Vía Arcadi Espada, un memorable artículo de Julio Camba sobre la República.
Se lo recomienda Arcadi al Adolescente. Buena medicina para contrarrestar el famoso manifiesto "memoria del futuro" y desmemoria del pasado, ese que han firmado muchos intelectuales y artistas en favor del recuerdo de la República: Con orgullo, con modestia y con gratitud. No negaré que dice algunas cosas ciertas, ese manifiesto, y aún más cosas que desearíamos fuesen ciertas. Pero dice también algunas muy falsas, por ejemplo que "El 14 de abril de 1931, España tuvo una oportunidad, y los españoles la aprovecharon". Esto no es así. Los españoles, by and large, la despilfarraron y desaprovecharon, y es la primera lección que debería recordar cualquiera que se ponga a recordar la República – la República y su alter ego siniestro, la guerra civil. Setenta y cinco años de la República, setenta de la guerra. Dos cifras a cual más redonda, para no olvidar ninguna de las dos. Por eso no firmé el manifiesto, a pesar de que llame a la nostalgia de lo que "pudo haber sido". No entonces, desde luego, como bien se vio.
Otro desengañado a quien convendría leer para evitar entusiasmos adolescentes es el anciano Pío Baroja, en su recién publicada novela Miserias de la guerra. Allí dice sobre el manifiesto y el Adolescente, o sus equivalentes de los años treinta:
"Hay que ser muy torpe de cabeza para pensar que se puede
hacer una modificación profunda de la sociedad, y convertir en poco
espacio de tiempo la vida de todo el mundo en un paraíso. Es la misma
utopía de los religionarios antiguos, el mismo anhelo y la misma fe en
las palabras" (47).
A truth that’s told with bad intent
Beats all the lies you can invent.
Beats all the lies you can invent.
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