jueves, 6 de junio de 2019

Por la igualdad legal de los españoles

Estos días han salido quejas por la desigualdad de dificultades que ofrecen los exámenes de Selectividad en las distintas comunidades. ¿Pues qué se pensaban que aportaba la transferencia de las competencias de Educación a cada comunidad autónoma? ¿Igualdad, acaso?



A los españoles no les acaba de quedar claro, cuando se quejan de leyes desiguales y de normativas disparatadas que se multiplican por diecisiete aquí y allá, que si haces diecisiete parlamentos es para que hagan diecisiete sistemas legales. Que las autonomías están hechas para producir, deliberadamente, la DESIGUALDAD entre los distintos territorios.

El españolito (que ni siquiera se considera muy españolito, prefiere pensar que es catalanito, o vasquito, o galleguito, o canarito, o asturianito) se cabrea sin embargo cuando ve que tiene que pagar más impuestos de sucesión que en la comunidad de al lado, o que no le atienden con su tarjeta sanitaria si va a la capital más cercana. Le queda el consuelo de que se ha hecho sus leyes, en su terruño. Y que tiene su parlamento, y su Presidente, y su Govern, y sus Consellers, con su Bandera, todo por diecisiete. 

Y encima puede quejarse de que el sistema está mal pensado y que no sé que hacemos, que qué raro y qué mal que los españoles no tenemos leyes iguales ni derechos iguales ni impuestos iguales. Y que encima algunos se lo llevan crudo, porque tienen Fueros o Conciertos o Manguerazos de Dinero del FLA que no les llegan a los otros. 

De todos los partidos del Arco Parlamentario, sólo hay uno, Vox, que percibe esto como un problema y tiene en su programa la igualdad de leyes y derechos de todos los españoles. Los demás, no. Ninguno. Son todos autonomistas, cuando no federalistas o independentistas.

El desajuste y avería del sistema se llama el Estado de las Autonomías, y produce muchos más problemas de los que soluciona. De los gastos y chiringuitos para políticos que produce, ya mejor ni entramos a hablar. No es sorprendente que tan pocos de ellos se opongan al estado de las autonomías, y el horror pánico que les produce quien propone acabar con este estado de cosas.







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