martes, 5 de abril de 2022

La risa social

Es un comentario que le pongo a este artículo sobre la risa en The Conversation:

Iguacel Azorín, María Isabel. (U de Zaragoza). "Por qué el humor (y las bromas) son buenos para la salud." The Conversation 31 March 2022.*

         https://theconversation.com/por-que-el-humor-y-las-bromas-son-buenos-para-la-salud-180072

         2022


Yo creo que hay muchos tipos de risa distintos. El tipo de risa descontrolada, incontenible, a carcajadas, en el que se centra el artículo es de hecho comparativamente raro, como fenómeno corporal, y yo diría que es un fenómeno más ligado a la adolescencia que a otras edades; al menos es mucho más frecuente entre grupos de adolescentes. Otra cuestión que sí apunta el artículo acertadamente es que incluso la sonrisa o la risa esbozada puedan tener un efecto físico relacionable con lo anterior; parece en cualquier caso que será un efecto mucho más limitado. Pero al margen de los efectos bioquímicos de la risa, que son el tema central del artículo, hay que reseñar los efectos psicosociales. La risa es muchas veces, la gran mayoría de las veces, un modo de interacción social. Podríamos decir que no es risa "auténtica" sino risa "simulada" o risa "convencionalizada", cuyo objetivo y función es engrasar las relaciones sociales y crear sentimiento de comunidad. Es por tanto una cuestión que habría que relacionar con las teorías dramatísticas de la interacción social y de la identidad personal; es risa "solidaria" más que risa "auténtica", lo biológico pasa a una dimensión diferente, socializada y convencionalizada. El mayor beneficio de semejantes risas es psicosocial, y sólo a través del bienestar psicosocial o de la afiliación grupal tiene un efecto notable, creo, sobre el bienestar psicofísico del individuo. Somos, en la risa como en tantas otras cosas, mucho menos espontáneos y mucho más retorcidos y dramatizados de lo que podría suponerse. 

 

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Me contesta muy amablemente la autora, y le respondo:

Gracias por la respuesta y por la amabilidad, e invito yo a la cerveza cuando ésta se tercie. Sí que estoy de acuerdo con todo lo que dices, y como bien apuntas no se contradice con el enfoque de la psicología social. De hecho, incluso en el caso de la risa social o convencional que me llama a mí más la atención, al no dejarse de producir el efecto que señalas, por atenuado que sea, podría interpretarse como una forma socialmente establecida y evolucionada en las costumbres, para mejorar la interacción social a través del bienestar personal producido por ese efecto físico. También hay culturas más reidoras y sonreidoras que otras, que es cosa interesante, aparte de diferencias individuales. Esto me hace pensar en esa canción de Noa, “Smile / without a reason why…”, una música que también te hace sentir bien por cierto. Gracias por la referencia, ¡yo las aprovecho todas! Y lo de la cuestión dramatística, no es sólo que sea yo un poco cínico en mis observaciones sobre las motivaciones de la gente, es que es una cuestión fascinante (para mí al menos) que afecta a todos los aspectos de la existencia social, de la interacción y de la comunicación; en Shakespeare aparece por ejemplo esta cuestión del gesto contagioso que aun siendo forzado en su origen crea sentimientos auténticos debido a esta dimensión mimética de la psicología humana. Bueno, pues un placer hablar de estas cosas por aquí, y si nos reimos un poco mejor que mejor! 


 La risa hoy

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