miércoles, 14 de julio de 2010

Hace Cincuenta Años


Por casualidad (a veces el Ministerio hace bien las cosas) tanto mi padre como mi madre, que no tenían planes de ser ni mi padre ni mi madre, fueron destinados como maestros al mismo pueblo del Pirineo, en los años cincuenta. Y el Destino, que aunque funciona siempre hacia atrás, también hace algunas cosas bien, los destinó—los acabó destinando, resultaron así las cosas—a casarse y a tener muchos hijos. El primero, yo...

Y así resultó ser lo que iba a resultar siendo. Las cosas empiezan sucediendo como por casualidad, pero acaban siendo nuestra vida y destino, nada menos.

¡Y hoy hacen mi padre y mi madre sus bodas de oro!

¡Felicidades, papá y mamá!

—que a todos nos tocan. El quatorze juillet de 1960 se casaron, y a Francia se fueron de viaje de novios.

Así contaba mi madre su vida de hace cincuenta años:


Mi primer destino fue Linás de Broto. Allí conocí a Ángel, que era el maestro, y nos hicimos novios. Él pidió al año siguiente una plaza en Biescas y yo continué un curso más en Linás como interina y comencé a prepararme las oposiciones. Los fines de semana nos veíamos con Angel en Borrés o en Linás, a donde subía en bicicleta.

Aquel año 1958, me presenté a las oposiciones y aprobé el ejercicio escrito con el número dos, pero el oral lo suspendí. Al curso siguiente pedí la escuela de Yésero para estar más cerca de Biescas y allí Ángel subía en bicicleta a verme un rato todos los días. Yo seguía preparando las oposiciones, estudiando cuando salía de la escuela. Me presenté y aprobé con el número ocho y tuve la suerte de conseguir la escuela de Gavín.

Ese curso 1959, lo inicié en la escuela de Martillué. Allí iba todos los días en bicicleta desde Borrés, donde vivía con mi tía Felisa y mosén Benito , que estaba muy enfermo ya y murió ese año.

En el mes de abril, tomé posesión de la escuela de Gavín como maestra propietaria y ya decidimos casarnos. Antonia me preparó mi ajuar y de la casa donde ella servía como cocinera para los ingenieros de la fábrica de Energías de Sabiñánigo, salí a celebrar mi boda que tuvo lugar el día 14 de julio en la iglesia de Cristo Rey, un mes más tarde de la de mi cuñada Angelines.

Hicimos un desayuno en el hotel Alpino y a continuación salimos de viaje de novios. Fuimos hasta Pamplona en el coche de mi hermana Encarnita que había venido a la boda con su marido Ramón y su hija Elianne que tenía entonces tres años. En Pamplona cogimos un autobús y nos fuimos a San Sebastián donde permanecimos tres días en el hotel San Ignacio. Allí acudieron a recogernos de nuevo, mi hermana y cuñado y nos marchamos con ellos a Francia. Estuvimos un mes con mis padres y tío que vivían en un pueblo del departamento de l’Allier llamado Chez Gouet.

Mi hermana y cuñado nos llevaron en el coche a conocer la Alta Savoya, una región hermosísima al pie de los Alpes. Visitamos varias ciudades de la región, Chambery, Aix- les-Bains y Chamonix. Allí cogimos un tren de cremallera para subir a visitar el glaciar llamado “ La mer de glace”que nos impresionó mucho. También visitamos al regreso Lyon. Fueron unos días muy bonitos y mis padres se sentían felices de tenernos allí.

Pronto nos reuniremos en Biescas a celebrarlo con padres y hermanos y madres y hermanas y enanos y enanas: a ver si pasamos allí también unos días muy felices. Y si no—que nos quiten lo bailao.

PS, finales de julio: Lo celebramos, en efecto, en un día memorable.




Coincidimos todos

—oOo—

1 comentario:

  1. Sabes? En esa foto de tus padres noto un gran parecido entre tu mamá e Ivo.
    :)
    Y qué bonito poder estar tanto tiempo juntos!!! Eso se ve poco por estas fechas. Ojalá yo pueda cumplir mis bodas de oro algún día!

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