jueves, 11 de junio de 2015

Retroposts


Se me ocurre que dejé pasar el décimo aniversario de mi blog sin hacerme un homenaje. 

Lo inauguré a finales de 2004, en cuanto caí en la cuenta de que tenía que huir de la Facultad de Filosofía y Letras, donde llevaba casi diez años subiendo mi bibliografía y otras cosas, para tener un espacio propio en el servicio de informática. Obtenido el espacio, empecé lo que llamo la Gran Subida—con ciertos rasgos de subidón—subiendo mis publicaciones a un "sitio web" personal de esos que se llevaban en los 90. Iba con retraso, pero ganando terreno, siempre sin alcanzarme a mí mismo, porque aún continúa la subida, aunque haya bajado el subidón. 

También empecé el blog, en este sitio que aún sigue hoy, mi Blog de Notas de título variable—hecho a pedales, a modo de blog prehistórico de los pioneros de la web. Empecé con pequeñas anotaciones diarísticas, y pronto empecé a llenar instantes y estantes con entradas cada vez más voluminosas y cada vez menos personales. Y pronto me pasé a una plataforma, Blogia, que durante cuatro años dio alojamiento principal al blog, ya con el título Vanity Fea. Y ahí sigue, auque lo actualizo con retraso. Trasladé el blog, o su extremo viviente, a Blogger, y ahora estoy ahí y en los dos sitios anteriores. Mucha Vanity Fea.




Para liarlo un poco más, creo que me voy a dar ese homenaje que decía, pasando a este blog las entradas viejas originales que no aparecen en él. A una por día, tengo hasta el 2020 para actualizarlo—mira que fatigo estantes, como decía Borges. Además, me dará tema, porque se me ha ido la fe, o la inspiración, o el rollo y las ganas de escribir. Desde luego, las ganas de contar cosas de mí, no las noto por ningún sitio. Lo de los retroposts será una buena manera de ir llevando esto de la vida online a su conclusión natural, y mentalizarme para la rememorativa Tercera Edad.

Y aunque el autohomenaje ombliguístico éste pueda parecer desaconsejable, no está descartado que lo de la relectura (si aparte de cortaypega me leo algo de lo que escribí hace diez años) aporte algo de distancia con uno mismo, y de adquisición retrospectiva de algo de sabiduría y de nosce teipsum, con los hijos que pariste ya criados. Looking forward to it.

Así que a partir de mañana aparecerán en este Vanity Fea las entradas originales del blog— λέγωμεν ἀρξάμενοι κατὰ φύσιν πρῶτον ἀπὸ τῶν πρώτων, desde noviembre de 2004, a dos entradas por día.  Eso hasta que me coloque a diez años de distancia de mí mismo: espero alcanzarme antes de acabar este 2015. (Ver Fauconnier y Turner, Conceptual Integration Networks, para una explicación cognitivista de esta imagen y de estas carreras que se echan contra uno mismo, o contra otros fantasmas). Y luego, las entradas de cada día hasta trasladarlas, y si acabo antes de 2020, y sigo vivo, ya pensaré si cierro el blog o si lo reimprimo en sí mismo.

Hace tiempo que no causo una buena impresión, por cierto, desde que subió el precio de la tinta. Menos mal que la tinta virtual sigue a un precio accesible, porque escribir no escribo, y sin embargo lleno páginas y pantallas.

Diciendo lo que no hago, y lo que voy a hacer, no sé por qué, me recuerdo más que nunca a mí mismo, en los viejos tiempos. Si igual es que, lejos de cambiar tanto como digo, cada vez nos parecemos más a nosotros mismos, o al menos a nuestra caricatura.







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