A J.J. Esparza, más sensato y desacomplejado que la mayoría de los piratas que campan por las ondas y platós, se le escapa sin embargo gran parte del escándalo éste de las mascarillas.
Se le escapa que forma parte de una PLANDEMIA DISEÑADA A ESCALA MUNDIAL, con sus implicaciones en sabrosos contratos y asaltos a los fondos públicos ya planeados por anticipado. Con lo cual el crimen contra la población (crimen de pastoreo y matadero) es muho mayor. Y se les ven las orejas a todos estos mafiosos globales, aunque no se les ven mucho si los "medios críticos" los denuncian sólo a medias. Se les escapa que montaron EL CIFOSTIO MUNDIAL DE LA ALARMA SANITARIA sólo para controlar, saquear y llevárselo crudo de mil maneras, y ocupar más nichos de poder.
La imposición de las putas mascarillas a la población fue un episodio todavía más siniestro, cruel y canallesco de lo que parecía en un principio, y de lo que sigue pareciendo a una población borrega, mera carne lanar para los manejos criminales de estos inmundos mafiosos que nos gobiernan o pastorean.
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