domingo, 27 de enero de 2019

Retropost (27 de enero de 2009): Todo imagen




Hoy nos obsequian en el diario zapatista Público con una foto del famoso miliciano de Robert Capa de la Magnum, y nos amenazan para mañana con una del Che. No la del superguapo tío bueno Jesucristo, sino otra que está igual de buenazo pero fumándose un puro, que aunque haga capitalista no te cohíbas, Ernesto: también hace cubano, y machote, y Felipe, y sienta autoridad. Todo imagen—lo que no habrá hecho por las miserias del régimen castrista la famosa foto de la boina; sólo la de Raúl Castro como un alzheimer agitando una minibanderita cubana comenzó a minar el tema éste. Esa no creo que la veamos en la colección de Público. Ni las fotos trucadas de Stalin. En cambio la del comandante Modesto mirando desde la trinchera en la guerra civil sí que la veremos: que ese también era de izquierdas y bello, un "beautiful loser", que es lo guay. 

No sé si todas las fotos de las "grandes fotos del siglo XX" de Público irán en esta línea, pero bueno, para muestra un botón. Tampoco sé si les habrán dicho que en Libertad Digital le dedicaron a esta foto del miliciano de Capa todo un programa de una hora, del cual se deducía con bastante plausibilidad que era un montaje, o mejor dicho un posado. Que la foto es una foto, de acuerdo, y que el miliciano sea un miliciano, pues parece que sí—pero también era muy posiblemente una escenificación, no "la mort en direct" que es lo que ha hecho a la foto ser lo que es. O sea, en lugar de un vívido momento vidido, un fraude—todo imagen, pero la imagen es lo que cuenta, y aunque la denuncies sigue yendo a misa, y todos tan contentos.

A los argumentos bastante plausibles de la tertulia de Libertad Digital les añadiré que la ropa del miliciano está sospechosamente limpia, los pantalones sin la menor huella de haberse posado jamás en el suelo, y la camisa impoluta recién salida de la colada. ¿Que podían ir de la lavandería al frente? Pues sí, podían. Pero en fín, qué quieren que les diga.

Otra cosa curiosa de esta foto es que va avanzando el miliciano hacia la derecha, no como lo he puesto yo; eso está bien pensado, la foto no sería lo mismo si muriese al revés, avanzando hacia la izquierda, sería mucho más desagradable, pierde valor icónico. ¿Por qué? Quizá por el sentido en que avanza el sol, así se mueve el miliciano en el sentido del sol, y no al revés, movimiento un tanto contra natura. Y eso que, mirando un mapa de España, los milicianos habrían de avanzar más bien de la derecha del mapa hacia la izquierda... aunque por supuesto se le puede dar la vuelta al mapa, aunque sea contraintuitivo, y por supuesto también que milicianos avanzarían en todas direcciones; éste en concreto, su avance real o falso parece que es hacia el sol, quizá hacia el sur; y Capa se sitúa entre él y el enemigo prácticamente—un aguerrido fotógrafo ciertamente, si tal hay. Sea la foto real o falsa, de esa posición del fotógrafo extrae parte de su potencia—el fotógrafo está "donde no debería haber fotógrafo".  (A la pobre novia de Capa, que seguía con él a las tropas de la República, también buscando estar "más cerca" ella, la aplastó un tanque... pero no uno franquista, sino uno republicano huyendo. So it goes).

Y qué más nos cuentan en Público—pues cosas de su línea y de su cuerda. Entrevista con el anestesista Montes, otro icono progre (váyase a saber por qué), a quien Zapatero daba grandes abrazos. La trama del PP en Madrid... Obama deshaciendo entuertos de Bush.... y mucho Zapatero, que ayer salía en la tele; en Público ponen en titular de tinta clara poco visible "Reproches al presidente en vivo y en directo", en tinta rojorosafucsia enorme "ZAPATERO" y en negro grande y decidido: "aguanta el chaparrón de la crisis y el paro" —¡Torero, Zapatero! Y qué artistas de la tipografía, sus amigos de Público. Como Zapatero, saben que todo es imagen. El presidente miente en el programa de las preguntas a veces de forma indignante y descarada, pero sale airoso: por cada uno que se indigne, tres saldrán con la impresión de que ha respondido bien. Y las preguntas duras y comprometidas de la primera parte del programa van cediendo a un tono más positivo, y al final a un mítin esperanzado. Así el programa crea una línea narrativa ascendente hacia el optimismo (recomendado por Zapatero) y repite a gran escala la microestructura que lo organiza a pequeña escala: pregunta con problema de un ciudadano seguida de respuesta de Zapatero, con soluciones imaginarias a problemas reales. Para eso está la tele, para dar imagen. Que haya sustancia o no detrás, bah, mientras, vamos tirando, haciendo caja, y que nos quiten lo bailao.  Zapatero contratará a la del síndrome de Down que le hizo la pregunta y que tanto emocionó al Pueblo Espontáneo, y se hará una sesión de fotos con ella, y a correr, misión cumplida, y el problema de España solucionado.

También incluyen en Publico la opinión de expertos sobre el debate de ayer, mayormente desfavorable sobre la actuación del presidente, pero psá, lo que dice el titular es que aguanta el chaparrón, y eso es de hombres. Y en cuanto al miliciano, en Libertad Digital que canten misa, que la foto del miliciano ya la tienen para pincharla en la pared en cientos de miles de bares y casas, y ahí sí que se está muriendo de verdad; que ya sabía Capa, como Aristóteles, que más vale una ficción convincente que una realidad que no guste ni convenza. La verdad de verdad pues ya la averiguará quien quiera, y si no, mejor, se quedará con "su verdad", que será más práctica y más molona; que ya se sabe que "beauty is only skin-deep". Sobre todo la del Che.











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