Ya
les han dado a los nenes las notas de fin de curso; las de Álvaro
mediocrillas dentro de lo bueno, las de Ivo mejor, y ya se encarga él
de echarle sal en la herida a su hermano mayor. En cuanto a Oscar, que
no le dan aún notas, compensa el asunto con fantasía:
-
Pues a mí el papel de las notas me lo he dejado en el cole, pero tenía
un Mal, y dos Bienes, y tres Dieces, y cinco Sobresalientes. ¿Me
comprarás un osito amoroso?
Pibo no tolera mentiras tan descaradas:
-
Oscar, mira, te crece la nariz. Prrrr. Y llega hasta ese coche. Rompe
la casa. Sigue a lo lejos. Prrr. Da la vuelta al Planeta Tierra. Y te
pega en la cabeza por detrás. Toc. Te atraviesa la cabeza. Sigue dando
vueltas al Planeta Tierra.
Es
que Pibocho las mentiras las caza enseguida, es un experto. Otra
fantasía de Otas hoy: nos empezaba a contar un cuento a la hora de
cenar:
"Había una vez una chistera, que era una chistera mágica. Y entonces, puntos suspensivos . . . "
A ver si duermen bien, después de ver Alien y sus puntos suspensivos . . . ("Alien . . . o algo", como le gusta decir a Álvaro).
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