martes, 22 de enero de 2019

Retropost (22 de enero de 2009): Evolución de la evolución



He estado en casi toda una conferencia sobre la teoría de la evolución, por lo del bicentenario de Darwin, en este ciclo cultural de la Facultad de Ciencias.  No la impartía un biólogo sino un físico, supongo que por lo de la proyección social, y ha defendido lo del derecho de todos a hablar de todo.... cosa con la que estoy de acuerdo menos cuando algún no entendido, o algún entendido, habla "de lo mío" con serias lagunas... entonces me sulfuro como todos.


El conferenciante era D. José Adolfo de Azcárraga, catedrático del Departamento de Física Teórica de la Universidad de Valencia y miembro del IFIC (CSIC-UVEG). (Aquí una entrevista). Nos lo presentan como "interesado siempre por la comunicación de la Ciencia a la sociedad, divulgando y publicando números artículos en prensa, revistas y libros, entre el que cabe destacar En torno a Albert Einstein, su ciencia y su tiempo. Gran partidario de la racionalidad científica, se define como un defensor de la unicidad de la cultura (científica y humanística) y de la ayuda que la ciencia proporciona para comprender mejor el mundo que nos rodea y a nosotros mismos. (Muy en la línea de Tercera Cultura, por lo que veo).


La conferencia ha sido panorámica, un modelo de claridad expositiva, mostrando los aspectos básicos de la teoría de la evolución y algunas anécdotas famosas sobre la vida y personalidad de Darwin—cómo Fitzroy, el capitán del Beagle, le introdujo a la lectura de Lyell, ese otro eminente gradualista, durante un histórico viaje alrededor del mundo. Cómo le influyó Malthus, y cómo Darwin rechazó la dedicatoria de la edición inglesa de El Capital de su admirador Marx. (Que, por cierto, aborrecía a Malthus....). Cómo coincidió en el desarrollo de la teoría de la selección natural con Wallace... y cómo ninguno de los dos fue a la reunión en la que se presentaron sus teorías. Cómo su modelo evolutivo no se basa en la teleología, como aún hace el de Lamarck, sino en la acumulación gradual y selección de rasgos beneficiosos que acaban construyendo hasta las formas más complejas—y así se separó Darwin de la teoría del diseño inteligente de Paley, que era la que había recibido de su formación, para dar una explicación radicalmente nueva de la relación entre las especies y del proceso de su formación.


Y, en suma, muestra el conferenciante cómo Darwin, partiendo de algunas nociones malthusianas y de sus observaciones en el viaje del Beagle, creó para la biología un principio comparable a la Tabla de los Elementos—cómo no es concebible la ciencia biológica sin la teoría de la evolución.  Y sin algunas sucesivas aportaciones, como la genética de Mendel primero, que Darwin no llegó a conocer, pero que llevaría a la Nueva Síntesis; y luego la genética molecular en la segunda mitad del siglo XX. Estos desarrollos dejan atrás el terreno de las analogías y especulaciones para crear los árboles de descendencia y parentesco genético; y la genética molecular en concreto, al decir de Dawkins, es una especie de revolución digital en la biología, por el parecido entre los códigos genéticos y los programas informáticos.


Bien, todo muy bien y nada que objetar. Menos un par de cosas. Critica en un momento dado el conferenciante a los "revisionistas" de las teorías de Darwin. Bueno, no a todos, porque desde la Nueva Síntesis a los Crick y Watson todos son revisionistas a su modo—sino muy particularmente a Stephen Jay Gould.  De cuyas teorías me temo que no está muy al tanto, porque si no no podría cometer la pasmante injusticia de decir que "no es en realidad un científico; más que un científico es un divulgador". Ay que me dá.... ¡Gould un divulgador! Bueno, sí que lo es, y es más, un defensor de la divulgación, pero no es únicamente un divulgador....


Me temo que no va con el conferenciante la teoría del equilibrio puntuado (teoría que sostiene que en general las especies no evolucionan, sino que, como los individuos paren individuos y mueren, se limitan las especies a parir otras especies, y a desaparecer). O que la "evolución de las especies" es precisamente eso...  Bueno, le doy a esta teoría una formulación provocativa, lo admito, para que se vea que Gould sí que añade importantes matizaciones a Darwin. Es más bien un catastrofista, frente al gradualista Darwin, o más bien dice que a la enorme importancia del gradualismo hay que sumarle el impacto de la catástrofe—tanto a la hora de crear una especie como a la hora de extinguirla. Porque la creación y extinción de especies son explicadas por la teoría de Gould de una manera más global, más panorámica, más inclusiva que por la teoría de Darwin.


Darwin atendía únicamente al ingrediente "lento" y tendía a olvidarse de la importancia de las catástrofes y accidentes a la hora de aislar poblaciones. Es en esas pequeñas poblaciones donde la evolución se acelera, no en la acumulación de cambios diversos en una población numerosa con gran intercambio genético, pues allí las variaciones tenderían a reabsorberse o a volverse irrelevantes, por mucho Mendel que le echemos, y ya es añadirle ingredientes a Darwin.... Hay que resaltar por otra parte que pocos admiradores de Darwin ha habido más fervorosos, y entusiastas—y críticos de su obra pero con talento—que Stephen Jay Gould.


Azcárraga sí que cree en las catástrofes—en la que extinguió los dinosaurios, y en la Sexta Extinción que se nos viene encima y que da casi por hecha—pero sin embargo no tiene (con la venia) una noción clara de cómo funciona el catastrofismo "continuado" que podríamos decir; y por eso no entiende la importancia de la aportación de Gould. Así, por ejemplo, introduce un curioso concepto para decirnos que bien, los humanos puede que con la caza hagamos que los elefantes se extingan, pero nos dice que eso sería irrelevante desde el punto de vista de la teoría de la evolución, que no tiene nada que ver, porque sería una extinción "no darwiniana". Como digo, el concepto de extinción "no darwiniana" no tiene sentido ni dentro ni fuera de Darwin. Lo que sí tiene sentido es una teoría más global que sí entienda estos fenómenos como algo típico y parte de la teoría—una catástrofe cotidiana, por así decirlo.  


También la teoría de la Evolución evoluciona de las dos maneras—por acumulación progresiva, y por catástrofe súbita. Admito que Gould ha sido una catástrofe, en el buen sentido de la palabra, para Darwin y para la teoría de la evolución.

Y como salían los niños del cole, he tenido que salir yo corriendo de la sala de conferencias. Así terminan las cosas a veces, de repente.



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PS: un comentario al artículo de Steven Pinker "My genome, myself""Mi genoma, mi yo" en Tercera Cultura:

Bueno, menos mal que opta Pinker por evitar los reduccionismos simplistas, aun dentro de la moda actual de sobreestimar al genoma. Que también lo sobreestima…

Porque no sé a qué tanto preguntarse cuál es la fuente de la individualidad aparte del genoma, si la respuesta es clara: la vida y la historia de cada cual. Lo que somos, menos nuestra vida, es nuestro genoma. Pero ya no somos nosotros. Así que relativicemos la enseñanza de esta nueva matemática del yo. Dice Pinker que la probabilidad de un acontecimiento único es una noción absurda según algunos matemáticos - pues bien, todos los acontecimientos son únicos, no digo ya la personalidad e historia única de cada cual. Matemáticas claro que sí, por favor, pero llegan a donde llegan.

Y otro síntoma de la obsesión genética de Pinker (es en lo que está ahora): dice que “la evolución selecciona entre los genes, no entre las sociedades”. Pues mire, no. Selecciona tanto genes como sociedades (o especies). Y a veces selecciona genes por el procedimiento de seleccionar sociedades, o especies. Por el método de la catástrofe.





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