viernes, 4 de marzo de 2011

Entrevista sobre narratología


Entrevistan a David Herman en Sociodicea, el 15 de febrero pasado, uno de los más eminentes narratólogos del momento. Sobre el estado actual de los estudios en narratología. Y me llevo la agradable sorpresa de que me cita, junto con la Dra. Onega con quien coedité hace años una antología sobre teoría de la narración:

"Su primera pregunta me remite a las obras sobre narratología publicadas en español. Me gustaría mencionar las contribuciones cruciales de José Ángel García Landa (http://www.garcialanda.net/) y de Susana Onega Jaén, ambos vinculados a la Universidad de Zaragoza, y que han contribuido sustancialmente en este campo."


Seguiré intentando contribuir...  aunque es difícil escribir algo que tenga un mínimo eco. Así que bienvenidas las referencias positivas.

Una explicación de la perspectiva cognitiva sobre la narratología tal como la ve David Herman:

"En un libro aún por salir llamado Practicing Narrative Theory: Four Perspectives in Conversation, uso la idea de construcción de mundos narrativos como marco para explorar las interconexiones entre narrativa y mente. El análisis que hago trata sobre la creación (más o menos sostenida) de una “reubicación imaginativa” hacia los mundos narrativos como un aspecto central de todas las experiencias narrativas, es decir, como una condición activa para las prácticas de fabulación. La creación de mundos narrativos está imbricada con habilidades mentales que constituyen la investigación en los entrecruzamientos entre narrativa y mente. Desde esta perspectiva, conceptos de tiempo, espacio y personaje trazados por los teóricos de la narrativa pueden redescribirse como parámetros clave para la construcción de mundos narrativos. A través de los actos de narración, los creadores de historias producen un esbozo para la construcción de mundos. Esos esbozos, cuya complejidad varía, instan a los intérpretes a construir mundos marcados por un perfil espaciotemporal particular, una secuencia determinada de situaciones y hechos, y un inventario de habitantes. Sugiero que las historias abren la puerta a las dimensiones del cuándo, qué, dónde, quién, cómo y por qué de mundos configurados mentalmente. En otras palabras, la narrativa no sólo evoca mundos, sino que constituye intervenciones en un campo de discurso, un rango de las estrategias representacionales, una constelación de formas de ver (y a veces hay un grupo de narrativas en competición, como en un proceso jurídico, una campaña política o una disputa familiar).Entendiendo esto desde su proceso de recepción, la construcción de mundos narrativos extrae al menos dos inferencias: aquellas sobre el mundo que se evoca por el acto de narrar, y aquellas sobre por qué ese acto se desarrolla..."

Y termina Herman animando a los jóvenes investigadores a dedicarse a la teoría narrativa, como un campo con gran potencial de desarrollo:

"El campo de los estudios sobre narrativa está en plena efervescencia y goza de mucha vitalidad. Es más, la disciplina está aún creciendo, de modo que los estudiantes y académicos más jóvenes están en posición de hacer avanzar el trabajo que está haciéndose en este campo de investigación. Mi recomendación es que los lectores interesados empiecen a sumergirse en esta área de estudio, ya que se puede ser un participante activo en este campo infinitamente fascinante (y relevante)."

Lo que es en España está la cosa mayormente por hacer... Aunque muchos académicos utilizan la teoría narrativa de modo accesorio, aplicado o accidental, no hay muchos que se especialicen en este tema. Yo (quizá por mis limitaciones inherentes, o por las institucionales) no he conseguido desde luego que se interese ningún estudiante por estas cuestiones hasta el punto de animarse a hacer una tesis conmigo. Alguna propuesta me ha llegado del extranjero, pero con pocas posibilidades de llegar a término. No sé si terminaré mi carrera como el narratólogo solitario, o si en algún momento llegará a arrancar la cosa y tendré estudiantes de postgrado trabajando en estas cosas. Por el cariz que han ido  tomando los estudios de postgrado aquí, parece bastante dudoso, ya que son los catedráticos y sus proyectos subvencionados de investigación quienes atraen a los becarios como la miel a las hacendosas abejitas. Y con razón, claro: la ley número uno en la universidad es ir sobreviviendo y colocándose, otras consideraciones tales como el interés intrínseco de una cuestión ya son más debatibles, y en todo caso secundarias. Y de los proyectos que he pedido de teoría narrativa no me han dado nunca ninguno, ni para un remedio, ya hace tiempo que he dejado de pedirlos. Y en las cátedras me suspendieron con mis investigaciones en esta cuestión.  Así que en eso se quedarán mis investigaciones y mi hipotética "escuela".


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