España no pide perdón

 
Ofensa intolerable a México y al pueblo mexicano, también—por lo menos al sector que tiene dos dedos de frente.

En efecto, el majadero éste  (al que han llevado al poder millones de majaderos, como los podemitas que aquí le bailan el agua) quiere pujar más en la dinámica de victimismo hipócrita que tanto abunda en Hispanoamérica: el discurso nativista que ignora la realidad de la historia, y que pretende que las actuales naciones americanas no deben nada a la tradición española. Cuando en realidad son el producto de la rebelión de élites criollas locales contra la corona española... pero no vamos a recontar aquí la historia. 

España no tiene que pedir perdón por la creación de México (sentando las bases de la actual nación), cuánto menos por derrotar al imperio azteca liderando una alianza con los pueblos que tenían sojuzgados, y a los que, literalmente, se comían.

El imbécil éste (y manipulador) que preside México ignora sus raíces con la hipocresía más infumable.  Pero hace el ridículo al caer de tripada no sólo en la leyenda negra, sino a la vez en la leyenda contraria, la hipótesis delirante de que Cortés y sus escasas huestes eran Supermanes con jubón, puesto que ellos solos se cargaron un enorme imperio derrotando a ejércitos numerosísimos de incompetentes nativos. Hay que ser falso, e ignorante, y sectario, y botarate.

La Dieta de Tascala

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