domingo, 30 de junio de 2013
El Sin Complejos de ayer
El audio del programa Sin Complejos de ayer.
Con los delitos de Hacienda y la casa real, la vergonzosa e indignante actitud de Rajoy sobre el caso Bárcenas, y la tolerancia de los políticos con el separatismo.
La vileza de los que nos gobiernan, en suma. Son delincuentes sin juzgar, y sin perspectivas de llegar a juicio.
Y el Sin Complejos de hoy, con otro cargamento de andanadas a la corrupción institucional del país. Y del mundo, incluyendo una defensa de Snowden como héroe cívico que no amenaza los intereses de su nación, sino los de su gobierno, que es muy distinto.
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El Rey vuelve a las andadas. Y viajará a Marruecos apenas se tenga en pie. ¿Ustedes creen que les hablará del tema del Sáhara "español"?
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Margarethe von Trotta: HANNAH ARENDT
La película es lenta, como película sobre intelectuales civilizados, con mucha máquina de escribir y exceso de drinking y tabaco. Curiosa vida acomodada de tertulias y conferencias, en contraste demasiado patente quizá con el horror de los genocidios y los campos de concentración, que se nombran pero no se muestran. Está centrada la película en torno al tema del caso Eichmann y la "banalidad del mal", y los abucheos a que sometió a Arendt gran parte de la comunidad judía, al sentir que ella misma banalizaba el Holocausto. Aquí vemos a Arendt aferrándose a lo que ella considera la verdad de las cosas, con un pensamiento a la vez frío y apasionado, por citar otra frase—se la acusa de ser fría, pero ella sigue apasionadamente la pista de lo que considera que es la verdad de los hechos, esa verdad banal que indigna casi más por su banalidad que por el mal cometido y que es infecciosa o peligrosa (como bien detectan los judíos); puede llevar a la suspensión de juicio, o al desapasionamiento. Un apasionamiento por el desapasionamiento, if that makes sense. No era esa la política que necesitaba o quería la mayoría de la comunidad judía en los años 60, ni ahora.
La conclusión de la película nos muestra a Arendt siguiendo el camino que le marca su verdad intelectual caiga quien caiga, con cierto coste personal en sus relaciones. Se nos dice a modo de conclusión que el problema del mal se convertiría en elemento central de su reflexión en adelante. Y Arendt, con su banalidad del mal, ha sido ciertamente influyente en la noción que ahora tenemos de estas cosas. (Ver aquí por ejemplo, una piscina nazi). Pero queda la duda de si llevó su reflexión sobre el mal adelante en la medida en que hubiera sido deseable y acertado hacerlo. Me refiero a la medida en que le tocaba a ella directamente—que es, claro, donde duele.
Me refiero al caso Heidegger. La película pasa un tanto de puntillas sobre el asunto. No que quiera obviarlo, antes bien hace algún gesto compositivo de integrarlo en lo que es la esencia misma de la película, lo que va más allá de lo que dice explícitamente para entrar en el terreno de lo que hace como obra de arte. Pero no hace bastante, y es obra de arte imperfecta, bastante imperfecta, en su tratamiento de la cuestión. No es el único paralelismo entre von Trotta y Hannah Arendt, esta imperfección o quizá mala conciencia, y de allí procede la sustancia misma de lo que es la película. Y su causa primera, quizá.
Resumiendo: Hannah Arendt, la mayor filósofa judía por decirlo pronto y mal, fue amante de Heidegger, el mayor filósofo del siglo XX según muchos. Incómodo que sea Heidegger ese filósofo por sus filias o afiliaciones nazis—más incómodo para evaluar el pensamiento de Arendt, máxime cuando se la acusaba de ambivalencia o tibieza en su caracterización del mal supremo nazi como diablo con patas. Y pasmoso todo el asunto por la medida en que no afectó a la reputación pública de uno ni de otra, ni durante su carrera ni en su recepción póstuma, a pesar de las críticas a Heidegger tan prominentes a partir de los ochenta.
La película reserva sus flashbacks para Heidegger (no, por ejemplo, para la experiencia del internamiento en los campos, o para otros aspectos del pasado de Hannah Arendt. En ese sentido, sí hace un lugar privilegiado a esta relación, y vemos el retrato de Heidegger con boina en el escritorio de Arendt constantemente. Vemos a la joven Hannah descubriéndose como ser pensante y sorbiendo de Heidegger esa vocación de vivir para el pensamiento. La tensión erótica se limita a una escena en la que vemos al Filósofo, como si fuese Aristóteles cabalgado por una mujer, yendo a visitar a la joven a su buhardilla, y adorándola de alguna manera insuficientemente teorizada en su teoría del Dasein. En el momento clave de la seducción, en el despacho del profesor, cuando Ana le expresa su sueño de un "pensamiento apasionado" casi parece que haya interferencias eróticas en el concepto éste, como sin duda las había. Pero no se explora bastante cómo la pasión de la pasión puede interferir en la pasión del pensamiento. Allí la escena se interrumpe: Hannah se trabuca, quizá sienta que está haciendo proposiciones deshonestas, y se va a retirar, pero Heidegger le dice que espere—y allí tenemos un corte un tanto brusco a la escena de la buhardilla. El montaje casi sugiere una censura o autocensura a la hora de ensamblar esta historia, por no decir nada de estos cuerpos y proyectos intelectuales. Como si se hubiese recortado una escena. Acierta en cierto modo a pesar suyo, la película.
Tema mal asimilado, por tanto, a muchos niveles. Tanto por Heidegger (que nunca se retractó públicamente de su nazismo ni sometió su "equivocación" a análisis), como por Arendt, que inexplicablemente mantuvo a Heidegger al margen de sus críticas al nazismo, no rompió relaciones con él, lo promocionó o podíamos decir que blanqueó, y no sometió su filosofía a crítica estricta. Por supuesto podría decirse que el hecho mismo de que ella orientase su filosofía hacia la política podría entenderse como una crítica radical a la orientación de Heidegger, pero no me refiero a eso, sino a que había unos terrenos en los que explícitamente no entró, algo que seguramente responde a fuertes conflictos personales mal resueltos. Un punto ciego que (como si el mal de la ceguera selectiva fuese contagioso) deja su huella en la obra de Arendt, como lo hace en la de Heidegger—y casi da miedo tocar el asunto por si se te pega el glaucoma ése.
A von Trotta se le pega algo. Hay una cierta identificación entre la cineasta radical y la judía en rebeldía con su comunidad—a varios niveles, tanto por la rebeldía inicial como por lo que tiene de "revisionismo" el hacer una película sobre una figura polémica como Hannah Arendt. Revisionismo en direcciones cruzadas, digo, porque para una cineasta alemana siempre será problemático el ponerse a hilar fino sobre la banalidad del holocausto. Viene de fábrica la cosa, para los alemanes es a la vez inevitable el disociarse del pasado nazi, y el peligro que conlleva el exceso de distanciamiento, methinks the lady doth protest too much... Porque la banalidad del mal, claro, está bien para los demás, pero desagrada el concepto cuando se aplica a la propia banalidad. Una película alemana sobre el Holocausto (aunque sea indirectamente), acaba por centrarse en la denuncia de colaboracionismo nazi por parte de los propios líderes judíos—una cuestión incómoda entonces, y e incómoda hoy todavía... en especial si lo dicen los alemanes. En fin, que podría decirse que la polémica sobre Arendt sigue siendo en cierto modo un tema cargado, en especial para un tratamiento desde Alemania. Y no diré que éste sea completamente exitoso. Así, se nos muestra a Arendt la batalladora intelectual, pero no se entra en las raíces de sus inconsistencias—todo los más confiesa Hannah a su amiga Mary McCarthy (con respecto a su relación con Heidegger) que hay cuestiones en las que el pensamiento es incapaz de hallar sus razones frente al corazón, un poco como decía Celentano con los trenes del desiderio—y allí tocamos in the flesh la feminidad de la filósofa, más tocada en cuanto a su género por esta flojera de lo que resulta serlo Heidegger, en tanto que filósofo hombre, por sus propias debilidades masculinas. En un encuentro años después vemos a Arendt haciendo reproches (hablados, no escritos) a Heidegger, mientras van por caminos del bosque, Holzwege, y él se intenta justificar poco y mal, recurriendo de nuevo al abrazo injustificable antes que al concepto bien estructurado.
