miércoles, 30 de noviembre de 2016

ESPAÑA PAGAFANTAS: Daniel Gascón, con Trueba y 'contra los patriotas'

Volvemos una vez más al cansino "caso Trueba". En defensa de Fernando Trueba, Daniel Gascón saca un artículo "contra los patriotas". Con argumentación muy cercana a la de Trueba, criticando a nacionalistas, siendo espíritu libre en sus gustos y sin fronteras, etc. Argumentación toda irrelevante, porque ignora la cuestión central.

A saber, que Trueba se declaró—por hacer la gracieta o no, pero se declaró—enemigo de España, no sólo "no español" (otro punto donde no actúa en consecuencia, pues bien se cuida de hacerse apátrida). Dejó claro Trueba, en la medida en que tenga sentido algo de lo que dice, que en una guerra contra España, él siempre se pondría de lado del enemigo. De cualquier enemigo, se entiende. Y que su prioridad número uno es definirse no sólo como no español, sino como antiespañol, en el momento más crucial en el que podía dejar clara su postura.

Trueba quería dejar claro, en un público mezclado de cineastas progres, ministros apocados del PP y vascos muy vascos sin duda, que España existe sólo para despreciarla, burlarse de ella, hacer pim pam púm público con el país como si fuese un mono de goma, y por favor pásenme el cheque que no me proteste nadie. Que de antiespañolismo es de buen tono hacer gala en público, y facha quien haga objeciones.

Y que a ver si esos fachas dan más subvenciones al cine español, por español. Ya me están sacando la cartera.

La dimensión de esta grosería, la contradicción abismal, la fatuidad monumental de esta postura evidentemente no se le alcanza ni de lejos a Trueba. Ni a Gascón.  Para Trueba o Gascón, España es de derechas, sin duda. Ni saben dónde pisan, ni por supuesto tienen la menor noción de qué es patriotismo—de eso ya partimos.

En este pequeño torbellino de escándalo se ventila una cosa relevante: saber si el país en el que vivimos existe sólo para destruirlo y vejarlo... O NO. Si merece algo más, y es algo más, que un mono de feria o un pagafantas.

En cuanto a mí, le envié mi protesta a nuestra universidad por destinar más euros públicos a Trueba después de la ofensa pública hecha a todos, incluido a sí mismo—porque quien pronuncia en público la grosera melonada de Trueba, no sólo ha perdido el criterio, sino que se ha rebajado hasta algunos de los bajos fondos morales más mezquinos a los que se puede descender, y con ello se envilece. Aunque casi más delito tiene la Universidad de Zaragoza, si cabe, que el miserable Trueba—y que el patético y envilecido ministro del PP que no fue capaz ni siquiera de desautorizar al cineasta tras sus palabras, por no decir darle un bofetón ceremonial en público en lugar del premio.

Repito: quien pronuncia en público la grosera melonada de Trueba, no sólo ha perdido el criterio, sino que lo ha envilecido, y pretende envilecer el nuestro. Y quien le ríe la gracia, o sale en su defensa, no le anda muy a la zaga. Esperemos que este país y la causa de la libertad tengan algún día portavoces de más valía que los farsantes e impostores que actualmente los representan, dando y recibiendo premios.


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