lunes, 4 de abril de 2016

Retropost #811 (13 de marzo de 2006): Asesinatos de profesores universitarios en Iraq



Me llega a través de una circular esta noticia, y la información de esta página web del Tribunal de Bruselas, en la cual puede leerse más sobre los numerosos asesinatos de profesores universitarios y otros intelectuales en Iraq. Aunque en muchos casos no se sabe quién realiza los asesinatos, y en otros sin duda se deben a grupos de fanáticos o a venganzas, es significativo que muchas veces estos asesinatos se realizan ante la indiferencia de las fuerzas de ocupación, cuando no son ellas mimas quienes los perpetran. A ello se suman las numerosas desapariciones, palizas, secuestros y amedrentamientos que están llevando a muchos profesores a huir del país o de sus puestos de trabajo. Las universidades se saquean, y las autoridades de ocupación no invierten, por supuesto, en educación. Los crímenes no se investigan, muchas veces alegando que las víctimas habían sido miembros del partido Baas. Noam Chomsky encabeza la lista de firmantes contra estos hechos; también se encuentran entre ellos Harold Pinter o J. M. Coetzee.

Sea o no una campaña orquestada sistemáticamente contra los intelectuales, en especial contra los que protestan públicamente contra la ocupación por fuerzas extranjeras, el hecho es que la fuga de cerebros está dañando gravemente a la sociedad iraquí, y la destrucción de la clase media educada parece abocar al país a más dosis de extremismo y de sectarismo. Son muchísimas también las intelectuales y académicas iraquíes que han sido expulsadas de su puesto o han tenido que huir por amenazas terroristas, dañándose así un polo de influencia importantísimo para la promoción social de las mujeres en el mundo árabe.

Pongo la noticia por puro corporativismo; por supuesto; aunque haya cientos de víctimas entre los intelectuales, hay muchos miles de víctimas inocentes que ni son intelectuales ni han tenido posturas políticas -- o sí las han tenido, y qué.

En estas fechas de conmemoraciones no está de más recordar que la guerra de Iraq se inició como un ataque unilateral y a sangre fría liderado por los EE.UU., llevado por intereses inconfesables y apoyado en informaciones falsas, tergiversaciones y manipulaciones de la opinión a escala mundial. Seguido del terrorismo organizado, de alta tecnología y a gran escala que se despliega en un ataque de esas características. Aquí en España se subió a ese vergonzoso carro, con gran entusiasmo, nuestro antiguo presidente Aznar, y tras él todo el Partido Popular. A fecha de hoy, este partido no se ha retractado de su apoyo a la agresión norteamericana, que ha costado y sigue costando miles de vidas. Un 11-M cada cuatro días. O varias ETAs todas de vez, que eso es lo que significa emprender una guerra. Poquita autocrítica se ve por ese lado, y mucha, muchísima ley del embudo.

De esos miles de muertos seguramente sí que había muchas personas asociadas al régimen de Saddam (como los hubiera habido asociados al de Franco si hubiesen bombardeado España en los años sesenta). Y otra cosa es innegable -- serán profesores, o profesoras, o intelectuales, o paseantes, o víctimas inocentes, o lo que se quiera, pero son todos moros, ¿no?




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