La película si la hubiera hecho yo se habría centrado no tanto en el caso Eichmann como en el caso Heidegger. Podría decirse que a su manera sí se centra en él in absentia, por ausencia relativa o por descompensación, e incluso por el tratamiento fílmico que decía, los flashbacks y la composición en elipsis-censura. Pero es un centrarse descentrado, un arte fallido o sólo completado por el trabajo de este sufrido crítico. La banalidad que espeluznó a la Arendt histórica era la de Eichmann, cuando debía haber sido la de Heidegger. Y sí apunta este sentido o contraste entre las dos figuras la película; tampoco está desacertado que la propia Hannah Arendt (de la película) no llegue a formularse explícitamente esta analogía y paradoja, pues no consta que lo hiciese la real. Eichmann no pensaba, se convertía en un mero instrumento funcionarial del régimen, y en eso basaba su defensa. Pero Heidegger se preciaba precisamente de pensar—de ahí que su pensamiento puro resulte corrupto debido precisamente a su pureza. Heidegger pensó corruptamente porque desconectó selectivamente el pensamiento, o lo orientó interesadamente: se preocupaba de metafísica mientras escribía declaraciones en alabanza de Hitler o implementaba políticas antisemitas. Por no hablar de la denuncia de la "judaización" del pensamiento alemán, concepto más que dudoso en un puro plano de reflexión intelectual, pero auténticamente criminal cuando se le pone en contexto histórico. En fin, que en Heidegger se enfrentaba Arendt al fracaso del pensamiento, pero (siguiendo la ley de la banalización) se enfrentaba a ese fracaso con otro fracaso, una incapacidad personal de asimilar las dimensiones del fracaso. Del fracaso del propio ideal del pensamiento. Y por allí también se comprenden mejor las acusaciones a Arendt: ella que pedía a la vez conocimiento y compasión, un pensar político, era inflexible a la hora de decir su verdad aunque fuese políticamente incorrecta. Y en esa incorrección política veían los suyos un fallo del pensamiento, por no decir una traición. Hay una paradoja, es cierto, contenida aquí. La película no la resuelve, nos muestra a la heroína intelectual y a la víctima de sus propias contradicciones, pero no llega a enfrentarlas en un combate a muerte. No parece que se enfrentasen tampoco en la realidad, aunque quién sabe lo que pasa en las trastiendas de cada cual.
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Aquí Emmanuel Faye nos hace partícipes de su extrañeza ante la parcialidad de Hannah Arendt hacia Heidegger, y la manera acrítica en que contribuyó a la difusión de su pensamiento sin desconstruirlo—un fallo de pensamiento al menos tan pasmoso como el del propio Heidegger:
sábado, 29 de junio de 2013
Metáforas y analogía: pensar con cuerpos y palabras
Aparece aquí también mi compañero de curso Pedro Santana. Esta vez no cuenta ningún chiste malo de los suyos; lástima, eran muy buenos.
Gustavo Bueno sobre el aborto
Y aquí otro artículo publicado por Nódulo Materialista sobre el aborto: "El aborto según Julián Marías".
viernes, 28 de junio de 2013
jueves, 27 de junio de 2013
El presente retrospectivo en la novela moderna
Por cierto que esta cita de The Years (Pan Book, 1948, p. 323, cit. en Mendilow 218) es intensamente reflexiva o implícitamente metaficcional, en la medida en que parece describir no sólo la experiencia temporal vivida por el personaje, sino también la modalidad de tratamiento del tiempo que busca Virginia Woolf en su escritura.
Sigue así el comentario de Mendilow:
The effect on the novel is three-fold: while the 'inner novel' is presented as a continuous present (actually it is usually written in a fictional past but is felt as a fictive present, an effect much strengthened by the interior monologue and stream-of-consciousness techniques which are grammatically in the present tense), the past, paradoxically, plays a much greater part in it; the past is never presented by the author ab extra in the form of chronologically arranged exposition preceding or inserted into the main action, but as sifted through a character's mind; the novel is subject to all the temporal vagaries of the 'time-shift', and is therefore 'selected' on different principles from those obtained in the older conventional novels.
