia de una nueva estructuración cerebral, que le ha dotado de una mente capaz de escapar del constreñimiento biológico y genético, para abrirse al nivel de la suidad: la realidad humana es una naturaleza abierta, de una complejidad tal que tiene que hacerse cargo de sí misma, de su propia realidad y cargar libre y responsablemente de ella misma, en diálogo comunitario con las demás realidades humanas" (449).

Aquí se apunta, en las "demás realidades humanas", una cuestión no suficientemente enfatizada en Beorlegui—que dado que cada cultura es distinta y ya de por sí múltiple, y que cada individuo recibe una intertextualidad cultural diferente, la realidad humana resulta ser un diálogo o interacción de realidades diferentes: cada cual aporta su propio universo, vivido en el espacio de interacción social y de la vida cotidiana. Una multiplicidad de realidades que coinciden sólo en parte, y que están en constante conflicto, influencia, diálogo, interacción, integración y disgregación. Es la multiplicidad de perspectivas y representaciones lo más característico de la realidad humana, y a la vez la capacidad de reflexividad: de ver la mente del otro como otra mente similar a la mía, con representaciones de la realidad a la vez parecidas y diferentes. Estos tres caracteres semióticos, la multiplicidad de representaciones y perspectivas, la intersubjetividad cognitiva (o teoría de la mente, como se dice ahora) y la capacidad de reflexividad, son tres importantes pilares de la singularidad humana. La alteridad intersubjetiva y la multiplicidad de discursos no son sólo algo que haya entre unos humanos y otros, pues constituyen a cada individuo desde dentro como un sujeto múltiple y dialógico, capaz como poco de entender a los demás. The difference between is the difference within, y cada sujeto humano está constituido y atravesado por una multiplicidad de discursos y de perspectivas, en diálogo y en conflicto consigo mismo. La tradición cristiana a la que a veces apela Beorlegui, y su particular visión de la humanidad, es sólo una más de esas múltiples realidades virtuales múltiples que constituyen la realidad humana. En reconocimiento al autor, hay que decir que parece bastante consciente de este hecho.



 
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