Recalando en Biescas con nieve
Mañana de esas de nevada pesada y silenciosa, salgo a dar una vuelta por Jarandín y la Tornagua. Pero el día empieza a cambiar rápidamente—y a estas horas, a punto de volver a Zaragoza, hace un sol espectacular y cielo raso. Queda registrada la nevada, empero, en varias decenas de fotos que subirán debidamente a su sitio, después de la colección de fotos de Francia. Volvemos de la expedición parisina para recoger a los niños, que los dejamos en Biescas, y con misión cumplida, tras viajar al centro del laberinto francés. Y sin GPS ni mapa; nos paseamos por media Francia, como Pedro por su casa, y regresamos with flying colours.
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