miércoles, 2 de mayo de 2018

Retropost (2 de mayo de 2008): Iron Man



Película totalmente prescindible de la factoría Marvel, que esta vez no va de estudiantillos arañados por el amor, sino que nos lleva directos al corazón hueco del Establishment. Tony Stark playboy/millonario, rey de la industria armamentística, que "se vuelve bueno" (a la vez que se vuelve Iron Man) y tiene que luchar a la vez contra malvados afganos guiados por un calvorota cruel que quiere reconstruir el imperio de Gengis Khan, y contra el trepa de su segundo de a bordo en la multinacional, que quiere seguir vendiendo armas a todo quisque. Observemos que lo criticable era que las armas iban a parar a los enemigos de Améirica. (Aquí hay una confusa alusión a los antecedentes usanianos de subvencionar a Bin Laden y a los muyahidines—y eso que el Islam brilla por su ausencia en esta película, sólo quedan de él las cuevas y montañas y kalashnikovs). Vamos, una peli mala mala de esas de soltar adrenalina matando moros malos, y luego un aburrido combate contra el segundo de a bordo, otro calvorota que ha conseguido hacerse en un pispás una armadura más gorda aún que la de Aianmeen. Todo como que no convence mucho: ni su amistad picajosa con el militar negro, ni sus soledades y desamparos repentinos, ni su timidez vergonzante (un pipiolo de repente) con su secretaria Pepa Paltrow, a la que por supuesto tiene en el bote, pero se corta, se corta... un mal rollo más falso que falso, vamos; la película como que hace gestos falsos de criticar el imperialismo agresivo USA para luego dejarlo intacto o más reforzado. Iron Man es como la derecha americana regenerada por el sufrimiento ahora que ve los efectos destructivos de su apoyo a las guerrillas tercermundistas, y más decidida que nunca con Bush a mantener un control propio sobre la supertecnología de la información y las armas inteligentes, restringiendo la capacidad de las empresas para comercializar estas tecnologías. Pero el enemigo está en el corazón del propio sistema, y de hecho el sistema no tiene corazón sino tecnología determinista, y que como hemos visto se difunde (por necesidades del argumento) más rápido que un meme.

Hay que reconocer que la peli tiene sus golpes, como cuando se sube Stark a su convoy militar en Afganistan y manda al negro al coche de atrás: "No, YO voy en el diverti-jeep; el aburri-jeep es el de atrás". Hombre, como políticamente incorrecto, ya se pueden quedar anchos, ya: les sale solo a poco que suelten.


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