The time-area conveyed by these novels is commonly restricted to a very short period, or to a number of short periods at varying intervals. The characters would appear foreshortened, out of all proportion, if they were judged by a knowledge of a few hours only of their lives, without any reference to what came before the period treated. To have meaning, their lives must be understood in the light of their past which has conditioned their reactions to the present and determined their outlook and personality. Moreover, as all feelings and thoughts are linked to the past, a good deal of that past must have its place in any description of thoughts and feelings. Hence in a novel dealing only with present events, everything anterior to the starting-point of the novel may be given only as it arises in the character's mind, in other words, as it becomes part of his present. But always 'the accent falls differently from of old'. (38) The event in the past at the time of its occurrence is not as it is recalled later. Something has changed—the perceiver; and the thing perceived is therefore different. The character in consequence
The naked recollection of that time,
And what may rather have been called to life
By after-meditation. (39)
For the modern novelist, therefore, the event loses interst as an event in itself; it serves rather as a point de répère for the portrayal of the character as he is in the present of the novel. The reaction, not the action, is important; the past is seen from the present and in the light of the present, backwards, not in its own right from its own time forwards. And so almost every character in Virginia Woolf's novels feels like Rose in The Years:
Clarissa, in Mrs. Dalloway, trying to savour to the full the essence of the present,
Rhoda in The Waves would like to escape from the moment.
Lily in To the Lighthouse trying to concentrate her feeling for Mr. Bankes in a suitable formula
As she listens to him speaking,
Orlando, alone under the oak tree, meditates on the eternal verities.
In the modern view the existence of the past as past is denied, while the existence of the past as present is powerfully affirmed. We live in fact in a series of
(38) V. Woolf: The Common Reader, p. 189.
(39) Wordsworth: The Prelude, Book III, ll. 610-3.
(40) p. 127.
(41) pp. 41-2.
(42) p. 114.
(43) p. 42.
(46) Mead: op. cit., p. 9.
Esta última cita viene de un ensayo de George Herbert Mead, The Philosophy of the Present. Lo traduje en tiempos; por aquí puede verse; es tan recomendable en su línea como Mendilow en la suya propia. Lo cierto es que no esperaba verlo citado en un libro de crítica de 1950, pero Mendilow obviamente sabía lo que hacía y decía.
miércoles, 26 de junio de 2013
Man never Is
“Hope springs eternal in the human breast;
Rests and expatiates in a life to come.”
(Como a veces se entiende mal, traduzco y parafraseo: "La esperanza brota eterna en el corazón humano; el hombre nunca alcanza la felicidad perfecta; antes bien está siempre en vías de alcanzarla. El alma, inquieta y encerrada fuera de su hogar, descansa y se explaya en una vida futura).
La perfección siempre está en el futuro imaginado, nunca estará en un presente. Quizá esta idea del transhumanismo sea la versión ilustrada del viejo sueño de transcendencia de las imperfecciones humanas en un porvenir ultraterrenal. No diré que no sea un sueño bonito, pero me lo ponen en el más allá.
martes, 25 de junio de 2013
En Queens College
Incluyen un enlace a mi bibliografía en la página de teoría y crítica literaria de Queens College. Que está en Nueva York, aunque no haya reinas allí, sólo Queens.
Vaya, observo que (como tantas otras veces) es la única fuente que incluyen made in Spain, y desde luego la única de ese tamaño hecha por un solo autor. Tendría que decírselo a la Aneca, o a la CNEAI, pero para qué.
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Enlace renovado (2023)
Queens College Literary Theory and Criticism Research Guide - Web resources:
https://qc-cuny.libguides.com/c.php?g=364234&p=2460291
Paisaje de Canadá 2
Paisaje de Canadá 2, a photo by JoseAngelGarciaLanda on Flickr.
