sábado, 20 de enero de 2018

Me voy de Facebook

Me voy airado por la política intrusiva de la empresa, que me suspende la cuenta por hacer un uso "inusual" de Facebook. Por lo que se ve no hay que ser "inusual", no hay margen para ello. Me niego a dar más contenidos, y datos, y atención, a una compañía que coarta la libertad de expresión, y me iré a donde el proveedor de servicios no meta las narices en lo que escribo ni se arrogue el derecho a reconvenirme o censurarme. 

Me voy de Facebook.

Quedará abierto mi perfil allí, como si fuese el de un difunto (algún día lo será). Quizá ponga un día este post como despedida y explicación a visitantes.

También quedarán abiertas y suspendidas en su actividad estas dos páginas que llevaba:

Narratología evolucionista

y

El gran teatro del mundo 

—y se quedarán paradas otras páginas donde yo era o el administrador o el mayor contribuidor, como Evolutionary Narratology, el Facebook de la Facultad de Filosofía y Letras, o el grupo de la Universidad de Zaragoza.

No se perderá mucho, visto lo visto: estos grupos y páginas no han interesado a nadie, o sea que resultará que aún rentabilizaremos esfuerzos. Tampoco he conseguido que mis amistades se comunicasen conmigo por Facebook—o bien no se lo han abierto, o lo han abandonado, o se dedican ahí a piñón fijo cada cual a Su Tema Monográfico. Así que no se pierde gran cosa—tras diez años de experiencia, se puede saldar como una pérdida de tiempo o un fracaso.

Por cierto, me voy porque me han suspendido la cuenta, primero una semana, y ahora (reincidiendo), un mes. La siguiente suspensión será de un año, supongo, así que mejor lo dejamos a tiempo. Por otra parte tampoco alegan razones: la primera vez fue por poner fotos (artísticas por supuesto) de mujeres desnudas, un tema que pone muy nervioso a Zuckerberg, tiene el pobre ciertas obsesiones. Esta segunda vez no se me dan razones ni se responde a preguntas: sólo me han dicho que he hecho un uso "inusual" de Facebook. Por lo que se ve no hay que ser "inusual", no hay margen para ello. Pues con su pan se lo coman, van a tener muchos facebooks de gatitos y de memes.  Ni el maltrato a los usuarios ni la imposición arbitraria de censura tienen nada que ver con los supuestos ideales programáticos de Facebook—pero no me digas lo que dices, dime lo que haces.

En mi último mensaje, después de que me invitaran a publicar y luego me recordasen (todo los robots) que sigo estando suspendido, les he enviado esta despedida:

Facebook te puede suspender la cuenta (me lo ha hecho a mí) arbitrariamente y sin dar explicaciones ni responder a preguntas. No es un medio de comunicación o herramienta de comunicación, es el blog particular del señor Zuckerberg. Pues que se lo escriba él.


zuckerberg2


Algunos dirán que no me voy, sino que me echan. Podría entenderse así, también. Tengo cierta tradición de que me echen de grupos de Facebook, como los dos grupos mayoritarios de filólogos, de donde me expulsaron los administradores por no mostrar suficiente respeto a lenguas minoritarias como el panocho o el esperanto, y usar el ofensivo instrumento de la ironía.

Con respecto a mi suspensión de Facebook, tengo una conjetura.  A Pío Moa lo expulsaron de Facebook por poner opiniones inconvenientes o contrarias a las de Zuckerberg (y viva la tolerancia). O quizá porque una horda suficiente de gente lo denunció como desagradable. A mí me suspenden sin explicaciones, que en boca cerrada no entran moscas. Pues aventuro aquí la explicación de que me han suspendido no por las señoras desnudas (que no volvieron a aparecer en Facebook) sino por enlazar contenidos del susodicho Pío Moa y de otras personas que disienten de Zuckerberg, quien juega a ser Gran Hermano dentro de sus posibilidades.

Lo que es hoy, conmigo, sus posibilidades se acaban.  Adiós muy buenas. Les recomiendo también a Vds. que dejen de usar Facebook, que se abran un blog o un Twitter, y que para entretenerse de momento vean La red social, de David Fincher.








—oOo—

____


PS, 22 de enero: Hoy anuncia Santiago Abascal que Facebook ha suspendido la página de Vox. Por lo que se ve, sigue su curso la expulsión de quienes no participan de la agenda globalista - LGTB de la empresa.


Re.PS, 23 de enero: Anuncia Facebook cambios para impedir la instrumentalización política de su plataforma. Cito del artículo de aparecido en El País, "Facebook admite que las redes sociales pueden dañar la democracia":
 
Después de que su fundador Mark Zuckerberg se comprometiese a hacer cambios, los de Menlo Pak han ido este lunes un paso más allá. A través de un mensaje en su zona para medios, Samidh Chakrabarti, la responsable de producto de colaboración cívica, ha reconocido que que la red social puede dañar la democracia.
“Facebook se creó para conectar con amigos y familiares. Y lo ha hecho muy bien. Pero una cantidad sin precedentes de gente también lo ha usado para poner sus energías políticas en ello. Ha tenido una repercusión social que nunca imaginamos”, ha asegurado Chakrabarti. Este comentario aparece después de reiteradas críticas por el papel de Facebook en las pasadas elecciones en Estados Unidos, la difusión de propaganda y desinformación alentada por perfiles falsos de origen ruso.
El directivo lamenta haber reaccionado tarde: “En 2016, en Facebook, tardamos mucho en percatarnos de que algunos actores nocivos estaban abusando de la plataforma. Ahora estamos trabajando a fondo para neutralizar estos riesgos”. Esta actitud supone un giro respecto a su postura inicial en la que negaban la situación. Ahora incluso llegan a arrepentirse: “Hice mal al minimizarlo. Lo admito. Es un tema muy importante como para hacerlo de menos”.
Katie Harbath, jefa de políticas globales, se ha manifestado en la misma línea: “Ahora estamos más dispuestos que nunca a combatir las influencias negativas y asegurar que nuestra plataforma es una fuente de bienestar democrático".

La verdad, no pienso quedarme a comprobar si soy yo un "actor nocivo que abusa de la plataforma" o una "influencia negativa" sobre el bienestar democrático. Que lo solventen ellos, solos. Más preocupante me parecería, lo reconozco, para el "bienestar democrático" que una operadora telefónica se negase a dar línea a "plastas como usted", o que un proveedor de móviles dijera "aquí no vendemos teléfonos a fachas". O a rojos, o a azules, que tanto me está dando últimamente.





 
—oOo—

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se aceptan opiniones alternativas, e incluso coincidentes: