Pues aquí estoy al borde del tajo de Ronda, exactamente en la esquina superior derecha de la imagen está la habitación del blogueo, aunque no se distinga bien.
La ciudad, que la hay a ambos lados del puente, es preciosa. Callejeando ya me he comprado una Historia de Ronda desde los tiempos del Diluvio Universal, y la última de Pío Baroja, Miserias de la Guerra. También me acompaña Daniel Deronda. De música de fondo, se oye sobre el Tajo la Habanera de Carmen, y jotas de concierto.
Y, cómo no, esto está lleno de americanos que le siguen la pista a su icono por los cuatro rincones del mundo. La importancia de llamarse Hemingway. Bells and bulls and balls, que diría Nabokov. ¿Cosas de libros? Prends garde à toi.
Bueno, pues me voy a asomar un poco más al tajo...
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