Herederos con peligro
Hay una serie sobre "Evolución y sociabilidad" en el blog de Eudald Carbonell. La extremada complejidad e intensidad de la sociabilidad humana nos hace especiales, y también especialmente poderosos. Y peligrosos para los demás parientes. Le pongo este comentario:
Dice el artículo sobre las otras especies de homínidos: "Los demás, que eran tan próximos, desaparecen, de manera que acabamos siendo los herederos de todos los homínidos que convivieron con nosotros." Comprendo que no hay datos concluyentes desde el punto de vista científico, pero una perspectiva histórica nos lleva fácilmente a la conclusión de que los demás no "desparecen", sino que "los desaparecen". Es conocida la competencia en la lucha por los recursos de las especies que están precisamente más próximas (Darwin llamó la atención sobre el particular). Las escasas especies y ejemplares de grandes simios que quedan han sobrevivido por vivir en un ecosistema de selvas espesas y montes donde no ha habido, históricamente, mucha presión demográfica humana. En cambio, en los terrenos de pradera o sabana donde se han asentado los humanos, y donde competían con los otros homínidos, se les ha exterminado, por matanza directa o arrinconamiento ecológico, con tanta seguridad como ha sucedido con poblaciones humanas primitivas como los fueguinos o los tasmanios. No somos sólo "los herederos": somos también los sobrinos que asesinaron a los viejos propietarios para heredar. Sobre esto versa, de hecho, la novela Los Herederos de William Golding.
Hemos exterminado siempre al pariente más cercano, en cuanto hemos tenido ocasión, para heredar. Si no, los hemos reducido a la esclavitud para aprovecharnos de su trabajo. Es lo que se ha llamado darwinismo social, o la explotación del hombre por el hombre (y de la mujer por el hombre, claro). Como resultado de un rechazo bienpensante o sentimental al darwinismo social, esta doctrina se ha visto relegada, y su capacidad interpretativa subestimada. Como resultado hay puntos ciegos en la teoría de la historia y la evolución humana—o del autodiseñode los humanos, si se prefiere. Somos hijos de la guerra—una vez dominado el entorno natural mediante la técnica, la organización social, la agricultura y la ganadería, el mayor recurso natural a explotar es la sociedad humana misma. Y de ahí la larga serie de masacres, guerras primitivas y del Peloponeso, conquistas imperiales, cruzadas y colonialismos en que consiste la historia humana. Somos un recurso a explotar, ya sea civilizadamente, mediante impuestos, cupos vascos, diezmos y gabelas, o por las malas—con expropiación, matanza, invasión y revolución.
Casi es una bendición que haya élites extractivas estables, pues de ahí surgen los Estados, la paz y la Protección, y ellos se cuidan de pastorear a sus pulgones y mantener el sistema en un orden tolerable... hasta que todo se cae de golpe, claro, o poco a poco.
La forma de nuestra misma sociedad, de nuestras costumbres y creencias, y del cuerpo humano mismo, ha sido modelada para la creación de seres apegados a su sociedad—y mortalmente enemigos de la sociedad de enfrente. Miento un poco—pues con los Otros hay toda una escala de relaciones variables, una vez ensayada su resistencia relativa, puesto que ahí están desde hace tiempo. Son a veces los enemigos, y a veces los aliados necesarios contra un tercero más débil, o más amenazador. Alianzas con el vecino de más allá contra el vecino de aquí—desde la tribu de australopitecos, hasta las estrategias internacionales de la alianza de civilizaciones.
Al explicar al ser humano se pone demasiado poco énfasis en el tribalismo, y en su dinámica perversa que lleva a cierres de filas, patriotismo, sacrificios personales y altruismo heroico e idealista en favor del propio grupo, y a odios irracionales a los Otros. El altruismo, tan bello, es la cara visible de una cruz desagradable: es muchas veces altruismo contra alguien, contra los otros. Esos Otros son con frecuencia los más cercanos y vecinos, a veces diseminados entre nosotros mismos, pero van marcados con un shibboleth que sirve para deshumanizarlos y ponerlos al nivel de pieles rojas, o parántropos, una plaga a exterminar—los Rojos, los Blancos, los Hombres Azules, los Pictos.
Las religiones y los idiomas son algunos de los elementos más útiles para combinar y recombinar estas identidades, diferencias y alianzas, pero hay muchos más, cualquier cosa puede realizar la función de shibboleth para la abyección y el tribalismo exacerbado, y basta con mirar atrás. Nuestra historia y nuestro ser social están edificados sobre los cimientos de la alianza mutua para masacrar al vecino. Es cierto que, como verdad, es desagradable y es muy tentador no verla y mirar a otra parte. Apenas hacemos otra cosa, excepto cuando el espectáculo se vuelve llamativo, o cuando hay que participar en él.
Somos, pues, herederos peligrosos de los bienes ajenos. Y, claro está, de los propios, pues de lo dicho se colige fácilmente que los Otros somos en última instancia nosotros mismos. Tenemos un peligro... que llamarlo sociabilidad casi como que lleva a error.
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"Herederos con peligro" en Ibercampus.
lunes, 24 de junio de 2013
Gilgamesh y la escritura
Leemos en este artículo la antigua épica mesopotámica de Gilgamesh, la narración literaria más antigua del mundo. Examinamos el tema de la búsqueda de la inmortalidad que aparece de modo central en el poema en relación a los elementos referidos a la propia escritura y a la permanencia de los edificios (hechos de los mismos materiales que los antiguos textos sumerios). Gilgamesh es, en cierto sentido, la épica de la escritura que trasciende la muerte y se celebra a sí misma. Con esto enfatizamos, por tanto, una dimensión reflexiva del poema.
Texto completo:
http://ssrn.com/abstract=2280022
English abstract:
This is a reading of the ancient Mesopotamian epic of Gilgamesh, the most ancient literary narrative in the world. The poem's subject of the search for immortality is examined in its relationship to the elements related to writing, and to the permanence of buildings (made of the same materials as ancient Sumerian texts). Gilgamesh is, in a way, the epic of writing transcending death and celebrating itself. A reflexive dimension in the poem is thereby stressed.
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Reaparece mi artículo sobre "Gilgamesh y la escritura"—en las revistas electrónicas de antropología y de estética del Social Science Research Network. Publicado en Narrativas 9 (2008): 14-20.
eJournal Classifications | Date |
AARN Subject Matter eJournals | June 17, 2013 |
PRN Subject Matter eJournals | June 17, 2013 |
_____. "Gilgamesh y la escritura." In García Landa, Vanity Fea 12 Dec. 2005. (Battelle, eternity).
http://garciala.blogia.com/2005/121201-gilgamesh-y-la-escritura.php
2005-12-29
_____. "Gilgamesh y la escritura (II)." In García Landa, Vanity Fea 12 Sept. 2006.
http://garciala.blogia.com/2006/091201-gilgamesh-y-la-escritura-ii-.php
2006
_____. "Gilgamesh y la escritura." Narrativas 9 (April-June 2008): 14-20.*
http://www.revistanarrativas.com/
https://skydrive.live.com/?cid=8daad0c208167bbc&id=8DAAD0C208167BBC%21122#
2008
_____. "Gilgamesh y la escritura." iPaper at ResearchGate 12 March 2012.*
http://www.researchgate.net/publication/28308332
2012
_____. "Gilgamesh y la escritura (Gilgamesh and Writing)." Social Science Research Network 17 June 2013.*
http://ssrn.com/abstract=2280022
2013
Linguistic Anthropology eJournal 17 June 2013.*
http://www.ssrn.com/link/Linguistic-Anthropology.html
2013
Aesthetics & Philosophy of Art eJournal 17 June 2013.*
http://www.ssrn.com/link/Aesthetics-Philosophy-Art.html
2013
_____. "Gilgamesh y la escritura." Academia 6 Aug. 2014.*
https://www.academia.edu/7889891/
2014
Vanity Fea en Ibercampus: Indice
NOTA PREVIA: IBERCAMPUS ELIMINÓ TODOS ESTOS ARCHIVOS. PERO PUEDEN ENCONTRARSE TODAVÍA PONIENDO LA URL EN EL ARCHIVO DE INTERNET: https://web.archive.org/
AL MENOS EN AQUELLOS CASOS EN QUE FUERON ARCHIVADAS A TIEMPO.