sábado, 12 de marzo de 2016

Retropost #727 (27 de enero de 2006): Caché



Esta película va de un esquizofrénico paranoico peligroso que se dedica a escenificar con su personalidad B toda una historia de persecución y angustia para inquietar a su personalidad A y a la vez regresar a sus traumas y dar satisfacción a sus represiones con un asesinato brutal. El neuras éste (Georges/Auteuil) es un presentador de televisión de éxito, y le parece tan normal a sus colegas y familia (bueno, a su mujer la va alterando un poco, pero si ella supiera...). A cuenta de la guerra de Bush contra el terror, se le despiertan unos traumillas familiares que tenía reprimidos desde la época de la guerra de Argelia (casi ná) y se dedica a orquestar un elaborado montaje. Se envía a sí mismo cintas vagamente amenazadoras con dibujos que aluden a su viejo trauma, y aterroriza a su mujer con la idea de que hay un chiflado que los persigue, que quiere vengarse de ellos. En realidad quien se venga es él: localiza al objeto en el que se han centrado sus obsesiones (era un niño árabe al cual estuvieron a punto de adoptar sus padres); primero lo desprecia e intimida, con ayuda de la policía por cierto; luego lo asesina fríamente cortándole el cuello de un navajazo. Previamente se había colado en su piso para (con su tecnología superior) hacer grabaciones que aparentemente comprometían a ese árabe, Majid (ahora cincuentón). El hijo de Majid se enfrenta pasmado a la evidencia de que no logrará enfrentar a Auteuil-Jekyll con su Hyde. Quizá se conozcan este joven árabe y el asesino Auteuil, es posible el hijo de Majid sea el monitor de natación del hijo de Georges/Auteuil, pero a Auteuil le da igual, y a mí también, "todos los árabes me parecen iguales". Total que Georges/Auteuil no es descubierto por nadie, ni por la policía, ni por su esposa, ni por el espectador (excepto por mí). Es un blanco demasiado retorcido y bien agazapado en un ambiente favorable. Hay sin embargo esperanza para la nueva generación, pues el hijo de Majid sabe separar a su colegui y pupilo de natación de las neuras y crímenes de su padre, ni lo secuestra ni nada en las escaleras del instituto cuando se encuentran. Claro que estos árabes son tan retorcidos que nunca se sabe, igual ha plantado él la cámara que los está enfocando al final...
Bueno, ésta podría ser una lectura tentativa, que utiliza dos premisas problemáticas para algunos: 1) El espectador occidental está implicado en la película, con su mala conciencia a cuestas; 2) No todo lo que vemos en la pantalla se corresponde con una realidad objetiva (de hecho, nada lo hace). Esto nos deja en realidad sin base para hacer una película coherente al modo Hollywood, con un culpable auténtico y una solución; de modo que habría que poner entre paréntesis todo el párrafo anterior, naturalmente. La primera secuencia, magistral, ya nos instala de entrada en una realidad problemática, y a fuerza de intensidad y simplicidad problematiza todo lo que veremos a continuación, infectándolo con diversos grados de hipótesis o probabilidad. (Je, aún recuerdo las críticas que se le hacían a Hitchcock por "tramposo" por haber presentado una mentira en imágenes disfrazándola de hecho objetivo... A algunos les irritará Caché de la misma manera).
Dicho esto, habría que avisar contra la alegorización fácil en esta línea: "Georges/Auteuil = la carga de crímenes del hombre blanco", "Majid/Bénichou = El Tercer Mundo, el Mundo Árabe". Un pequeño problema es que la película necesita también esta alegorización fácil para funcionar. De hecho es lo que es, un problemático constructo que se tiene en el aire sostenido por distintos traumas históricos y presuposiciones que no deberían hacerse pero se hacen. Si hay algo simplista en este mensaje político, descansa precisamente sobre el simplismo de la política internacional y de las actitudes xenófobas de andar por casa. Caché es una muy buena película sobre traumas (históricos, personales, aquí en relación problemática) y la manera en que alteran la percepción de la realidad. Poco a poco el espectador se contagia de apofenia y paranoia. No sabemos de qué elementos del trasfondo, o del primer plano siquiera, nos podemos fiar, cuáles encierran una amenaza o una clave para descifrar siniestras intenciones que tal vez estamos inventando. Podríamos colocarla entre las películas donde la realidad flojea. Tanto más flojea cuanto que en esta ocasión no sabemos si la realidad, o el guión, flojea o no, ni por dónde.
Lo que desde luego no flojea es ni la dirección ni el trabajo de los actores. Que salgan tres veces a saludar, por favor.
(Caché. Escrita y dirigida por Michael Haneke. Reparto: Daniel Auteuil, Juliette Binoche, Maurice Bénichou, Annie Girardot, Nathalie Richard, Lester Makedonsky. 2005. Aparte de las principales reseñas de la Internet Movie Database he leído una discusión entre diversas interpretaciones en Leftbehinds ).







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