martes, 23 de noviembre de 2010

Formando empleados bien integrados

 

Un artículo que reproduzco de Ibercampus: ¿qué cualidades de los universitarios se valoran y cuál no para la integración en el mundo laboral?

Lo que parece desprenderse de este estudio es lo siguiente: lo que se solía entender por una formación universitaria sólida y por "una buena cabeza" no prepara bien para lo que se aprecia o se necesita en la empresa. Ni creatividad ni curiosidad intelectual, ni precisión en el trabajo, ni visión global de las cuestiones, ni integridad intelectual y moral, ni capacidad para el pensamiento y el trabajo independiente... no. Tampoco el respeto al tiempo de los demás. Ni la larga experiencia y sabiduría que sólo da la edad, cuando la da.

Prima más, parece, la capacidad de adaptarse que la formación exhaustiva en un área. Y también se aprecia la voluntad de triunfar en la compañía, la adaptación al medio ambiente o camuflaje adecuado, la capacidad de someterse al trabajo en equipo, tener buen rollito con los demás del grupo, en buena compañía— y mucha flexibilidad y cintura, y orientar las velas según sople el viento. Y juventud y gomina y teléfono móvil, y un optimismo no sabemos si justificado o no.

Bueno, la universidad va cambiando, y adaptándose a los tiempos. Seguro que, tras unos años en un equipo de investigación, o en un proyecto de innovación, el personal universitario estará mucho mejor entrenado en estas nuevas habilidades—y habrá abandonado algunas de las antiguas, si las tenía. Y estará listo el Empleado para ocupar su puesto en una empresa, y trabajar allí en equipo, a lo que manden las circunstancias y el jefe. Hala, a hacer carrera. Que la empresa no necesita ni profesores, ni doctores, ni críticos.

Y, a todo esto, entre tantos clientes y empleados, la Universidad--¿dónde se queda?

Es lógico que la empresa busque ciertas destrezas adecuadas a sus intereses y al mercado. Pero la Universidad no puede confundir sus prioridades con las del vecino.

Aquí el informe en cuestión:




    Informe

¿Cómo es el universitario perfecto para las empresas españolas?
ibercampus.es     17 de noviembre de 2010 

Si piensas que las notas obtenidas durante tu etapa universitaria son la información más relevante para una empresa a la hora de contratarte, estás muy equivocado. Por encima de estos datos está principalmente la experiencia laboral adquirida mientras se cursa la carrera y habilidades tales como capacidad de adaptación y aprendizaje y trabajo en equipo.        

Son algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por el Instituto Trendence, especializada en el desarrollo de investigaciones en el ámbito universitario y laboral. El informe, bautizado como Campus 360, se ha confeccionado en torno a los resultados de una encuesta online realizada entre los seleccionadores de personal de las compañías que mayor número de jóvenes titulados contratan en 20 países de todo el mundo, incluido España, y que publica el diario Expansión.

Las empresas de nuestro país le ponen una media de un 6,5 sobre 10 a la preparación de los jóvenes graduados. El país más satisfecho con sus titulados es Suiza –con una nota del 7,6– y sólo las compañías japonesas suspenden a sus universitarios, a los que califican con un 4,9.

Candidato ideal

Los resultados en España dibujan el candidato perfecto por el que las empresas suspiran: un joven hábil para trabajar bien en equipo (considerado factor esencial para que triunfen en la compañía para el 71% de los encuestados), con una actitud flexible y con capacidad de adaptarse a las circunstancias (65%), con facilidad de aprendizaje (59%), con habilidades comunicativas y para las relaciones personales (46%), que sean entusiastas y tengan una actitud positiva (42%), y que sean organizados y sepan marcarse prioridades (35%).

Hay algunos resultados un tanto sorprendentes cuando se observan los factores a los que menor importancia conceden los empleadores de nuestro país. Sólo el 17% de los sondeados considera un factor esencial de éxito profesional las habilidades para trabajar de manera independiente y autónoma, y la capacidad analítica y la visión global sólo son destacadas por el 28%.

Las facetas menos valoradas como factores esenciales de éxito en la empresas, calificadas como esenciales por menos del 17% de los encuestados, son la puntualidad y el respeto por el tiempo de los demás, el autocontrol y la cortesía, el espíritu emprendedor, la precisión y la atención al detalle, la curiosidad y la creatividad, y la integridad y los principios éticos.

También destaca entre los resultados de esta encuesta que sólo el 15% de los responsables de selección de las empresas creen que las calificaciones académicas durante la carrera universitaria son la información más importante en el currículo del candidato a un empleo.

La gran mayoría, el 66%, prima la experiencia laboral que haya ido adquiriendo durante sus años universitarios, el 55% valora el área de especialización que ha cursado, y es de destacar que un importante 52% tiene en cuenta la institución en la que ha estudiado. Llama la atención que este último aspecto es menos valorado en el resto de los países, con una media del 30%.

Un escaso 8% dan importancia a otros aspectos personales que suelen ser incluidos en el currículo, como sus aficiones o la militancia en asociaciones estudiantiles. Aspectos sin embargo mucho más valorados en otros países como Japón, Canadá, Bélgica, Suecia, Holanda y Reino Unido.

Fuente: Expansión


 
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