sábado, 31 de octubre de 2015

Que no gusto


Hace ya tiempo que nadie se muere por mis huesos, si alguna vez se ha dado el caso de tales fallecimientos, pero me refiero a otra cosa, a mi mente, "that's more myself" como decía Carew. Tampoco gusta, o al menos no gustan sus excrecencias, ya vayan sobre arqueología cognitiva, comentario político, narratología, guerra civil o semiótica teatral. No gusto ni por casualidad. 

Me refiero en concreto a mi falta total de éxito en el Facebook de la Facultad de Filosofía y Letras, cuya creación como espacio interactivo celebré en su momento. Como puede verse ahí, soy el mayor participante o aportador, con diferencia, pero nunca he obtenido el menor eco ni respuesta, y todo lo que digo, lejos de dar lugar a comentario o conversación, cae en el más atronador silencio. Y nadie le da a "me gusta" ni por equivocación—cosa que no pasa con cualquier otra cosa que cuelgue cualquier otra persona, vaya sobre arqueología cognitiva, comentario político, narratología, guerra civil o semiótica teatral. Tanto me ha llamado la atención que he puesto este comentario en el mismo Facebook:


Obsérvese una regularidad en este Facebook: Ninguna publicación mía gusta a nadie, y todas las no mías gustan a varias personas. Es para desanimarse, ciertamente. ¿Me desanimaré? Ya veré.

Aunque reconozco que tampoco es el tipo de comentario que, aunque sea cierto y certero, vaya a gustar. Todo tiene su momento, y seguramente pasará esta fase del Facebook facultativo, como tantas otras, y a otra cosa mariposa—sobre todo visto el éxito.

Lo mismo podría decirse, por cierto, de los comentarios en el blog Vanity Fea—ningún artículo (y llevo más de siete mil, o de quince mil si prefieren) recibe ningún comentario, jamás, desde hace muchos años. ¿Casualidad? Seguramente, pero me viene a la mente ese dicho según el cual incluso los paranoicos tienen enemigos, aunque no venga a cuento para nada.

Y algo parecido sucede con mi fotoblog en Flickr, uno de los mayores del barrio, con cuarenta mil fotos. Aparte de un puñado de aprecios de mi madre o de algún amigo (¡gracias!), la proporción de "me gusta" es allí también escandalosamente baja, pero baja de romper récords. Diez comentarios en cuarenta mil fotos, mientras que cualquier otro fotoblog tiene gran número de comentarios y loas por foto, es para pensárselo seriamente. Y en ello estoy, supongo, viendo que escribo esto.





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