lunes, 18 de julio de 2016

Retropost fuera de serie – 80 años del 17 de julio



Hace la mitad de nada, la vida es un soplo, celebrábamos ("celebrábamos" por así decirlo) el setenta aniversario del comienzo de la guerra civil. Hoy celebramos ya ochenta años del dieciocho de julio, o mejor del diecisiete—porque fue el diecisiete cuando se rebeló el ejército de África. Y fue entonces cuando el Rajoy de la época, Casares Quiroga, dijo su frase para la historia—cuando le informaron alarmados "Señor Presidente, ¡se ha levantado el ejército!" les dijo, "¿Que se ha levantado? Pues yo me voy a dormir".

Y así, y de otras maneras, le fue al país.
falange
No voy a escribir sobre la guerra civil, que ya la tenemos hasta en la sopa. Incluso el país hoy, si no parece que esté para una guerra civil, por suerte, tampoco está como una piña precisamente, y parece disgregarse en una anomia de corrupción moral y política, incapaz incluso de elegir un gobierno, de expulsar a los políticos corruptos, o de parar a los secesionistas que dicen que están creando otros estados alternativos que funcionen mejor, o peor. Un camino que no lleva a ningún buen sitio, en todo caso a un sálvese quien pueda, que la ley está para el imbécil que se la cree o que no la puede sortear.

Que no voy a escribir más de política, ni de guerra civil. Se me han pasado, no sé por qué, las ganas de expresarme, visto quizá que mis diez mil artículos o propuestas de conversación no han atraído a ningún comentarista ni han iniciado ningún diálogo. Puede que sea una razón—otros se habrían desanimado a los 500 artículos caídos en resonante silencio. El caso es que, conforme la vida también se estanca y entra en jaque mate, o en "ahogado" que era otra cosa que pasaba a veces en el ajedrez ("de negras noches y de blancos días"), ya el pasado ocupa más lugar que el futuro, y desde luego más que el delgado presente. Ya he dicho, creo, todo lo que tenía que decir, o casi todo, y he pensado casi todo lo que me daba la cabeza para pensar. Ahora sólo cuelgo retroposts, hasta que el tiempo se alcance a sí mismo, y demos esto por concluido.

Pero en fin, también escribí alguna cosa sobre la guerra civil, no como autoridad o participante, sino como observador. Observador de los observadores, quizá. Este es mi blog sobre la República y (más largo) sobre la Guerra Civil, esas dos falsas gemelas vestidas como actrices de los años 30: la guapa tonta, y la fea malvada.

De las cuales no acabamos de distanciarnos, con el tiempo, más que de nosotros mismos.






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