domingo, 16 de febrero de 2020

Los académicos paradójicos


Un pasaje de las Historias de Polibio (XII 26.c) en el que, a modo de un Sokal o un Gustavo Bueno de la Antigüedad, se burla de los rétores contemporáneos "cuando hacen ejercicios sobre temas paradójicos", o cuando por exceso de sutileza, "los que se han ejercitado en discursos de la Academia con argumentos vulgares" se vuelven una especie de desconstructivistas frívolos o postmodernistas avant la lettre. Asoma aquì una interesante versión temprana del "genio maligno de Descartes", si no del Cerebro de Boltzmann.... Se ve que la Academia siempre ha tenido cierta tendencia a elevarse en su isla flotante por encima de las realidades cotidianas y de quienes tienen los pies en el suelo...

Algunos de estos hombres se apasionan por confundir a sus interlocutores, tanto en los temas que parecen comprensibles como en los que se muestran incomprensibles; para ello se sirven de tales paradojas, tienen tal fuerza persuasiva, que llegaríamos a pensar en la posibilidad de que unos que se encuentran en Atenas puedan oler unos huevos que se están friendo en Éfeso y a dudar de si, de alguna manera, mientras dialogan sobre estos temas en la Academia, no recitan, soñando despiertos, sus discursos en su propia casa, tendidos en su lecho. La exageración de sus paradojas ha hecho caer a su escuela en el descrédito, hasta el punto de que han inducido a los hombres a vacilar, incluso, ante razonamientos argumentados correctamente. Además, dejando aparte este fallo, han imbuido en nuestros jóvenes una pasión tal, que éstos ahora no atienden, ni en el grado que sería normal, a los problemas morales y políticos que se nutren de la filosofía; pierden el tiempo en discusiones vanas, inventándose argumentos paradójicos que no sirven para nada.  (Vol. 3, 518-19).




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