Veo con satisfacción que sube últimamente mi puntuación en Academia, de un tres y pico a sobrepasar el cinco:
Con lo cual ya llevo camino de alcanzar a Pinker en ése, además de en otros parámetros:
No en número de seguidores, que ahí aún no he hecho apostolado. Pero supongo que algo tendrá que ver la lluvia súbita de citas a mis publicaciones que ha descubierto Academia, y que casi no me da tiempo a mirar.
Esta subida en mi posicionamiento viene a compensar una faena que me hizo Academia suprimiento el índice de posicionamiento por visitas, en el cual estaba yo en el Top 0,1 %, la categoría superior.
Hay gente que me afea que me fije tanto en estos posicionamientos y demás. Considérenlo más bien como una forma de modestia en tanto que atención a los demás, como esos académicos que van a recoger el premio Nobel en persona en vez de enviar un emisario o una grabación, como hicieron Beckett o Bob Dylan. O como Sartre, que rechazó el premio pero quería cobrar el dinero. Ahora que lo que me extraña en realidad es que no le dejasen.
—oOo—
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: