miércoles, 8 de agosto de 2018

Moreno Cabrera, imperiófobo


Juan Carlos Moreno Cabrera, catedrático de la Autónoma de Madrid, es quizá el más apreciado lingüista español hoy en día. Lo es en parte gracias a sus conocimientos, pero sobre todo quizá gracias a sus propuestas de humillar el español, lengua imperial y mundial, frente a las lenguas nativas y las lenguas periféricas españolas, a las que considera igual de útiles o importantes que el español. Para los lingüistas como Moreno Cabrera, que hacen gala de una ecuanimidad buenista, el dicho "todas las lenguas son iguales" es una especie de lema o credo. Es éste un ejemplo acabado de la ideología autonomista-nacionalista de hoy, contra el centralismo, "catolicismo" e internacionalismo que simboliza y encarna el español. Al que Moreno Cabrera por supuesto llamará castellano—es la piedra de toque ésta, la reducción del español a "castellano". Dos términos que eran sinónimos hasta que dejaron de serlo para convertirse en distintivos de polarización política.

Esta ideología desdeñosa de lo español y del español, y sumisa y aduladora con los nacionalismos e indigenismos, es un caso acabado de lo que Mª Elvira Roca Barea llama imperiofobia, traducida hoy en día en hispanofobia. Una actitud que también se ve criticada en las obras des Jesús Laínz, Pedro Insua, Iván Vélez y otras personas asociadas a la escuela de filosofía de Oviedo de Gustavo Bueno.

Fue Bueno el filósofo que más potentemente ha integrado la significación del imperialismo globalista y su imbricación con el concepto de lo español, y del español por tanto—una fuerza que pone en su sitio de segunda fila a los papanatismos localistas.  Que hoy gozan de tanto predicamento. Moreno Cabrera seguro que es un lingüista muy apreciado en toda el ala de sincretismos disolventes de España que hoy ha aupado a Pedro Sánchez a su podio inestable—desde los Bildus hasta los Torras, PNVs, PSOEs y Podemismos y Marejadas varias.  Todos antiimperialistas— y antifascistas, que la duda ofende.










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